Los vecinos de la zona Norte de Granada reclaman las más de cien horas sin luz que les deben

El distrito Norte de la capital ha vuelto a movilizarse contra los cortes de luz que lleva "más de 15 años sufriendo" esta zona de la capital, según han denunciado los propios vecinos de la zona en la marcha que ha tenido lugar en la tarde de este jueves. De forma más cercana, los organizadores han asegurado que en los últimos 50 días, solo dos edificios del barrio de Cartuja acumulan más de 122 horas sin suministro eléctrico.

En una nota de prensa, los responsables de esta iniciativa explican que el corte más largo sufrido fue de seis horas y 45 minutos y tuvo lugar la noche del 23 de septiembre. "Esta situación no es exclusiva de Cartuja, ya que otros barrios como La Paz, Almanjáyar y Casería de Montijo se ven afectados por los mismos problemas", concluyen los afectados, que ya han llevado a cabo innumerables acciones para visiblizar este problema, como el encierro organizado por el párroco Mario Picazo y el Defensor de la Ciudadanía hace cinco años, pero que, lamentan, no han servido para que se produzcan "avances significativos que garanticen el fin de esta problemática para todas las personas afectadas".

A estos datos, se suma otro conocido hace unos días: el centro de transformación de electricidad situado entre los barrios de La Paz y Rey Badis de la zona Norte en lo que llevamos de año, sus fusibles se han fundido en 730 ocasiones por la "continua manipulación" de la instalación, que pese a tener capacidad para 2.400 viviendas tiene solo 47 clientes. Por este motivo, Endesa comunicó la instalación de un nuevo centro de transformación en el Camino de los Yeseros para aliviar el transformador de La Paz, que por su sobrecarga provoca continuos cortes de suministro.

Esta situación adquiere tintes especialmente graves para las personas electrodependientes, quienes dependen de la electricidad para sobrevivir, viéndose seriamente perjudicadas por estos cortes prolongados. “Quienes necesitan oxígeno para respirar, son dependientes o necesitan mantener su medicación refrigerada se encuentran en una situación especialmente dramática”, sostienen.

Las personas afectadas recuerdan que la compañía distribuidora, Endesa, tiene un contrato con cada cliente que está al día en sus pagos, lo que les obliga a garantizar un servicio eléctrico continuo. Cada interrupción del suministro supone una vulneración de los derechos fundamentales de quienes residen en los hogares afectados.

Por ello, insisten: "Exigimos que Endesa implemente de manera urgente las medidas técnicas y tecnológicas necesarias para garantizar un suministro eléctrico estable y continuo". Asimismo, subrayan que es hora de que la Mesa Técnica de la Luz, en la que participan Endesa y las Administraciones y que lleva años reuniéndose, adopte finalmente alguna medida efectiva para poner fin a estos cortes constantes. Estos no solo deterioran gravemente la calidad de vida de las personas afectadas, sino que también vulneran derechos fundamentales de vecinas y vecinos.