El 2024, un año para olvidar en el Granada CF
Resumen del año
Un doloroso, pero anunciado descenso, deja a los rojiblancos de nuevo en Segunda tras un baile de entrenadores provocado por la mala gestión dentro y fuera del campo
Un año muy combulso se cierra en el Granada CF. Luces y sombras en los tres principales equipos, con el masculino protagonizando las sombras y volviendo a bajar a Segunda División tras una temporada que se recordará por muchos años como una de las peores del Granada en la élite.
El equipo rojiblanco no ha logrado si quiera despedir el año en playoff de ascenso tras pasar el anterior curso en Primera, y es que los primeros partidos y lo mal que salió la apuesta por Guille Abascal sigue haciendo daño. Aunque el sevillano estuvo tan solo seis partidos (18 puntos) y ya se han jugado quince jornadas más bajo el mando de otro técnico.
Comenzó 2024 con un mercado de fichajes cuanto menos llamativo por su actividad, con mucha presencia latinoamericana por la influencia del Cacique Medina y una victoria en casa contra el Cádiz para romper una racha de resultados pésima como local. Se fue Bryan Zaragoza rumbo a Munich y llegaron nueve efectivos de los cuales solo quedan Hongla, Jozwiak, Corbeanu y Marc Martínez, siendo el camerunés el único fichaje verdaderamente acertado.
El Granada no volvería a ganar un partido hasta abril, doce jornadas después y ya con Sandoval a los mandos como 'parche' para una temporada que estaba desahuciada por mucho que no se dijera. El madrileño le mejoró algo la cara a un equipo hundido y esperando a que el descenso fuera matemático.
Dos victorias seguidas en casa contra Alavés y Osasuna, y un meritorio empate a uno en San Mamés le sacó una sonrisa a la grada de Los Cármenes, que vio más derrotas que victorias. Las pancartas, y los vítores de 'DDMC Go Home' y 'Directiva dimisión' se instalaron como el cántico más repetido del año en el Zaidín como protesta a una gestión nefasta. Hay que recordar que hace no tanto, el Granada estaba recibiendo al Manchester United en la Europa League, y desde entonces el club no se ha bajado del ascensor.
Aunque ese placebo se esfumó el día que se certificó el descenso, uno de los tan criticados 'Días del club' en el que aquel que fuera al campo tuvo que pagar 30 euros para ver como el 'Madrid B' goleó a un Granada que saltó al campo ya descendido. Tarde negra en Los Cármenes, o mejor dicho blanca, porque muchos fueron a ver a los Bellingham, Vinicius y compañía más que por otra cosa. Muchos granadinistas de verdad, hartos, optarían por sacarle algún rédito económico y que los madridistas pudieran ver a su equipo con los ojos por una vez.
El resto de partidos fueron un mero trámite, solo pudiendo destacar como positivo el debut con asistencia de Sergio Rodelas en Vallecas. En la última jornada se firmó la vergüenza final con el 7-0 del Girona para terminar la temporada colistas, por que el Almería le metió seis a un Cádiz inerte y terminó adelantando por la diferencia de goles. Bochorno para volver a coger el ascensor, esta vez hacia abajo, y la afición a punto de reventar ante la peor estancia del Granada en Primera División.
Nuevo (y corto) ciclo
El verano fue un periodo de, sobre todo, silencio. El club se movió en la privacidad y adelantó la contratación de Guillermo Abascal, joven técnico con experiencia en otros países pero no en una liga competitiva. Una apuesta de Matteo Tognozzi que podía salir muy bien o muy mal, y lastimosamente fue lo segundo. También hubo varias despedidas, como la de Antonio Puertas entre otros. Se apostó por mantener a los mejores jugadores de la plantilla a no ser que alguien pagara sus cláusulas, y eso puede ser perjudicial si el Granada no termina ascendiendo. Se fueron, entre otros, Batalla, Gumbau y Méndez, y llegaron otros como Pablo Insua, Tsitaishvili, Luca Zidane, Loïc Williams, Reinier o Trigueros. Además, la campaña de abonados volvió a hacer récord con más de 17.000 tras una temporada lamentable, con la afición demostrando de nuevo su incondicionalidad.
Arrancó la temporada con dos derrotas seguidas en casa y un estadio con poco ambiente por que no había Grada de Animación, sembrando las primeras dudas sobre un Abascal que sería cesado sin ganar en casa, y es que el 2-2 contra el Málaga hizo rebosar el vaso. El crédito del sevillano se agotó tras solo seis partidos oficiales y una pretemporada justita.
Hasta hoy
La llegada de Fran Escribá fue como un calmante para todos, tanto jugadores como afición. Un técnico con más experiencia que le dio orden a un equipo que iba como pollo sin cabeza. Siete partidos seguidos sin perder, sumado a los tres empates de Abascal, le dieron impulso a un Granada que llegó a verse en ascenso directo, aunque no por mucho. El 'efecto Escribá' desapareció y, aunque el equipo es más sólido y competitivo que a principios de temporada, se sigue notando esa 'Uzunidependencia' y esa falta de solidez o claridad atrás en algunas ocasiones.
Dos victorias en Copa mantienen al Granada vivo en la competición y esperan ahora al Getafe, y no es descabellado pensar que teniendo un buen día podrían vencerles. En la 'Hipertensiones', una segunda vuelta mejor que la primera puede marcar la diferencia. El mercado de fichajes y como caigan estos en el club, decisivo para un tramo en el que el Granada se juega mucho más que volver a Primera, aunque evidentemente esto sea lo más importante.
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