Los vecinos del Albaicín quieren ahora que vuelvan las 'Diabline'

Con la llegada del tren turístico el servicio fue suprimido después de haber sido objeto de críticas

La llegada de la Diabline enfadó a los vecinos del barrio, siempre a favor de los microbuses.
L. Mingorance Granada

03 de febrero 2014 - 01:00

Hace un año ni siquiera lo habrían imaginado, sin embargo, ocurrió. Los vecinos del Bajo Albaicín han empezado a echar de menos los trayectos en la Diabline por la Carrera del Darro hasta el punto de que estarían encantados de su regreso. Atrás quedaron todos esos momentos en que este medio de transporte era el centro de todas las críticas, los odios y los desprecios, pues según explica la presidenta de la Asociación Vecinal Bajo Albaicín, "tenía su utilidad".

Por ejemplo, gracias a la Diabline, las personas mayores podían bajar a comprar al centro de la capital y luego subir a casa a través de este pequeño medio de transporte que fue objeto de mofa sobre todo al principio, pues en realidad, aunque ahora piensen que era útil, lo que de verdad desean los vecinos es la vuelta de los microbuses de la Rober todos los días de la semana. "Suben por Carrera del Darro y Paseo de los Tristes de lunes a viernes pero claro, cuando llega el fin de semana, lo tienen prohibido por el tránsito de los turistas, así que ahora, nos hemos quedado sin microbus y sin la diabline".

El que sí puede subir y hacer todo el recorrido es el tren de la Alhambra, el Granada City Tour, que según la presidenta, aunque se presentó como una solución a los problemas de movilidad del barrio, no lo es pues a su juicio está enfocado al turismo: "No se puede ir con bultos porque son muy estrechos por lo que no podemos utilizarlo", remarca Boloix que, además, afirma que sale mucho más barato viajar con el bonobus de la Rober (0,79 céntimos el viaje) frente a los 1,05 euros del Granada City Tour.

Otro de los problemas, según detalla Boloix, es la velocidad del tren híbrido, pues habitualmente genera colas de vehículos en el barrio, provocando la impaciencia de los vecinos. "Los coches tienen que ir detrás de él, y como va tan lento, genera una caravana impresionante porque además, ningún vehículo lo puede adelantar, por lo estrecho de las calles hasta el Carril de la Lona". Por todo ello, esta asociación vecinal está a favor de la vuelta de los autobuses todos los días de la semana y, si no es posible, de la Diabline, pues para ellos el tren de la Alhambra es una solución sólo válida para los turistas.

El Paseo de los Tristes fue peatonalizado en marzo de 2012. Desde entonces el Ayuntamiento de Granada ha realizado diversos esfuerzos por contentar a los vecinos, con la puesta en marcha de la Diabline primero, y del Tren turístico después. Además los taxistas y los autobuses volvieron a tener ciertos permisos para circular en 2013. Sin embargo casi dos años después, la polémica continúa.

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