Los 10 secretos de la Catedral
El templo diseñado por Siloé y Alonso Cano esconde detalles poco conocidos por el gran público que lo hacen aún más singular como monumento
1. Columnas inspiradoras
Una de la curiosidades de la Catedral de Granada es que ha servido de inspiración directa a uno de los edificios más emblemáticos -sino el que más- de la arquitectura actual de la ciudad: el mítico Cubo que Alberto Campo Baeza diseñó para CajaGranada. Su proyecto resultó ganador de un concurso en 1992 que convocó a más de mil arquitectos, y se terminó tras casi 10 años de trabajo. El edificio se compone inicialmente de un gran podio de hormigón que genera un plano elevado sobre el que se asienta una caja construida sobre una estructura reticular de pantallas -también de hormigón- que abarca tridimensionalmente un enorme espacio semicúbico. En el centro de esta estructura, cuatro columnas con las mismas dimensiones que las de la catedral de Granada soportan un sistema adintelado, que hace referencia a la cúpula del Panteón de Roma y que permite el paso de la claridad al ser perforado por grandes lucernarios que inundan el espacio interior de una luz. "Me pidieron información sobre los planos de la Catedral para hacer este proyecto", recuerda Pedro Salmerón, el arquitecto responsable del Plan Director de la Catedral de Granada, cuya primera piedra se puso en 1523. "Las columnas de Campo Baeza tienen proporciones y están en sintonía con las de la Catedral de Granada, aunque iguales no son", matiza el arquitecto sobre las informaciones que se han publicado en referencia al trabajo del catedrático de Proyectos en la Escuela de Arquitectura de Madrid. "Es muy interesante porque supone un diálogo entre la arquitectura actual con la clásica", añade este gran conocedor de la Catedral granadina.
2. Un mirador con inquilinos
Uno de los datos más curiosos es que la Torre de la Catedral de Granada ha estado habitada hasta hace relativamente poco tiempo, y en algunos casos por inquilinos muy famosos. Según el proyecto de Diego de Siloé, el edificio tendría dos torres, una a cada lado del templo, aunque finalmente sólo se construyó una por diversos motivos, entre ellos problemas con la cimentación. En esta única torre ha vivido hasta hace poco tiempo el campanero, aunque ahora están desmanteladas sus estancias, en las que Salmerón recuerda incluso un pequeño espacio de cultivo y un gallinero. También han sido inquilinos José Guerrero y, supuestamente, Alonso Cano.
3. Un punto geodésico sobre la torre
Aunque había previstas dos torres de 81 metros de altura, la única torre construida solo tiene tres pisos de los seis planteados. El cuarto cuerpo de forma octogonal sí que llegó a construirse, pero debido a problemas en la cimentación de la misma y a la rápida inclinación que estaba sufriendo la infraestructura, se desmontó y se reforzó el resto de la torre. El resultado final es una construcción de 57 metros de altura coronada por mojón de punto geodésico que no puede visitarse por motivos d e seguridad. "Sus posibilidades como mirador están en barbecho", cuenta Salmerón.
4. Una joya desconocida
Una de las joyas más desconocidas es la Virgen de la Antigua, en la capilla del mismo nombre, una escultura tardogótica del XV. Fue traída por los Reyes Católicos y donada a la Catedral como imagen de campaña, ya que acompañó a los ejércitos cristianos como protectora en la reconquista de la ciudad. La granada que el niño sostiene es un símbolo de victoria y tras la toma de la ciudad, de triunfo.
5. Un coro móvil
En 1992 tiene lugar la última recolocación de la sillería coral. Era arzobispo José Menéndez Asensio y se colocaron las piezas a ambos lados del prebisterio, bajo los balcones de acceso a los púlpitos. "El espacio resultante es muy diáfano. Esto es algo excepcional en la catedrales españolas. Fuimos autorizados a hacerlo, no sé si ahora tendríamos el visto bueno", comenta Salmerón, quien explica que con esta ubicación el coro "quedó al estilo inglés" y "se recuperó la imagen del espacio original". "Puede decirse que es un coro viajero, porque ha tenido distintas posiciones", comenta el arquitecto sobre esta pieza, que pasó del centro de la nave al fondo y finalmente a los laterales del altar mayor. El trascoro es ahora retablo de la Capilla de la Virgen de las Angustias como retablo. Ejecutado por José de Bada entre 1737 y 1741, alberga la Virgen de las Angustias y una serie de esculturas con imágenes de santos obispos de la mano de Agustín Vera Moreno.
6. La pieza más famosa
Alonso Cano, por su contribución como pintor, escultor y arquitecto, es considerado uno de los más importantes artistas del barroco en España, siendo además el iniciador de la Escuela granadina de pintura y escultura. Esta Inmaculada, que en principio iba a coronar el facistol o soporte para los libros del coro, cambió su ubicación por su valor y supuso una notable influencia en otros muchos artistas.
7. Una cabecera como panteón imperial
La cabecera de la Catedral -con una alta rotonda que alberga la Capilla Mayor, el anillo del deambulatorio subsidiario y una corona inferior de capillas radiales- estaba destinada a ser panteón imperial. Por este motivo se diseñó una planta especial que creará escuela. Este era el planteamiento cuando Granada era capital del reino, pero Felipe II decidió su traslado al Escorial.
8. Unas vidrieras de excepcional valor
Aunque pasan desapercibidas a los ojos de muchos visitantes, Pedro Salmerón destaca "el excepcional valor de estas piezas, firmadas por grandes artistas renacentitas". Corrieron a cargo de dos vidrieros: Juan del Campo y Teodoro de Holanda. Dos programas paralelos se desarrollan en la cabecera: temas referentes a la vida de la Virgen y los apóstoles; y el segundo tema, la Redención.
9. La tumba de Mariana Pineda
Los restos de Mariana de Pineda fueron inhumados en el cementerio de Almengor, lugar próximo al de ajusticiamiento. Luego en la Basílica de la Virgen de las Angustias, a la capilla del oratorio de la casa consistorial, la Iglesia del Sagrario y en una urna a dependencias municipales. Finalmente, en 1856, fueron depositados en la cripta de la Catedral, donde permanecen.
10. Un tabernáculo con mecenas industrial
El majestuoso tabernáculo de plata repujada para el altar mayor de la Catedral es un encargado del Duque de San Pedro de Galatino a José Navas-Parejo, impulsor del Tranvía a Sierra Nevada. "Es curioso que sea un patrocino de una de las fortunas industriales más importantes de la ciudad de Granada", comenta Pedro Salmerón, autor también de la restauración de restauración de la pieza.
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