El nuevo mapa de ruido sitúa las zonas turísticas fuera de los niveles ilegales
Aumenta el territorio de la capital por debajo de los 55 decibelios 800 granadinos sufren a diario un umbral superior a lo recomendable
La Granada del presente es ya una ciudad más amable para vivir. Según los últimos datos del mapa estratégico de ruidos, la zona turística que comprende Albaicín, Sacromonte, Realejo, Centro-Sagrario, parte de Beiro y parte de Genil cumplen casi al 100% con los objetivos de calidad para este tipo de área que ha mejorado respecto a 2008.
Según detalló ayer la concejal de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Granada, Telesfora Ruiz, esta zona turística que abarca 3.321.464 metros cuadrados del territorio urbano de Granada y cuenta con alrededor de 20.600 habitantes en los últimos años, desde la creación del mapa de ruidos presentado en 2008, ha mejorado en decibelios gracias a medidas como la eliminación de las líneas de autobús tras la implantación de la LAC en el eje Palacio de Congresos-Caleta, la reducción de los límites de velocidad, las restricciones de tráfico y otras medidas contempladas en el plan Lorca.
En concreto, la zona turística tiene un objetivo de calidad de 70 decibelios por el día y la tarde y 64 decibelios durante el periodo de la noche.
De la última investigación liderada por el profesor de Física Aplicada, Jerónimo Vida, se extrae que el 97,6% de los habitantes que residen en la zona turística viven bajo un umbral sonoro inferior a los 70 decibelios. De estos, el 57% están expuestos a ruidos por encima de los 55 decibelios (11.800 habitantes); el 20,9% entre 60 y 65 decibelios y un 6,3% entre 65 y 70. Por encima de lo establecido, un 2,4% (500 personas) viven con un umbral de ruido por encima de lo permitido (entre 70 y 75 decibelios) en la franja horaria de día.
Por otra parte, durante la tarde ( de 19:00 a 23:00 horas), el 99,5% del territorio está dentro del nivel sonoro establecido y solo un centenar de personas conviven con ruidos por encima de los 70 decibelios (entre 70 y 75). Por último, en el periodo noche que discurre entre las 23:00 y las 7:00 horas el 99% del territorio cumple con el objetivo de calidad que en zonas turísticas alcanza los 65 decibelios. No obstante, un 1% de la población (200 personas) conviven con niveles superiores a lo establecido con ruidos entre los 65 y los 70 decibelios).
Jerónimo Vida se mostró satisfecho por los datos obtenidos que mejoran respecto al mapa de ruidos presentado en 2008. No obstante, tanto el profesor como la concejal de Medio Ambiente recuerdan que la elaboración de este diagnóstico es el primer paso para establecer otras medidas que reduzcan los niveles de ruido para mejorar la calidad de vida de los vecinos de la capital. En este sentido, Vida detalló que no se presentarán medidas concretas hasta que se termine el diagnóstico del ruido que ya cuenta con los datos de la zona medico sanitaria y la turística. Quedan por hacer pública la información referente a la zona industrial e residencial algo que estará listo según los cálculos de Vida antes del verano. Será entonces cuando la concejalía de Medio Ambiente convoque una serie de encuentros entre distintos agentes y colectivos para decidir las medidas necesarias que reduzcan los decibelios en la capital. Entre ellas, cabe la posibilidad de que se establezcan medidas de protección en zonas tranquilas o preservar el tráfico, el principal causante del ruido.
De hecho, en la zona turística hay varias calles que no se salvan de los decibelios. Se trata de los grandes ejes viarios que conectan el centro de la capital y donde por tanto se concentra el tráfico: Gran Vía, Reyes Católicos, Acera del Darro y el Paseo del Salón. Será aquí donde también se busquen soluciones para mejorar la calidad acústica del área.
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