La última imagen de Ruiz Alonso
El hombre que denunció a Lorca se 'escondió' en Estados Unidos, donde vivía una de sus hijas, para huir de los periodistas; falleció en 1978 y sus restos fueron repatriados a Madrid en 1982
A comienzos de 1983, el poeta Luis Rosales seguía pidiendo a Ramón Ruiz Alonso que diera la cara ante los medios de comunicación y explicara lo que supiera del destino de Federico García Lorca, como estaba haciendo él. Ruiz Alonso había sido quien escribió la denuncia que acabó con Federico ante un pelotón de fusilamiento el 18 de agosto de 1936. Se le suponía único superviviente del grupo de golpistas que tomaban las decisiones en el Gobierno Civil de Granada durante el Alzamiento.
Pero Ruiz Alonso no podía verle ni oírle desde su casa madrileña de la calle Maestro Chapí. Llevaba casi cinco años muerto. Había cumplido su promesa de llevarse a la tumba el mayor de sus secretos y morir tranquilo, alejado de las presiones de periodistas y escritores. Para 1975, Ruiz Alonso sufría un verdadero acoso mediático que capeaba como podía. Pero empezaba a hacerle mella. Desde todos los periódicos de Madrid y también TVE se le pedían entrevistas y comparecencias. No aceptó ninguna. Enviudó en 1974; abandonó su barrio de Fuencarral y se refugió en la urbanización La Florida, en casa de su hija Emma Penella. Ahora ha aparecido el expediente de aquel viaje, que contiene la última fotografía que se hizo en España.
Los dos últimos contactos que tuvo con periodistas arrojaron resultado dispar. El primero había sido con José Luis Vila-San-Juan, ganador del Premio Espejo de España 1975 con su obra García Lorca, Asesinado; toda la verdad. Lo más cerca que estuvieron fue a través de conversaciones telefónicas entre 1971 y 1973, que no pasaron de amenazas de querellas en los juzgados. Ruiz Alonso se sentía acosado por Vila-San-Juan y le remitía a su abogado, José María Gil Robles.
El último periodista que consiguió hablar con Ruiz Alonso, y obtener una entrevista personal en su casa de Madrid, fue Eduardo Molina Fajardo, director del periódico falangista Patria de Granada. Estuvo detrás de él entre 1970 y el 29 de marzo de 1975 en que lo consiguió.
A partir de ese día, no tenemos conocimiento de que accediera a hablar con nadie más sobre la muerte de Federico García Lorca. Tampoco sabemos si dejó escritas sus memorias bajo el título Así se escribe la historia. Sus miedos se fueron acrecentando, se sentía vigilado, quizás amenazado. Su hija Emma relató cómo pidió que le comprasen un pastor alemán para hacerle compañía en casa, hasta que se fue a vivir con ella. Dejó de vérsele por la calle, aunque no salía mucho. El aluvión de información sobre la muerte de García Lorca le hizo sentirse muy incómodo. Con Franco vivo debió sentirse protegido, pero durante la agonía del dictador se llenó de intranquilidad y tomó la decisión de perderse para siempre.
Huida a EEUU
Pocos sabían que las hijas de Ramón Ruiz Alonso eran cuatro, en vez de las tres artistas que siempre salían en las revistas (Emma, Elisa y Terele). Estaba también la pequeña María Julia, casada con un americano. Tan sólo unos días después de haber enterrado a Franco, el denunciante de Lorca se pasó por la embajada de EEUU en Madrid y solicitó visado para emigrar temporalmente. Después fue al Instituto Nacional de Emigración para completar la documentación. En su expediente, al que hemos tenido acceso, figuran sus datos y la última fotografía que se hizo en España.
Ruiz Alonso se personó en el Servicio Provincial de Encuadramiento y Colocación de Madrid, perteneciente a la Organización Sindical, el día 5 de diciembre de 1975. Rellenó solicitud para emigrar a ultramar, concretamente a EEUU. Se dirigió a la Organización Sindical solicitando rebaja en el pasaje. El expediente abierto número 100631 fue resuelto el 14 de diciembre de 1975 de manera favorable, según nos ha relatado el funcionario que le atendió. Se le consiguió vuelo desde Barajas para el día 7 de enero de 1976.
En su hoja de solicitud escribió los siguientes datos: Ramón Ruiz Alonso, domiciliado en Madrid, calle Maestro Chapí, 7, nacido el 14 de noviembre de 1903 en Villaflores, Salamanca, hijo de Ricardo y Francisca, de estado civil viudo, de profesión jubilado, con DNI 50.012.507, etc.
Después se personó en la embajada de EEUU para solicitar visado de turista, que le fue concedido desde el 15 de diciembre de 1975 hasta el 15 de abril de 1976. Aportó pasaporte M159862/73, con vigencia hasta el 23 de noviembre de 1978. El motivo de su viaje era turista y su destino el domicilio de su hija menor, situado en el 3576 Llear Lake, Las Vegas 89030 (Nevada).
En la copia del expediente figuran la solicitud para emigrar a ultramar, el visado de la Embajada de EEUU y el pasaporte de Ramón Ruiz Alonso. Hay también dos fotografías suyas, ambas muy similares, pues están tomadas con sólo dos años de diferencia. La que se adjunta al visado se supone es la última que se hizo en España, con 72 años recién cumplidos.
Muerte y retorno
En España, apenas el íntimo círculo familiar de Ruiz Alonso sabía, y callaba, su destino final. La residencia de su hija María Julia y su yerno Ward Messing en Las Vegas es una especie de adosado, estilo americano; allí pasó Ramón Ruiz Alonso los dos últimos años de su vida. Para ello, renovó periódicamente el visado de turista. Falleció en 1978 de muerte natural, a punto de cumplir los 75 años.
Cuatro años después, en 1982, sus restos fueron trasladados en una urna y depositados en el panteón familiar de los Ruiz Penella, en la sacramental de San Justo de Madrid. Allí reposan de forma anónima desde el 17 de octubre de 1982. Su esposa, Magdalena Penella Silva (hija de compositor Manuel Penella, El gato montés), le había dejado viudo el 23 de julio de 1974.
Ramón Ruiz Alonso había sobrevivido a todos los actores que tomaron parte en la decisión de denunciar y fusilar a Federico García Lorca. Él firmó personalmente la carta de denuncia, junto con tres compañeros más de la CEDA (fallecidos en 1956, 1970 y 1971) en la redacción del periódico Ideal de Granada, donde trabajaban dos de ellos. Ruiz Alonso fue diputado de derechas por Granada entre 1933 y 1936; siguió muy ligado a Granada, pues hasta el verano de 1973 veraneó cada año en un apartamento en Torrenueva (Motril).
Toda esta documentación aparecerá publicada en la siguiente edición del libro Lorca, el último paseo, de Gabriel Pozo.
Material documental y gráficofacilitado por el periodista e investigador Gabriel Pozo.
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