El tren Granada-Barcelona se canceló cuando tenía el 79% de ocupación media
La ciudad cumple el viernes 900 días de aislamiento y Marea Amarilla reclama que se pida financiación europea para el soterramiento
Granada/Granada cumple el próximo viernes 900 días de aislamiento ferroviario que, según informó Renfe a comienzos de abril de 2015, iban a ser sólo cuatro meses mientras se ejecutaban obras en diversos tramos de la línea de ancho convencional Granada-Bobadilla para su adaptación al paso de circulaciones de alta velocidad. La puntilla llegó unos meses después, cuando se canceló el tren nocturno Granada-Barcelona, el histórico Gibralfaro, que en sus últimos ocho meses de vida registró una ocupación media del 79%, según informan fuentes sindicales de Renfe. El tren, que constaba de 220 plazas, ofertó en este último espacio de tiempo 37.154 asientos, de los que se ocuparon 29.093 en dirección a la capital de Cataluña. En el sentido inverso se pusieron a la venta 37.259 tickets, de los que se vendieron 29.761. La Marea Amarilla, que cuenta cada día de aislamiento ferroviario en un panel instalado en el barrio de la Rosaleda, tendrá que poner la próxima semana un rotundo 900, el tiempo que ha pasado "con la excusa de que el AVE iba a estar circulando en el primer trimestre de 2016". Desde las plataformas aprovechan esta efeméride para volver a reclamar un "AVE de verdad para Granada" teniendo en cuenta la información facilitada por la Unión Europea en la reciente visita de la delegación de Granada a Bruselas para informar de la situación del transporte ferroviario en Granada, en la que distintos representantes del Parlamento Europeo señalaron que existen fondos para efectuar el soterramiento del AVE en la capital y también para la Variante Sur en Loja. "Marea Amarilla pide a todos los responsables políticos granadinos, instituciones y plataformas que están en la Mesa del Ferrocarril, que se pongan a trabajar conjuntamente para impedir que esos fondos vayan a otras provincias", señalan desde la plataforma en un comunicado, en el que se vuelve a insistir en la reclamación de que la alta velocidad llegue en "condiciones dignas y que vertebren nuestro territorio".
La nueva reclamación de las plataformas por el tren llega después de que las movilizaciones en Murcia para exigir un AVE soterrado hayan ocupado los titulares de los informativos nacionales. La madrugada del pasado viernes más de 3.000 vecinos sumaron su apoyo a la concentración para exigir el soterramiento. El potente despliegue policial blindó las vías e impidió el acceso de los manifestantes a los raíles. La concentración en el paso a nivel terminó con incidentes a última hora, como el cruce de contenedores en algunas calles y el lanzamiento de una botella al paso de un tren.
Y la gran exigencia es que el AVE parte en dos a la ciudad, el mismo caso que se da en Granada en el barrio de la Chana y en la Rosaleda, una situación que se mantiene con las actuales obras para la llegada en superficie de la alta velocidad. Eso sí, en Murcia todavía es posible subirse a un tren para viajar a la capital de España...
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