El peor Granada de la historia avergüenza a su afición
Granada CF
La humillante derrota sufrida en Villarreal ha sido la gota que ha colmado el vaso de una fiel hinchada harta de sus jugadores, de sus técnicos y de sus dirigentes
Granada/El Granada de la actual temporada es el peor Granada de la historia. Se escribe pronto pese a no ser poca cosa. Jamás en casi un siglo de historia de la entidad ha habido un equipo rojiblanco que lo haya hecho peor, que haya sumado menos puntos y victorias.
Descender a Segunda va a ser una consecuencia irremediable del ridículo papel del equipo esta campaña en la máxima categoría nacional, pero por el camino queda un camino triste de espinas y decepciones, un peregrinar sufrido y cargado de chascos, como el de este domingo en el Estadio La Cerámica, donde la afición rojiblanca que siguió el partido, en directo o por televisión, sintió vergüenza de su equipo.
No es tarea sencilla sonrojar a los tuyos, hacer que el aficionado no hubiera deseado ver el partido, trasladar sensaciones de pena o de lástima. “Vamos a hacer lo imposible”, dijo hace unos meses Sophia Yang, la presidente del Granada, y si por imposible se entiende hacerlo peor que nunca y alcanzar cotas tan bajas y tan lastimosas que nunca se habían alcanzado, ha conseguido su objetivo.
El técnico
Si este fuera un club serio, Cacique Medina no seguiría ni un segundo más como entrenador del equipo. Su plano y decadente discurso tardó dos semanas en caducar, ni sus planteamientos ni sus ideas han servido para mejorar al equipo, con el extra de que tiene desde el mercado invernal una plantilla, teóricamente, mejorada, con diez nuevos jugadores. Si este fuera un club serio, Alexander Medina estaría ya en Uruguay puesto que no ha llegado a los objetivos mínimos para los que se le trajo.
Resultados aparte, lo del entrenador es irritante y frustrante. Tu rival te da un baño, con un gol tras otro, y no es capaz de variar ni de alterar nada del plan inicial, ni a nivel táctico ni de jugadores. Pocas veces se topará el Villarreal con un partido más cómodo, con rivales que defienden con la mirada como nueva forma de actuar.
Y luego en sala de prensa va y dice que el equipo está muy fuerte, que es como cuando antes de los partidos indica que los jugadores están muy preparados y concienciados. Decir cosas inciertas y que no te crees ni tú es un insulto al aficionado tan grande como el del terreno de juego.
Los jugadores
Ni un jugador, ni un entrenador y ni un dirigente ha salido tras lo de Villarreal pidiendo perdón, que es lo primero que habría que hacer tras un espectáculo tan paupérrimo y lamentable. A nadie en el club se le cae la cara de vergüenza por la dantesca temporada que están brindando, ni Medina ni los capitanes son capaces de pedir disculpas. Es, simplemente, otra más. La confirmación de que, a la mayoría, la camiseta que llevan y la afición a la que representan les importa tres pitos.
Sólo cabe pedir en lo que queda de temporada que honren el escudo que visten, que no manchen ni arrastren la camiseta, que bastante la han manchado y arrastrado ya en varios partidos de este curso. Pensar en permanencia, cuentas, rivales a batir o partidos a ganar es perder el tiempo. Cómo demonios se va a salvar el equipo si no supera a nadie.
Sólo cabe pedir que tengan dignidad y valor, vergüenza futbolística y vital, agallas para jugar y hacerlo lo mejor posible. Descender como hay que descender.
El filial
En cualquier otro club en circunstancias similares muchos harían un llamamiento para que determinados futbolistas no tuvieran más minutos y si hay que bajar se hiciera con gente del filial, que al menos sienten más la camiseta. El problema está en que los necios e incapaces dirigentes que ha tenido y tiene el Granada se han cargado también el Recreativo.
El filial, como el primer equipo, es otro solar ingobernable cargado de jugadores impropios de la categoría que firman un ridículo sí y otro también. Descendido e incapaz de ganarle a nadie. Me suena de algo.
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