Tribuna Económica
Carmen Pérez
Un bitcoin institucionalizado
Infraestructuras
Granada/Un secadero de tabaco como una parada del Metro de Granada. Esta es la inspiración que han seguido los ingenieros encargados de redactar el proyecto de ampliación sur para crear una de las paradas más simbólicas del metropolitano en todo su recorrido. Porque será más que una estación, será el paradigma entre la integración del entorno agrícola de la Vega de Granada con la modernidad que supone el Metro, y el concepto de intermodalidad entre medios de transporte en favor del público. Será en lo que ahora es un descampado entre la salida de Churriana de la Vega, la entrada a Cúllar Vega y la carretera de Las Gabias. Un espacio baldío que con una arquitectura innovadora, novedosa para el Metro, pasará a ser "el gran protagonista de esta parte del trazado" del Metro de Granada, tal y como describe el proyecto de obras en el anexo de integración urbana.
La salida a licitación del contrato para las obras del segundo tramo de la ampliación sur del Metro de Granada esta semana ha servido para confirmar los cambios del trazado con respecto al estudio informativo, el diseño definitivo de toda la obra, así como la novedad avanzada por este diario en su momento con la novedad que suponía la necesaria construcción de unas nuevas cocheras y talleres en Las Gabias. Sin embargo, también este pliego ha servido para descubrir uno de los proyectos más ambiciosos del Metro, que es convertir lo que es un simple parking disuasorio en un cambiador de transportes casi en un lugar de esparcimiento, un "jardín" con chopos y filtros vegetales que se conectarán con la propia Vega, y con una arquitectura armonizada con el entorno que está inspirada en las celosías de los antiguos secaderos de tabaco tan característicos de la comarca.
La parada del Metro de La Gloria será, pues, mucho más. Tras desechar varias opciones, los arquitectos optaron por un diseño de estación que fuera único y particular, "un hito especial dentro de la imagen característica del Metropolitano de Granada", reza el anexo sobre el diseño de paradas. La escogida se trata de una marquesina que cubre de las inclemencias del tiempo 44 metros de largo y hormigón levantadas sobre dos pilares del mismo material, que dejan en el centro la máquina expendedora de billetes y a los lados dos vidrieras. La ménsula, en forma de 'T' asimétrica, contiene filas de triángulos normales e invertidos. Los ingenieros lo explican así: "La celosía calada en la pantalla superior del plano vertical reduce el peso de la misma configurando una imagen derivada de la geometría triangular de sus elementos que recuerda a la del cerramiento de los secaderos. Estas características infraestructuras agrícolas de la Vega Granadina se convierten en referencia principal para la definición de esta tipología de estación". Además, el color ocre de la marquesina permitirá relacionarla con "los campos y con la tierra de cultivo" de los alrededores, al igual que con "los antiguos muros del encauzamientos del río Dílar".
Este modelo no será único de esta parada, sino que se aplicará en otras instalaciones singulares próximas como dos subestaciones eléctricas, una subterránea en el lado de la entrada a Cúllar Vega y otra a la entrada de las cocheras de Las Gabias, así como en la marquesina de autobuses que estará junto a la carretera GR-3303 que completará la iconicidad del intercambiador de transportes de La Gloria. Otra característica es que estará sobreelevada al terreno debido al riesgo de inundabilidad, ya que el cauce del río Dílar queda justo a la espalda de la parada del Metro. El resto de estaciones de la ampliación sur (San Cayetano, La Paz, Churriana de la Vega, San Ramón, Los Chopos y Las Gabias) mantendrán la misma tipología de las existentes en la actual Línea 1.
El aparcamiento tendrá la función de persuadir a los conductores a usar sus vehículos y que tomen el Metro o el autobús. Este espacio será más amable el parking disuasorio de Juncaril, que no tenía comodidades cuando abrió. Este tendrá 263 plazas de aparcamiento totales, de las que 12 serán para vehículos de minusválidos y 18 para motocicletas. Aquí la clave para la integración de lo que suele ser un entorno hostil es la presencia de una cubierta vegetal que haga el espacio amable.
Así, el proyecto presentado explica que se plantarán 200 chopos de forma lineal en cada línea central del parking "que dividen bandas de estacionamiento y otros puntales (jaboneros de China) cada cuatro plazas". "El filtro vegetal proyectado conducirá a la producción de una sombra natural y un lugar agradable para el usuario", añaden los ingenieros. También, al presentar una estación elevada, los taludes que salvan estos desniveles estarán cubiertos de vegetación, césped como se ve en el proyecto de obras. "La construcción de suelos verdes filtrantes terminará de consolidar la imagen del Metro de Granada a la vanguardia de intervenciones medioambientalmente sostenibles", sentencian.
La propuesta del parking integra también algunas de las columnas de fundición que formaron parte de la marquesina original de la Estación de Trenes de Granada, "conformando un sugerente espacio público".
El tablero que salvará el cauce del río Dílar para el paso del Metro será de gran tamaño y usará la técnica de pérgola para sustentarlo, detalla uno de los anexos de memoria de las obras. Lo será de tal manera que no sea una estructura solo funcional si no que también sea una puerta desde el intercambiador, el parking, y la parada del Metro, hacia la Vega.
La continuidad del espacio público se realiza a través de una rampa entre el primer estribo del puente y el propio parking, ya que la parada está a la misma altura. Sobre el tablero del viaducto habrá asientos y elementos de descanso, lo cual lo convierte en un "estratégico mirador desde el río hacia el paisaje cercano y lejano con Sierra Nevada como fondo".
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