Los vecinos del Albaicín llevarán ante la Unesco las deficiencias del barrio
En el documento expondrán al organismo internacional la dejadez en la que las administraciones han sumido al barrio, declarado Patrimonio Mundial hace 20 años
En su baremo de prioridades, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia, Cultura y Comunicación (Unesco) contempla la preocupación vecinal, la alarma social y la movilización ciudadana como causas principales para poner el foco en uno de los más de 900 enclaves del mundo declarados Patrimonio Mundial. Y eso es, precisamente, lo que van a hacer los vecinos del Albaicín, utilizar su presencia en la lista de Patrimonio Mundial para reclamar la atención de la Unesco y que obligue a las administraciones a cumplir con su obligación de conservar el patrimonio.
No partirán de cero, aprovecharán el expediente que iniciaron en 2004 en el que mostraban las preocupaciones de los residentes en materia social y urbanística. Aquel intento coincidió con el décimo aniversario de la declaración del Albaicín como Patrimonio Mundial por parte de la Unesco; éste coincide con el 20 aniversario de la efeméride.
¿Qué pasó para que hace diez años se abandonara la idea? Lola Boloix, presidenta de la Asociación de Vecinos del Bajo Albaicín, recuerda que el entonces presidente de la Junta Municipal de Distrito del barrio, Jaime Sánchez-Illescas, convenció a los vecinos para que no presentaran este expediente ante el temor de que la Unesco sacara al Albaicín de la lista de Patrimonio Mundial.
Poco después el barrio comenzó una serie de movilizaciones en las que participaron más de 3.000 personas pidiendo mayor seguridad en sus calles. Y surtieron efecto, porque el barrio mejoró sustancialmente sus estadísticas de delincuencia, hasta tal punto que ese no es hoy un motivo especial de preocupación para el barrio. "Los cuerpos de seguridad comenzaron entonces un trabajo magnífico y efectivamente hoy no podemos decir que el Albaicín sea un barrio menos seguro que cualquier otro enclave de Granada", explica satisfecha Lola Boloix.
Pero el barrio sigue arrastrando los mismos males que hace 20 años sus vecinos pensaban extirpar tras la declaración de Patrimonio Mundial. "Hace falta regular los usos del barrio, arreglar calles enteras, rehabilitar viviendas, mejorar la limpieza, evitar el despoblamiento y dejar de aprobar innovaciones puntuales con las que se está cambiando la fisonomía del barrio", explica preocupada la presidenta de la asociación de vecinos del Bajo Albaicín.
"Se les tendría que caer la cara de vergüenza a los políticos después de ver la cantidad de dinero que se ha invertido en el Albaicín para no hacer nada", explica la representante vecinal. "No le veo solución posible a la degradación del barrio porque nadie hace nada, pero por nosotros no va a quedar así que desde mañana [por hoy] nos vamos a pone a trabajar", dice Boloix.
La movilización de los vecinos se produce a falta de dos meses para que la Agencia Albaicín presente el informe periódico que le exige la Unesco cada diez años para velar por los enclaves declarados Patrimonio Mundial.
En el último de estos informes, de 2005, la Unesco advertía de la presión urbanística a la que está sometida el barrio, la ausencia de planificación urbana, el envejecimiento del patrimonio, la ausencia de planes de rehabilitación de viviendas, la despoblación, la especulación y la ausencia de un plan específico contra los terremotos.
Ayer, el representante vecinal del Alto Albaicín, Manolo Vargas, opinó que se han hecho sustanciosas mejoras en el barrio y que la única queja que a él le ha llegado de los vecinos hace referencia a la proliferación de excrementos de perros en el barrio.
El portavoz de IU en el Ayuntamiento, Francisco Puentedura, denunció ayer la pasividad del gobierno municipal respecto a la protección patrimonial del Albaicín y exigió un Plan Director para el barrio consensuado con vecinos, especialistas en patrimonio, y que priorice líneas de actuación de todas las administraciones. De este modo recordó que este año "se cumple el 20 aniversario de la ampliación de la Declaración como Patrimonio de la Humanidad al barrio del Albaicín, y desgraciadamente la situación patrimonial de este barrio se ha degradado a pasos agigantados".
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