Siete de cada diez usuarios dan un suspenso rotundo a la LAC
Facua realiza una encuesta de opinión sobre el nuevo sistema y trasladará a Movilidad las sugerencias ciudadanas
El 71% de los residentes en Granada suspende el nuevo sistema de transporte urbano de la capital. Al menos así lo refleja una encuesta realizada por FACUA en la que han participado más de 900 personas.
En lo que se refiere a la Línea de Alta Capacidad (LAC), los usuarios suspenden el servicio con una puntuación de 3,47 puntos sobre 10. Esta valoración, pese a estar lejos del aprobado, es la más elevada del conjunto.
FACUA quiso conocer cuáles son, de acuerdo con la opinión ciudadana, los principales problemas que afectan a la LAC. El primero que detectan los granadinos es la masificación del servicio, mencionada por un 73% de los participantes seguida de la mala planificación (70%) y los problemas para transbordar (59%). Finalmente, y con la mirada puesta en el futuro, la evolución que los ciudadanos esperan de la LAC no es optimista: el 36% de los participantes piensan que el servicio empeorará mucho y el 22,1% que empeorará algo frente al 18% que espera que mejore.
David Avellaneda, responsable del estudio, indica que "el arranque de la LAC no ha sido especialmente brillante y, lo peor, es que conforme el tiempo pasa los problemas se mantienen. Algunos, como los problemas de trazado o la ubicación de las paradas, son problemas estructurales y precisarían de cambios en profundidad; y otros, como la masificación y los retrasos, persisten debido a los errores cometidos en las estimaciones de viajeros".
Al preguntar a los encuestados por las líneas de barrio los resultados han sido aún más desalentadores. La valoración global del servicio aquí es de 2,88 puntos mientras que los nuevos trazados de líneas se quedan en 2,44 puntos. De hecho, 4 de cada 5 encuestados piensa que ese trazado deja zonas desconectadas, siendo el Zaidín y La Chana las zonas que peor cubiertas están, seguidas del Albaicín y la zona del Cementerio que antes cubría la línea 13.
A este respecto, David Avellaneda comenta que "se echa de menos cierta racionalidad en los trazados, tanto por los giros que a veces dan las líneas como por la dimensión de las mismas. También son muy necesarias mejoras en las frecuencias, especialmente en las líneas del Albaicín, tanto para prestar un buen servicio al ciudadano como al turista." Es evidente, concluye Avellaneda, "que las líneas de barrio son las hermanas pobres de este nuevo sistema."
La conclusión final es clara: el nuevo sistema se queda en una puntuación global de solo 2,29 puntos mientras que el nuevo mapa general de líneas solo alcanza 2,21. Una valoración "muy negativa" que tiene "diversos motivos". Y es que, según los datos de la encuesta desde que se ha producido el cambio de sistema los granadinos tardan, de media, 22 minutos más en llegar a su destino, de los que 8 minutos tienen que hacerlos caminando. Y por si esto fuera poco el nuevo sistema supone que los granadinos tengan que hacer una media de 1,7 transbordos por trayecto para llegar a su destino. Considerando que antes solo hacían los 0,07 transbordos de media el incremento en el número de transbordos es de un 2.400%.
La encuesta lanza otro dato más: el 66,2% de los granadinos estarían totalmente de acuerdo en volver al antiguo sistema de transporte. De acuerdo con Facua, esta opinión se refuerza en las personas mayores, discapacitados y quienes tienen que usar carros de bebé o de compra. "Si estos problemas no se resuelven es probable que los usuarios eviten coger el auotbús y vuelvan al vehículo particular", declara Avellaneda.
Durante la realización de esta encuesta se han recogido opiniones y quejas pero también sugerencias e ideas ciudadanas que Facua trasladará al Área de Movilidad esperando que sean atendidas y puedan mejorar el actual sistema de transporte. "En total hay más de 50 páginas de comentarios de todo tipo", concluyó el responsable de este estudio.
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