Más viejos pero sin 'cantera' laboral: así ha evolucionado Granada en los últimos 50 años

Desde los años 70 la esperanza de vida y la edad media de la provincia ha subido, pero la caída de nacimientos augura mal futuro

Así será la Granada del futuro: femenina, envejecida y poblada por 'extranjeros'

Un abuelo con su nieto en un parque de Granada.
Un abuelo con su nieto en los Paseíllos Universitarios. / Antonio L. Juárez / Photographerssports

Granada/Desde el arranque de enero, los granadinos (y el resto de españoles) que quieran jubilarse con el 100% de la pensión tendrán que tener al menos 66 años y 8 meses cumplidos, en virtud de la reforma de pensiones de 2013, en la que se elevaba progresivamente la edad de jubilación desde los 65 a los 67 años en un horizonte total de 15 años. La medida ha vuelto a poner sobre la mesa un debate que parece no acabar, el de la viabilidad de las pensiones, especialmente en una sociedad, la granadina, que el pasado año alcanzó su edad media máxima desde los años 70 (43,6), pero que al mismo tiempo tocó suelo en el número de jóvenes menores de 16 años por cada cien personas en edad laboral. Es decir, los vecinos de Granada viven más años que nunca, pero cuenta con menos 'cantera' que tome las riendas a medida que se jubilen.

Los datos, recopilados en el Sistema de Información Demográfica de Andalucía (SIDEMA), muestran precisamente cómo ha evolucionado la provincia desde el inicio de la década de 1970 hasta la actualidad y, pone en duda la viabilidad del sistema de pensiones en generaciones futuras y de ello dan buena cuenta distintos datos. Así, a modo de ejemplo, en 1971, la provincia tenía una media de edad de 30,9 años, pero en 2024 subió hasta los 43,6, casi trece años en cinco décadas; mientras que el índice de jóvenes en relación a la población en edad laboral ha pasado de 58,8 a 22,5 en el mismo periodo de tiempo.

No es solo el mercado laboral, Granada es cada vez una provincia más envejecida. Así, el índice de envejecimiento de la población, el número de mayores de 65 años por cada cien menores de 15 ha pasado del 27,9 al 142,61. Es decir, que en 1971 en la provincia había prácticamente treinta personas en edad de jubilación para cien jóvenes que estaban llamando a las puertas del mercado laboral; ahora, en 2024, la proporción ha pasado a 142 para cada centenar, por lo que la balanza ha quedado claramente descompensada.

Los datos del Observatorio Argos, dependiente de la Junta de Andalucía, permiten observar, con algo más de detalle, cómo se encuentra ese relevo generacional en los distintos municipios de la provincia. Así, atendiendo a su Índice de Renovación de la Población Activa (relación entre la población de 15-24 años, que está comenzando, o ha comenzado, su vida laboral, y la de 55 y 64), la capital se encuentra, según los datos actualizados a fecha de diciembre, en el 74,1%, bastante por debajo de la media provincial (76,6%).

De hecho, la ciudad de la Alhambra presenta uno de los porcentajes más bajos de Granada, pues tomando como referencia las principales ciudades de la provincia, tan solo Almuñécar arroja un número menor (70,8%). Municipios cercanos geográficamente como Armilla salen mejor parados en este indicador (85,8%), situación en la que también se encuentra Motril (85,2%) y, especialmente, Las Gabias (99,7%). Incluso localidades como Jatar, una de los menos pobladas según el último padrón, ofrece un mejor balance, con un 88,7%.

La serie histórica de este Observatorio se remonta a 2008 (último año disponible para consulta), cuando la capital arrojaba un Índice de Renovación de la Población Activa del 117,7%, de nuevo por debajo de las marcas provinciales (137,5%) y andaluza (133,8%), señal de que si bien las cifras de la capital han bajado en quince años, esto no deja de responder a una tendencia a la baja en todos los municipios. De hecho, Las Gabias vuelve a presentar mejores datos que la capital, con un índice del 190%, mientras que Armilla despidió aquel año en el 177,2%.

Menos nacimientos, pero con más esperanza de vida

Volviendo a los datos de SIDEMA, aparecen indicadores que ayudan a tener mejor cómo se encuentra la provincia y cómo ha ido cambiando en el último medio siglo. Así, aunque la natalidad se encuentre en mínimos históricos, lo cierto es que los bebés que nacen tienen más probabilidades de vivir hoy que en 1975. Ese año, la probabilidad de un recién nacido de morir era del 25,3%, mientras que en 2023 (último año disponible) era del 3,8%.

En los datos más recientes, eso sí, la probabilidad de muerte entre los bebés es notablemente superior en los hombres, pues mientras ellos rozan prácticamente el 5%, las niñas recién nacidas en Granada tienen una probabilidad de muerte del 2,7%.

Imagen de archivo de un bebé en una incubadora.
Imagen de archivo de un bebé en una incubadora. / García Vivas

Al mismo tiempo, y aunque nazcan menos granadinos, los que lo hacen viven más, pues la esperanza de vida actual en la provincia se sitúa en los 83 años al nacer, la más alta de Andalucía empatada con Málaga. En 1975, sin embargo, se encontraba en 72,9 o, lo que es lo mismo, un granadino o granadina que nazca en 2023 vivirá diez años más que quien lo hizo a mediados de los 70, aunque su pensión no estará tan asegurada como la de este último.

De nuevo aquí, la balanza se decanta hacia las mujeres que hacia los hombres de la provincia, pues ellas tienen una esperanza de vida al nacer de 85,5 años, mientras que ellos es de 80,3. Una diferencia que viene de atrás, pues en 1975 la esperanza de vida al nacer era de 75,1 y 69,7 respectivamente.

Más divorcios, pero más alejados en el tiempo

Independientemente al número de nacimientos o la edad de los granadinos, los datos muestran que los matrimonios en la provincia (el SIDEMA solo recoge matrimonios de distinto sexo) son más duraderos, pues en 2023 los granadinos tardaban de media 17,5 años tras dar el "sí, quiero" para presentar una demanda de divorcio, mientras que en 1998 (último año en esta serie histórica) el tiempo entre ambos momentos era de 15,8 años.

Eso sí, que se tarde más tiempo en romper el matrimonio no implica que estos hayan bajado, todo lo contrario. En 2023, la provincia registró 43 divorcios por cada cien nuevas parejas que pasaban por el altar, casi la mitad, mientras que en 1998 fueron solo 13,2; en sentido resulta curioso, a la luz de los datos, ver cómo el divorcio se ha ido a asentado en la sociedad, pues mientras este indicador ha subido notablemente a lo largo del siglo XXI, la separación en los granadinos ha bajado, pasando de 22,7 a tan solo 3,2 por cada cien nuevos matrimonios.

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