Distintos dibujos del Granada en función del balón

Granada-Atlético de Madrid La Pizarra

El Granada muestra ante el Atlético de Madrid una versión táctica en fase ofensiva y otra en fase defensiva, ambas condicionadas por la falta de gol del equipo

Carlos Neva aguanta el balón ante Llorente.
Carlos Neva aguanta el balón ante Llorente. / Antonio L. Juárez / Photographerssports

El entrenador del Granada renunció a su plan de las dos últimas jornadas, ante el Cádiz y el Betis, para reforzar su once con un centrocampista más y dejar los atacantes en tres en lugar de en cuatro. Como era de esperar, el elegido para salir del equipo titular fue Callejón para que entrara Gumbau, lo que adelantó la posición de Gonzalo Villar.

También regresó atrás al once Ricard Sánchez, lo que hizo que recuperara su posición en el centro de la defensa Bruno Méndez. El técnico mantuvo en el once a Ignasi Miquel por delante de Piatkowski, pese al buen partido del polaco en el Villamarín. Unas molestias musculares de última hora hicieron que ni siquiera entrara en la convocatoria.

El Atlético de Madrid trató de que no se notara en demasía el desgaste copero metiendo cuatro cambios, que fueron las entradas de Nahuel Molina, Riquelme, Savic y Barrios por Giménez, Koke, De Paul y Lino. Eso sí, Simeone mantuvo arriba a la pareja formada por Morata y Griezmann, con Saúl y Marcos Llorente como principales escuderos por detrás.

El dibujo del Granada, de inicio, fue diferente según estuviera en fase defensiva u ofensiva. Sin balón se situó en un claro 1-4-4-2, con Gonzalo Villar volcado a la izquierda, posición que abandonaba en ataque para irse al centro. Con balón, además, se incrustaba Sergio Ruiz entre los centrales para colaborar en la salida de balón, los dos laterales muy altos, Bryan partiendo desde la derecha y bastante libertad para Uzuni y Lucas Boye. El Atlético no sorprendió a nadie al formar siempre en su 1-5-3-2 habitual de esta campaña.

La buena salida al partido permitió al Granada dominar en los primeros minutos, con largas posesiones de balón, pese a arriesgar a veces más de lo debido cerca de la portería propia, y acercamientos al área de un Oblak al que no llegar a probar. Sólo tiró en la primera media hora Lucas Boyé y el esférico se fue desviado. Sergio Ruiz y Gonzalo Villar eran los faros del equipo en ataque, con participación adecuada de todos los jugadores.

El Atlético trató de igualar el choque a partir de la posesión, aunque el Granada presionó y se situó bastante bien y en ningún momento estuvieron cómodos los visitantes. Sólo se acercaron a Batalla, muy valiente con el balón y seguro cuando de atraparlo se trataba, con un par de chispazos de Riquelme y de Morata que quedaron en nada.

Así se fue la primera parte, sin ser capaz de aprovechar el Granada las acciones a balón parado que tuvo. En la mayor parte de las ocasiones eligió mal al jugar en corto a un desdibujado Bryan en lugar de meter el balón en el área cuando había jugadores de sobra esperando para el posible remate.

Cambios

Comenzó el segundo tiempo con un Atlético mucho más enchufado, tanto que fue incontenible para un Granada perjudicado un día más por las líneas del VAR. Lino y De Paul, los jugadores que metió Simeone en el descanso dieron otro aire a los colchoneros.

Medina esperó hasta el minuto 65 para hacer su primer cambio. Entró Matías Arezo por un desacertado Uzuni, inferior siempre ante los zagueros visitantes. No varió nada a nivel táctico el partido.

En los últimos minutos del partido agotó el Granada sus cambios sin que en ningún momento variara la disposición con o sin balón. Callejón entró por Bryan en la derecha, Melendo por Gumbau en la medular y Antonio Puertas pot Ricard en el lateral diestro. Eso sí, acabó el Granada con unos jugadores más ofensivos sobre el campo para intentar buscar el empate.

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