Los transportistas de Granada en tiempos de coronavirus
Covid-19
Las empresas de logística de Granada se preparan para semanas de bajón después del fuerte acopio realizado por las grandes superficies
Granada/Se cumplen dos semanas desde que Pedro Sánchez anunció el decreto de estado de alarma para todo el país. Dos semanas en los que la imagen de los supermercados abarrotados, los lineales vacíos, y las colas para entrar a por comida y productos de higiene ya ha dejado de ser noticia, tanto porque ya no hay tantas aglomeraciones, como porque se ha demostrado que, tal y como dijo el Gobierno y las empresas, el abastecimiento estaba asegurado. Y para que esto haya sido, y sea posible, hacen falta transportistas y camioneros.
Estas semanas han sido frenéticas para las empresas granadinas que han mantenido a sus camiones en la carretera, con todo el esfuerzo que ha conllevado, y los sufrimientos que han vivido en carne propia los conductores, a cada día que pasaba, más afectados por las restricciones de movimientos y medidas de prevención que se implantaban en cada país. Es el caso de Comotrans, Transandalus y Lanjatrans, tres compañías radicadas en la provincia (Motril, Ogíjares y Peligros, respectivamente) que se dedican a este sector, que con flotas que oscilan entre los 40 y los 200 vehículos, han tratado de capear el temporal de la mejor forma.
En todas ellas se ha notado la misma tendencia: un incremento de la actividad en las semanas anteriores al decreto de estado de alarma (un 14% más lo cifran algunas), una normalización en la semana pasada, primera del confinamiento, una ligera bajada en esta y una previsión a la baja para, al menos, las dos siguientes hasta que se levanten las restricciones.
"Esto va día a día. Mis estimaciones eran que la semana pasada iba a ser buena, que esta íbamos a sufrir, y que vamos a tener 2-3 semanas de parón similares a lo que sería una estación de Navidad o de periodos vacacionales importantes, donde algunos clientes paran pero otros siguen", explica Antonio Melguizo, de Transandalus International, con sede en Ogíjares. "Hay que tener en cuenta que todo el mundo ha acopiado mucho stock, y ahora hay que consumirlo", profundiza Antonio Mingorance Montes, de Lanjatrans, empresa nacida de Aguas de Lanjarón, y radicada en Peligros.
El panorama que se abre ahora difiere de la cantidad y del negocio de cada empresa de transporte. Así, las que se dedican más al sector de la alimentación tenderán a tener unas cifras de negocio más altas que las que se dedican a las mercancías industriales. "Esto es una actividad de contactos y dependiendo de los que tengas, la actividad caerá más tarde o más temprano. Calculo que para la que viene empezaremos a tener problemas", se sincera Mingorance, mientras que Antonio Enamorado, de Comotrans, pone cifras sobre la mesa: "El nivel de exportaciones se mantiene pero el de importaciones ha descendido, se nota en un 25-30% menos que lo habitual".
El otro frente que se abre es que, al tratarse de actividades esenciales, los camioneros deben seguir unas estrictas normas de aseo y protocolos anticontagio que, pese a seguir una norma común, cambian en cada empresa a la que distribuyen. "Algunas han puesto mamparas y tienen a los conductores tras ellas, les ponen un boli con un hilo, les pasan la documentación debajo de la mampara, no les dejan bajarse del camión, no les dejan acceder a los aseos, no pueden acceder a la máquina del café...", enumeran desde Lanjatrans. De forma interna, lo que se ha hecho desde las compañías de transportes es equipar en lo posible a sus chóferes. Todas les han dado geles antisépticos y líquido desinfectante para la cabina pero admiten haber encontrado dificultades para hacerse con mascarillas y EPIS.
Esos problemas se han trasladado a la carretera también, donde los conductores han tenido problemas hasta para poder asearse ante el cierre de áreas de servicio. "Ha sido más fácil ducharse en Francia que en España", afirman desde una de estas compañías. "Nosotros llegamos a un acuerdo con Galp, a través de Fenadismer (Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España), para que nos faciliten comida a través de ventana y aseo para los conductores, aunque no en todos los sitios se está cumpliendo", dice Antonio Enamorado desde Comotrans.
La situación no ha sido fácil para los coleccionistas de kilómetros. Alojamientos y restaurantes de carretera cerrados han hecho que muchos pasaran días sin poder ni siquiera darse una ducha. A nivel interno, en España, ya se está abriendo más la mano para poder ayudar a quienes suministran alimentos y mercancía para mantener, aunque sea, las actividades esenciales. Falta ahora por saber cómo responderán fuera de España cuando otros países endurezcan sus medidas. "Cuando llegaban a un súper sí tenían más facilidad para comer", cuenta Antonio Mingorance, "pero cuando es a una estación de servicio les está costando, aunque algunas sí están ya por la labor".
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