"No somos los únicos 'goleores', que hay más": Relato de una mañana en la zona cero de las cumbres de Granada
Cumbres en Granada
Expectación en las inmediaciones del Palacio de Congresos en la primera de las dos jornadas de reuniones internacionales que acoge la capital granadina
Los colegios junto a la zona cero de las cumbres ultiman sus planes de contingencia ante la posibilidad de un colapso de tráfico
A las 9:16 minutos de la mañana del 5 de octubre de este 2023 una mujer pregunta a un policía cómo pasar hacia el Palacio de Congresos. Con la mano, su interlocutor lanza una elipse a todo lo ancho que da el brazo. Hay que ir por el otro lado. Ese gesto -extender la extremidad y lanzar un gran redondel con la mano, mientras que con el dedo se señala a un punto lejano- posiblemente fue el más realizado en las primera horas de esta jornada del jueves, la primera de las dos en las que Granada se convierte en epicentro de la alta política continental. La ciudad acoge dos citas de máximo nivel. Una de ellas es la tercera edición de la Cumbre de la Comunidad Política Europea, que reúne a medio centenar de dirigentes del continente. La segunda, el viernes, es la reunión informal del jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países miembros de la Unión Europea, organizada por la presidencia española del Consejo de la UE. Las dos han obligado a un amplio dispositivo de seguridad y a conturbar la rutina de quienes habitualmente van en coche al centro o tienen que ir por Armilla.
Las inmediaciones del Palacio de Congresos congeniaban la estampa de unas calles sin coches, fuertemente vigiladas, y decenas de personas que iban y venían, cada uno a lo suyo, a pie. El fuerte dispositivo de seguridad, bien visible, estaba reforzado con agentes de paisano y contaba con soporte desde las azoteas. La más evidente, la del que fuera Hotel San Antón, con una carpa azul y un dron dedicado a sobrevolar lo que se puede bautizar como la zona cero de las cumbres. Alrededor, como satélites, viandantes, muchos de ellos expectantes ante lo que ocurrí. Otros, a lo suyo, a sus quehaceres, su trabajo, con sus carros de la compra.
En una de las cafeterías junto al Palacio de Congresos se vivía el trajín propio de las nueve de la mañana, pero con detalles singulares. Desde detrás de la barra se reconocía más actividad que un día cualquiera. En una de las mesas altas dentro del local, varios miembros del Ejército tomaban café con agentes de la Policía Nacional. A dos pasos, en otra mesa, media docena de personas con ucen acreditación y pinganillo. Son miembros del dispositivo de seguridad que cogen fuerzas antes de la intensa mañana que espera. Durante meses se ha desarrollado un trabajo previo y discreto que, ahora, durante estos dos días, aflora con decenas de agentes y vehículos en la calle.
En la carpa ubicada entre la entrada al parking por San Antón y el establecimiento que ahora ocupa la lonja del Violón se indicaba cómo acceder al Palacio. Buscan indicaciones los de prensa y las camareras de la empresa de cátering. Todas con moño bajo, bien repeinado, zapato plano, sin joyas en las manos, vestidas con pantalón y mandil, todo de negro, y con pajarita roja. "Yo estaré con los primeros ministros. No puedo llevar móvil", explica una de ellas. Saben a qué hora tienen que estar en el Palacio de Cogresos. Servirán café, el almuerzo, otro café y la cena. "Ya estuvimos con los Reyes dl día de las Fuerzas Armadas", señala otra de las jóvenes. Todas lucen una sonrisa impecable.
En Abonos Bolívar la mañana discurría de lo más tranquila. Han avisado a los proveedores de que este días no manden mercancía. Prácticamente imposible llegar en coche hasta este punto, a escasos metros del Palacio de Congresos. Han sido previsores y explican que por la mañana han salido hacia el trabajo con tiempo, ante lo que pudiera pasar con los cortes de tráfico. Como muchos, han tenido que armarse de paciencia con el atasco provocado por un accidente en la Circunvalación. Algunas familias del cercano colegio Tierno Galván, uno de los dos públicos que hay justo en la zona cero, también se han curado en salud y han solicitado el servicio de aula matinal. El director del cole, Alonso Guerrero, señala que la asistencia del alumnado al centro ha sido generalizada. "Han faltado cinco alumnos en las diferentes clases, lo que entra dentro de la normalidad". Además de no faltar, han llegado a su hora. "La puntualidad ha sido también la de un día normal de clase", añade el director del colegio.
Otro de los puntos sensibles dentro del perímetro de seguridad establecido junto al Palacio de Congresos es la Oficina de Empleo en la calle Sos del Rey Católico. Fuera, ni un coche. Es una de las vías en las que durante estos días no es posible aparcar. Dentro, uno de los funcionarios señala que han mantenido las citas telefónicas, pero que las presenciales las han reubicado en previsión de que los usuarios de la Oficina no pudieran llegar. El miércoles se atendió al doble de personas que en un día normal y la semana que viene también se intensificará la atención con las citas que han tenido que reubicarse por las cumbres. En el Centro de Salud de Manuel de Góngora fuentes de Salud indicaron que no ha habido ningún cambio y calificaron la situación de normal.
Junto al vallado colocado en el acceso de la rotonda del Palacio de Congresos desde poco después de las diez de la mañana comienza a formarse un grupo de curiosos. Sobre las diez y media son ya una quincena. La llegada de las delegaciones esta prevista para las once y a esa hora ya eran varias decenas las personas apostadas en este punto, una de ellas con la bandera de Ucrania. "No somos los únicos 'goleores', que hay más", señalaba un hombre a otro con esta granadinísima expresión. En las inmediaciones, agentes de la Policía Nacional y la Local se afanan en dar indicaciones a peatones y los pocos conductores que transitan por la zona.
A las doce menos cuarto da inicio la concentración que sin duda ha estado más cerca del lugar de la reunión internacional. Agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil se manifiestan brevemente por la equiparación salarial de ambos cuerpos con respecto a lo que cobran miembros de los cuerpos locales y compañeros de policías autonómicas. Ganan un 30% menos y quieren llevar su reivindicación, que se prolonga durante tres décadas, a Europa. Son 19 personas, explica César Calín, su portavoz, por lo que, asegura, no han tenido que pedir autorización para sacar su pancarta, lanzar su mensaje, atender a los medios y plegar de forma muy ordenada. Todo en apenas un cuarto de hora.
El mundo mira a Granada Y Granada ¿qué mira? Por dos jornadas ve alterado su día a día por impactantes imágenes de vehículos blindados y agentes de seguridad. Hay policías en cada punto de acceso a la zona del Palacio. Por supuesto que ha habido quejas por las vueltas que algunos han tenido que dar y por las indicaciones, a veces contradictorias, dadas por los policías pero sin mayores sobresaltos. "Hasta la presente, nada", resume una cartera en plena jornada laboral mientras entrega una carta al director del Tierno Galván. Y que dure. Junto a los jardincillos varias personas que pasean sus mascotas observan el despliegue. "Les han quitado su zona de juegos".
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