Mejores prestaciones pero misma sequía anotadora del Granada CF en Cartagena (0-0)
Cartagena-Granada CF La Crónica
El equipo de Karanka marra varias ocasiones clarísimas y merece más ante un oponente que también tuvo sus opciones al inicio y al final del partido
El Granada mejoró en Cartagena sus prestaciones como visitantes, aunque no lo suficiente para ganar (0-0). Sin ser un encuentro sobresaliente, ni mucho menos, firmó su mejor partido a domicilio del curso.
La sequía anotadora, esa que hace que lleve más de 500 minutos sin anotar lejos del Nuevo Los Cármenes, asomó en su máxima expresión. Marró ocasiones clarísimas, de esas que se convierten nueve de cada diez.
Pudo y mereció ganar, pero también perder. El Cartagena fue mejor al inicio y al final, y también tuvo destacadas opciones para batir a un inspirado Raúl Fernández. Es extraño el 0-0 con la cantidad de peligro que crearon las dos escuadras.
El técnico Aitor Karanka, que tuvo la baja de última hora de Rochina, apostó por Pepe para completar la zaga de cuatro, con Ricard en la izquierda. Lo demás, lo esperado. No era previsible el regreso de Carlos Neva, que jugó el cuarto de hora final. Su vuelta, junto a la mejor imagen del equipo pese a no ganar, lo mejor de Cartagonova en clave rojiblanca.
El primer tiempo tuvo tres partes muy diferenciadas: una primera en la que mandó y pudo marcar el equipo local, una segunda en la que ocurrió justo lo contrario, dominio y ocasiones claras del Granada, y unos minutos previos al intermedio que fueron de equilibrio y en los que no pasó nada.
El inicio de encuentro fue el mejor ejemplo de lo que es el conjunto de Karanka esta campaña a domicilio: un plantel dubitativo, que sufre atrás y que no es capaz de tener el balón. En los primeros veinte minutos el Cartagena lo superó en todo, salvo afortunadamente en el marcador.
Apenas había pasado un minuto cuando Alcalá remató un saque de esquina libre de marca y obligó a intervenir a Raúl Fernández, que estuvo atinado porque el balón botó y se envenenó justo antes de que lo despejara.
Poco después, Sadiku encontró un latifundio a la espalda de la zaga rojiblanca, con Pepe rompiendo el fuera de juego. Regateó al meta pero llegó muy forzado al esférico y no pudo rematar ante la portería pese a no tener oposición.
El trío de opciones locales en los primeros diez minutos lo completó Jansson, que tampoco fue capaz de superar a Raúl Fernández en una acción que partía en un saque de banda a favor del Granada.
El Cartagena encontraba una y otra vez espacio en la medular para mover rápido el esférico, con un omnipresente Mikel Rico, y hacía mucho daño con rápidos y certeros cambios de orientación.
Pidieron los locales penalti de Rubio a Alcalá. Hubo agarrón, mas también había cogido antes de la camiseta un jugador local a Pepe. En el minuto 18 en el que casi marca fue Calero con un chut lejano.
Cambio de dinámica
Empezaban a arrepentirse del viaje muchos de los cientos de aficionados del Granada desplazados a Cartagena cuando cambió el encuentro. Varios parones, por faltas, con asistencia incluida a algunos jugadores como Petrovic o Uzuni, supusieron el punto de inflexión.
Juntaron más las líneas los rojiblancos y empezó a aparecer Melendo, lo que permitió al Granada alargar sus posesiones y saber gestionar sus ataques pese a que el Cartagena nunca renunció a la presión alta.
Y el que empezó a perdonar fue el Granada, que hasta entonces sólo había asomado en ataque con un centro-chut de Ricard, incisivo siempre juegue donde juegue.
La primera visitante clara fue de Uzuni, que casi sorprende a Aarón con un sutil toque tras pase de Callejón. Y la siguiente de Antonio Puertas, que remató fatal pese a que estaba en el área pequeña en franca posición para marcar.
Luego llegó un tiro lejano de Bodiger y una providencial intervención de Alcalá para cortar un pase de Callejón que dejaba a Uzuni en boca de gol.
Era ahora el Cartagena quien no sabía como parar a un Granada desbocado que la volvió a tener en las botas de Antonio Puertas, indetectable cuando se metía por el centro. El almeriense ni vio a Callejón ni remató bien.
Tras tomarse ambos un respiro en el tramo final del primer acto y pasar por vestuarios, el segundo tiempo empezó con empuje del Granada y con polémica.
Pitó el colegiado un penalti, en una jugada en la que pudo marcar de primeras Uzuni, por mano de Mikel Rico tras un disparo de Callejón. Fue el extremeño al VAR tras ser avisado desde la Sala VOR y anuló la pena máxima porque el esférico había tocado antes en el rostro del medio vasco.
Callejón, Antonio Puertas y Uzuni se inventaron una gran jugada en el minuto 57 que acabó con el albanés mandando el balón fuera cuando la hinchada rojiblanca ya cantaba el 0-1. Increíble que no fuese gol. En el campo seguía mandando el Granada y, poco después, Callejón volvió a probar desde lejos.
Justo a la hora de partido, Uzuni volvió a entrar por la izquierda como una autopista y puso un balón en boca de gol al que no llegó por milímetros Antonio Puertas.
Factor Bryan
Bajó un poco el agobio del Granada sobre el rival y trató de mantener la presión Karanka con la entrada al campo en el minuto 65 de Jorge Molina en lugar de Antonio Puertas.
Recuperó con los cambios realizados cierto control de partido el Cartagena cuando el choque entró en su cuarto final.
El segundo cambio de Karanka, a falta de un cuarto de hora para el final, no fue un cambio cualquiera, sino que supuso el regreso a los terrenos de juego de Carlos Neva, que jugó 16 minutos más el añadido meses después de la grave lesión sufrida la pasada campaña. Entró por Pepe y Ricard se fue a la derecha.
Casi a renglón seguido, Víctor Díaz se llevó un golpe que le impidió seguir en el partido. Entró en su lugar Ignasi Miquel y como era la última ventana de cambios aprovechó Karanka para meter también en el campo a Bryan Zaragoza por Melendo.
Apenas llevaba unos segundos en el campo cuando el canterano firmó un jugadón por la derecha y puso un balón a Callejón que lo mandó fuera de forma incomprensible. Estaba solo en boca de gol, pero no pudo amortiguar bien la fuerza de la bola y se marchó por encima del larguero. Ver para creer.
Pese al desequilibrio de Bryan, que exhibió un par de veces más, al Granada le faltó fuelle al final y pasó de casi ganar el partido a estar a punto de perderlo.
Los locales dispusieron en el tiempo añadido de dos muy buenas ocasiones para ganar. Ortuño mandó el balón al palo en el minuto 95, y el posterior rechace lo mandó fuera Jaime Romero. Aún hubo tiempo para que Raúl Fernández se luciera en un mano a mano ante el propio Ortuño en la acción final del duelo.
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