Uno de cada tres granadinos vivirá solo antes de 2040

Población

Prácticamente el 37% de los hogares de la provincia estarán formados por una persona, mientras que las parejas serán el 30,5%

La población seguirá creciendo hasta superar el millón de habitantes en 2039

Así será la Granada del futuro: femenina, envejecida y poblada por 'extranjeros'

Varias personas caminan por el centro de la capital en una imagen de archivo.
Varias personas caminan por el centro de la capital en una imagen de archivo. / José Velasco / Photographerssports

GRANADA/Los granadinos del futuro vivirán solos o, en el mejor de los casos, en pareja. La imagen de la familia nuclear, formada por matrimonio y un par de hijos, está cada vez más lejos y para 2039 aún lo estará más. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha actualizado sus previsiones de población y hogares hasta dentro quince años y, de cumplirse, la mayoría de hogares en la provincia, concretamente un 36,9% estará formado por una sola persona, mientras que el 30,5%, lo estará por dos. Por su parte, los hogares con cuatro, o más, miembros representarán el 16% del total, siguiendo una tendencia a la baja desde el presente.

Actualmente, la situación no es muy diferente, aunque con matices. Pues si bien las personas que viven solas son mayoría, los porcentajes están más ajustados, pues los hogares de una única persona suponen el 28,9%, mientras que los formados por cuatro personas representan el 17%; los de dos personas en la actualidad aportan el 27,7%.

De forma paralela, la población irá creciendo paulatinamente hasta superar el millón de habitantes, alcanzando los, 1.010.442 para 2039, según las estimaciones del INE. La misma fuente, fijaba el pasado abril en 940.410 habitantes la problación de la provincia, lo que supone un crecimiento aproximado del 7% en tres lustros. De hecho, ampliando un poco la lupa, las previsiones fijan en 2035, es decir dentro de poco más de una década, ese salto poblacional.

Un crecimiento que, sin embargo, no servirá de mucho ya que Granada seguirá siendo la cuarta provincia andaluza en cuanto a población, a poca distancia de Cádiz (1.287.059), pero con Málaga y Sevilla duplicando esas cifras, pues ambas superarán ampliamente los dos millones de habitantes. De hecho, aunque los dos se encuentran por encima de esa cifra, para cuando llegue ese año la Costa del Sol será ya la primera provincia en cuanto a población en Andalucía, con 2.144.716 habitantes, superando a Sevilla (2.021.731), un sorpasso que se produce en 2031, precisamente el año en que la Costa del Sol dará el salto, de cumplirse las previsiones, a los dos millones.

Lo que más resalta de las previsiones del INE es que, de cumplirse, el número de residentes nacidos en España experimentará un considerable aumento a partir de 2037, curiosamente el año en el que se establecía el anterior corte en las previsiones del instituto. Así, ese año la provincia tendría algo más de 817.000 personas nacidas en territorio español, llegando así a la cifra más baja de una caída prolongada durante mucho tiempo, para pasar a 822.437 en 2038, revertiendo así la caída aunque, un año después, el INE vuelve a vaticinar un descenso, aunque leve, y prevé 822.077 españoles en Granada para 2039.

Por su parte, y como era de esperar, la población extranjera en Granada seguirá creciendo y para 2039 habrá 188.345 personas nacidas en otro país residiendo en la provincia, una cifra que apenas supone el 18% de ese millón previsto por el INE, pero que constata algo que ya viene vislumbrándose en estudios anteriores.

Más inmigración que natalidad

Ese aumento poblacional puede deberse a múltiples factores, pero a juzgar por los datos facilitados por el INE, todo parece indicar que será la inmigración la que más contribuirá a ese crecimiento.

Así, en 2038, las previsiones del Instituto Nacional de Estadística calculan que la provincia registrará 10.379 inmigraciones procedentes del extranjero, a los que habría que sumar los 17.963 que llegarán desde otras partes de España. En total, 28.342 personas que sumar a la población de Granada frente a los 8.294 nacimientos que se prevén para dicho año, una cifra que, por su parte, supone que la provincia superará por fin la barrera de los 7.000 alumbramientos que viene registrando en los últimos años.

El crecimiento en el número de nacimientos va de la mano de otro dato relacionado, el tasa bruta de natalidad (el número de nacimientos por cada mil habitantes), que en 2022 se situaba en 7,59 en la provincia y que, para 2038 debería subir hasta los 8,39. Al mismo tiempo, las previsiones para Granada es que, en dicho año, la mayoría de nacimientos sean de hombres, aunque por poco. Así, de cumplirse las estimaciones del INE, en 2038 nacerán 4.269 niños frente a 4.025 niñas, una situación que, a nivel general, no impedirá otra conclusión ya apuntada por otros informes estadísticos: la provincia es principalmente femenina, y en ese horizonte de 2039 serán 512.086 mujeres frente a 498.335 hombres.

Tampoco varía otra tendencia, y es que en el futuro la mortalidad será mayor que la natalidad en la provincia, pues las defunciones de 2039 alcanzarán las 10.349 personas, de acuerdo a las previsiones al INE. Como era de esperar, la tasa bruta de mortalidad (las defunciones por cada mil habitantes) también subirá, pasando del 9,1 de 2022 al 10,2 que se prevé para dentro de catorce años.

Un crecimiento poco disperso

En el crecimiento demográfico de la provincia debe tenerse en cuenta, además, que no será homogéneo. Todo hace prever que se concentre en el Área Metropolitana, al menos al juzgar la hemeroteca, ya que en los últimos años los granadinos se han mudado al Cinturón y a la Costa, en detrimento de las zonas del norte, que están sufriendo un éxodo poblacional debido, entre otros factores, a la falta de recursos.

Las proyecciones de población del INE proporcionan una simulación de la población que residiría en España para los próximos años, desagregada según características demográficas básicas. Parten de la estimación de la población a 1 de enero del año en curso. Dicho estudio responde a la necesidad de disponer de una perspectiva de la posible realidad demográfica futura, actualizada según la evolución más reciente.

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