A través de la ventanilla de la historia

Señales en la vía es un pequeño recuerdo que nace con el objetivo de mirar al frente. La necesidad de mejorar la seguridad en los desplazamientos y de optimizar los recursos han permitido revitalizar al ferrocarril, que ya parecía superado como medio de transporte por el auge de los aviones y los coches. El camino del pasado al futuro parece marcado por las paralelas de las vías.

Este contexto -unido a la conmemoración del 135 aniversario de la línea Bobadilla-Granada- ha sido el que ha abierto las puertas del Parque de las Ciencias al tren. En la muestra que acoge el museo se puede revisitar la historia del ferrocarril desde sus comienzos en la provincia, además de conocer cómo eran las máquinas de vapor que abrieron camino hace más de un siglo gracias a las maquetas expuestas, obra, precisamente, de uno de los maquinistas de aquellas locomotoras, Francisco Melero.

"Había días que nos bebíamos cuatro o cinco botijos de agua...", recuerda Melero, hijo y nieto de maquinistas y que, con su trabajo artesanal, ha recreado aquellas máquinas con exquisita minuciosidad en las miniaturas que se exhiben en el aula taller del Parque de las Ciencias.

Sus recuerdos, las anécdotas, las maquetas de trenes y de señalizaciones y el medio centenar de imágenes que se exponen dan color a una etapa en la que la llegada del tren a la estación era casi un acontecimiento. "Las mujeres de los que trabajábamos en el ferrocarril nos esperaban para conseguir agua caliente y carbón", recuerda Melero, que explica que "cuando nos quemábamos, nos echábamos aceite y acercábamos el brazo al calor, para que no se levantara ampolla". Incluso rememoró la época en la que las jornadas de trabajo eran infinitas (hasta catorce o dieciséis horas paleando carbón) y en la que la figura del botijo era más importante que la de cualquier revisor.

Superados aquellos avatares, la mirada se fija en los sistemas de prevención, en la evolución tanto de la tecnología utilizada como de las infraestructuras. Así, se une, según afirmó ayer el comisario de la muestra, José Peña, "la historia con el mundo del trabajo y del riesgo" con un claro objetivo, no olvidar el camino ya andado. En tren.