El tiovivo de los grandes eventos

Un día menos, un periódico más. Es como se despiden todas las noches los redactores de Cierre cuando apagan las luces y ponen la alarma en el local de trabajo. Lo dicen después del contrarreloj al que se han sometido durante buena parte de su jornada laboral y con la cuenta atrás permanente para que la edición de papel esté finalizada a la hora límite de recepción de las páginas en la rotativa. Mañana (hoy) más, se dice abandonando la redacción. Lo de 'hoy', porque la información está montada en un tiovivo. Más desde que en los medios de comunicación se trabaja dual a raíz de la transformación digital de su producto. Es como aquellas viejas cintas de carrete sin fin de los estudios de radio. Todo es un punto y seguido. Como el que atrapa a Granada desde hace mucho, principalmente desde la entrada en el siglo XXI… del que estamos muy cercanos a consumir su primer cuarto.

El Mundial de Esquí de 1995, que la escasez de nieve desplazó hasta el 96, uno de los años en los que más nieve cayó en Sierra Nevada, fue el espejo en el que mirarse para los diferentes políticos que han regido las instituciones granadinas desde ese momento. Aquella competición trajo inversiones que por entonces se cuantificaron en 160.000 millones de pesetas, unos mil millones de los actuales euros. Se completaron las autovías que hoy tejen la provincia y la capital y se hicieron destacadas obras, como el túnel del Serrallo, la mejora de la carretera de ascenso a la estación de esquí y la modernización de sus instalaciones para lograr proyección internacional, el Parque de las Ciencias y, entre otras, el llamado canal de aguas bravas (en la actualidad en el olvido y el abandono) en el río Genil. El Mundial del gatillazo además fue un éxito en el plano deportivo.

José Enrique Moratalla, alcalde socialista entre 1999 y 2001, deslumbrado por aquel Mundial se agarró en su mandato a presentar la candidatura para celebrar en Sierra Nevada los Juegos Olímpicos en 2010. Se montó una oficina para elaborar la candidatura y se lanzaron a tumba abierta. Las dificultades eran quimera, pues la estación granadina ofrecía todas la opciones para las competiciones de esquí alpino, pero para el resto de disciplinas como las de saltos, entre otras, carecía de posibilidades y obligó a los técnicos a plantearlas con nieve producida y con estructuras de pongo y quito a alturas muy inferiores a Pradollano, fijando incluso tal opción en Cenes de la Vega. Moratalla, en una comparecencia ante los medios de comunicación, con su habitual verborrea [y más de un ¡toma ya! entre los periodistas] llegó a decir sobre la candidatura: "... de lograrlo, Granada sería la primera ciudad andaluza en organizar unos Juegos Olímpicos de Invierno...". Granada no pasó el corte nacional del Comité Olímpico Español, que optó por elevar al COI la propuesta de Jaca, que cayó en el siguiente corte. Granada 2010, para más inri, su exposición ante el COE la hizo con un vídeo en el que el protagonista era el asfalto por encima de la nieve. Por entonces, aquí se daba muy poca importancia a lo audiovisual y se convirtió en un alud que aplastó un sueño.

De cara a las elecciones municipales de 2003, el Partido Popular, con José Torres Hurtado a la cabeza y Sebastián Pérez como responsable de la campaña, optó por montarse en el carrusel de los grandes eventos. En esta ocasión, apoyados por el entonces ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas. La propuesta era solicitar la organización de la Exposición Universal de 2012. Fue de sopetón y sin haber comprobado cada cuánto tiempo se organiza una Expo y si correspondía en el año 2012. Resultó que la pendiente por conceder era la de 2015. Ya que Zaragoza había solicitado realizar la edición de 2008 con el respaldo del Gobierno de España. Mariano Rajoy, presidente de país, estampó su firma para la candidatura maña el 28 de mayo de 2003, cinco días después de las elecciones municipales, que ganó Torres Hurtado. El reglamento recogía que en un mismo Estado las denominadas Expo debían de estar separadas por un intervalo mínimo de 15 años. Zaragoza fue la elegida frente a las candidaturas de Trieste (Italia) y Tesalónica (Grecia).

La pifia fue notable y ya era la segunda tentativa de gran evento sin éxito. Es por lo que se pasó a jugar a menor grandilocuencia. Con los populares al frente del Ayuntamiento de la capital se creó en 2004 el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca, que se dotó con 50.000 euros, la cantidad mayor de todos los galardones de poesía en España. La presentación de la primera edición se realizó en Nueva York tirando la casa por la ventana. Don Felipe de Borbón, por entonces príncipe de Asturias, y doña Letizia acudieron a la entrega del galardón al ganador, Ángel González.

En 2005, el polo de atracción se buscó con la Alhambra, que entró en el ‘concurso’ para la elección de las nuevas siete maravillas del mundo. El monumento granadino quedó fuera de la lista. El mismo año se jugó al mickey mouse del Rally Dakar en la Base Aérea de Armilla antes de embarcar los participantes con destino a Rabat. Los participantes en la carrera afrontaron una especial de apenas diez kilómetros de recorrido.

