Cantada del Granada CF ante el Sporting de Gijón (1-0)

El Granada puso fin a su racha de diez partidos sin perder en el momento más inesperado, cuando parecía lanzado y podía asaltar el liderato de LaLiga SmartBank. Cedió por 1-0 ante un Sporting diezmado por las bajas y alicaído por sus malos resultados.

De nada sirvió al cuadro de Paco López recuperar a Weissman y Uzuni, que saltaron directamente al once inicial en el 1-4-4-2 de un cuadro rojiblanco condenado por su pésima primera parte.

El Granada regaló 45 minutos al Sporting, que lo aprovechó marcando por mediación de Diego Sánchez en un córner. La zaga de tres centrales y dos carrileros local se atragantó a un equipo nazarí que no compareció en el primer tiempo.

Sí lo hizo en el segundo, pero ya era tarde. Esta vez falló la puntería y la media docena de ocasiones claras creadas se fueron al limbo. Los cambios volvieron a mejorar al Granada, mas el 1-0 ya no se movió para deleite asturiano y desazón visitante.

El Granada jugó una primera parte pobrísima, rozando lo lamentable. Unos 45 minutos impropios de un equipo que pretende subir a Primera, más aún del que se podía colocar líder de Segunda si ganaba.

Lo peor ocurrió al inicio, en la salida al terreno de juego. Si hace quince días en Albacete destacaron los rojiblancos por su manotazo en la mesa nada más saltar al verde, por mandar y lucir desde el principio, el El Molinón fue todo lo contrario.

Ocurrió como si los jugadores se hubieran quedado en el vestuario, en el hotel o en Granada y los que salieron a jugar fuesen primos suyos con la camiseta de los habituales. El Sporting de las más de las diez bajas y que pelea por no bajar sí que empezó enchufado, haciéndose gigante ante su público.

Apenas se habían jugado dos minutos cuando Juan Otero remató fuera tras ganar la espalda en velocidad a la defensa. Después vinieron varios balones colgados al área visitante en acciones de estrategia.

Y también un remate de Jeraldino de cabeza que acabó en las manos de Raúl Fernández 14’. Todo eso antes de un cuarto de hora en el que el Granada ni olió la pelota.

El equipo de Paco López estaba muy plúmbeo con el esférico. Lo perdió rápido y no paraba de pegarse tiros en el pie con pases o errores absurdos. Una caricatura del Granada de otras veces.

Parecía que el paso de los minutos permitía al equipo prolongar sus posesiones. La idea de empezar a crecer de la nada que estaba siendo su actuación a partir de la seguridad con el balón no parecía mala. Sólo fue un espejismo.

Otra pérdida, otra salida local por la derecha, otro córner y, esta vez sí, el gol del Sporting. Estaba mediada la primera parte cuando Diego Sánchez saltó más que nadie, libre de marca, para rematar un saque de esquina botado por Pedro Díaz. El balón fue pegado a la madera y esta vez no hubo milagro de Raúl Fernández.

El 1-0 apenas varió el panorama. El Sporting, eso sí, empezó a defender más en bloque medio que presionando muy arriba, como hizo al inicio, pero el atasco y las dudas rojiblancas en ataque persistían.

Hubo que esperar media hora para que llegara el primer acercamiento del Granada. Cuéllar despejó el balón en el mano a mano ante Weissman tras pase de Bodiger. No había fuera de juego pese a levantar la bandera el asistente.

Poco después, Otero se puede ir solo en un mano a mano. López Toca, un árbitro tan malo como cualquier otro de Segunda, pitó un fuera de juego que no era.

La tercera similar, acción buena pitada como antirreglamentaria, llegó en un tiro de Bodiger, el mejor y el peor del Granada en el primer tiempo. Aunque parezca imposible fue así, porque hizo lo mejor y lo peor del equipo antes del descanso.

Pudo ser peor antes del intermedio, ya que justo en el 45 evitó Raúl Fernández el 2-0 con una notable parada ante el testarazo de Jeraldino. La acción empezó en un despeje calamitoso de Víctor Díaz. Un perfecto ejemplo del casi catastrófico primer tiempo del equipo.

No hizo cambios Paco López en el descanso. Y tampoco varió nada, a nivel de juego, en la reanudación, con otro cabezazo de Jeraldino, esta vez fuera.

Reacción sin gol

Tras este nuevo aviso, sí que empezó a llegar el Granada. En oleadas y con clarísimas ocasiones. De la nada al casi todo. Casi porque faltó el gol, lo más importante. Primero con un balón metido al área por Ricard al que no llegó por poco Uzuni.

Después con un par de intentos de Callejón, ambos con disparos que no encontraron portería por poco. El Sporting empezaba a notar la fatiga, el balón ya era casi siempre sólo del Granada y, además, Paco López trató de que los suyos metieran una marcha más con la entrada de Antonio Puertas, Alberto Perea y Bryan Zaragoza.

Se marcharon al banco Weissman, Pol Lozano y Callejón, y lo primero que pasó es que el Granada estuvo a punto de empatar dos veces, primero con un tiro de Perea que no encontró meta por centímetros y después con un tiro de Uzuni que hizo trabajar a Cuéllar.

En el minuto 74 dispuso el Granada de la mejor ocasión para empatar. Melendo se inventó un pase imposible para Uzuni, que mandó al larguero otro remate impensable.

Un minuto después, otra no menos clara, de Carlos Neva casi a meta vacía tras pase de Uzuni, pero también con el punto de mira desviado. El albanés lo intentó, de espuela sin acierto, pocos segundos después.

A falta de diez minutos para que se alcanzara el tiempo reglamentario entró Famara por Ricard, colocándose Bodiger de improvisado tercer central. Nada más pisar el césped, el senegalés casi remata a gol un centro de Carlos Neva.

El Granada se volcó hasta el final, en el añadido colgando balones, aunque ya no volvió a inquietar a Cuéllar y la mejor opción para marcar la tuvo Cristo para el 2-0 en una contra local.