Escarmentados los cabezas visibles de la política en Granada se insistió en agarrarse a eventos de días puntuales (muchos promovidos por empresas privadas) o de perfil bajo (vendidos con pretensiones). Entre los más llamativos, el concierto de Bruce Springsteen en la Plaza de Toros (2006). Por entonces la venta de entradas a través de internet no rulaba y hubo colas de más de siete horas ante la venta anticipada en las taquillas del Teatro Isabel la Católica. En 2009 se creó el Festival de Cine Clásico, el Retroback, que en su primera edición se dedicó a la actriz Audrey Hepburn y que se diluyó progresivamente y conforme fue cambiando de mano el bastón de mando en el Ayuntamiento de la capital. Y así hasta hoy, múltiples ideas rimbombantes, la mayoría de pongo y me olvido o se diluye.

El deporte, frente a todo y al canon requerido por cada uno, fue rescatado como escapatoria principal para plantear grandes eventos, de los que traen multitud de visitantes a la ciudad y por ende dejan rentabilidad a los negocios: sede de un grupo del Eurobasket 2007 y de la Copa del Mundo de Baloncesto en 2014 y organizar la Universiada de invierno en 2015. Esta última fue vendida a bombo y platillo y con proyectos paralelos [se habló de una inversión de más de 230 millones de euros] que se quedaron en el cajón por falta de recursos económicos que llevaron hasta el dicho de debemos agua en Loja. La 'nunca villa olímpica' se proyectó sobre los mismos terrenos que con anterioridad se afirmó que iría la 'nunca Ciudad del Baloncesto', que se anunció como sede permanente de las selecciones españolas absolutas y de sus categorías inferiores.

En 2010 se llevó a cabo la beatificación de Fray Leopoldo de Alpandeire. Fue en la Base Aérea de Armilla ante 60.000 personas (12 de septiembre). Culminaba así un proceso que se había iniciado 64 años antes.

De cara a 2013 se acordaron de que se cumplían mil años de la refundación de la ciudad, tras la desaparición del Califato Omeya y del inicio y constitución del Reino de Granada. Se montó un programa de actividades en torno al denominado Milenio Reino de Granada, entre las que colaron muchas de las habituales de cada año y alguna 'curiosa' como la Titan Desert, una prueba deportiva en bicicleta de montaña que se realiza por Marruecos, pero a la que para justificarla se le inventó un final en Granada.

Granada, capital de Europa

El Día de las Fuerzas Armadas, con su desfile, y las cumbres de jefes de estado y de Gobierno de la Comunidad Europea el pasado año revivieron el espíritu o el tiovivo de los grandes eventos en Granada. La ciudad respondió con organización y sin grandes problemas de movilidad y en ambas se plasmaron fotos para la historia. A su vez, desde las instituciones se hicieron cuentas ipso facto, vamos dos días después en el caso de las cumbres europeas, en el que la alcaldesa compareció ante los medios de comunicación para cifrar en 506 millones de euros el impacto mediático de las mismas. Eso sí, se vivió el mayor despliegue en materia de seguridad en la ciudad, que fue blindada a todos los efectos para las cumbres, en las que se ‘forjaron’ el futuro de Europa. En el asunto militar, como caracteriza a la institución, fue más pausado en hacer el balance y algo más de siete meses después apuntó a que tuvo un impacto de diez millones de euros para la ciudad entre la ocupación hotelera y los más de 1.300 militares desplegados.

En 2023 también fue significativa la procesión Magna que, con la participación de 22 cofradías de la ciudad, congregó en las calles de Granada unas 200.000 personas y que sirvió de evento central de la trigésimo cuarta edición del Encuentro Nacional de Hermandades y Cofradías.

Ya en 2024, entre eventos y ocurrencias, Granada busca ser Capital Europea de la Cultura en 2031. Ha avanzado en los planteamientos iniciales de años atrás y ha dado pasos en firme con el nombramiento de los comisarios de la candidatura: la ex rectora de la Universidad de Granada Pilar Aranda; el poeta y director del Instituto Cervantes, Luis García Montero; y el presidente de la Bolsa de Madrid, David Jiménez Blanco. Además, un grupo de catedráticos elaborará un primer borrador y el ilustrador granadino Sergio García Sánchez se encargará del diseño de la imagen de la candidatura.

En paralelo, los regidores de la ciudad ahora conjugan los grandes eventos con la necesidad de dar un giro hacia lo tecnológico como polo de atracción de la capital y la provincia. Y entre tanto se 'rueda' con los Premios Goya, que se celebrarán en Granada en 2025. A Valladolid, sede de los galardones del cine español en 2024, la película le ha costado en torno a siete millones de euros. Pero lo que conlleve aquí se lo contaremos en este diario. Será otro tiovivo.