Osasuna frena en seco la mejoría del Granada (2-0)

El Granada frenó en secó su mejoría de las últimas jornadas (tres empates mereciendo más) ante Osasuna, que ganó 2-0 en El Sadar en un partido rojiblanco para olvidar.

Sólo fue capaz de crear peligro en una primera mitad marcada por el tempranero 1-0 de Budimir, tras un fallo grave de Ricard al quedarse colgado en el fuera de juego.

En la segunda mitad no hubo ocasiones para los rojiblancos, que vieron como Budimir marcaba de penalti VAR el 2-0.

Osasuna, que no había ganado en casa y sólo había marcado un gol como local, vivió una noche plácida tras la expulsión VAR de Lucas Boyé por una fea entrada.

Para colmo de males, contra el Villarreal no estará el argentino ni tampoco Gumbau, que vio su quinta amarilla. Además, habrá que ver el estado de Rubio, que con un esguince de tobillo hizo que el Granada acabara el partido con nueve hombres.

Bajo la lluvia de Pamplona, Paco López apostó por el mismo once que contra el Barcelona con la única novedad de la entrada de Melendo en el sitio de Uzuni.

Lo que hizo el técnico fue plantar al equipo en defensa de cuatro, con Álvaro de extremo, que era el plan inicial ante el Barcelona aunque se cambió a zaga de tres centrales y dos carrileros al marcar el Granada tan pronto ante los culés.

Casi hace Bryan la del Nuevo Los Cármenes del último día, ya que aún en el primer minuto se topó con un balón dentro del área rival tras ganar la espalda a la despistada zaga, aunque controló mal.

Mandó el Granada en los primeros minutos, pero ese dominio se esfumó en cuanto Osasuna fue capaz de presionar con sentido, ahogando continuamente la salida de balón de los rojiblancos.

El primer tiro entre los tres palos fue de Chimy Ávila en el minuto 8. El aviso de lo que iba a pasar sólo tres después, cuando Budimir marcó el 1-0 a asistencia del argentino desde la derecha.

Imperdonable el error en el tanto de Ricard, que se quedó colgado y rompió el fuera de juego de Budimir, que estaba más de un metro por detrás de los centrales en el momento del pase, por lo que tuvo tiempo de superar sin problemas a André.

Lo de siempre, cuando no falla uno falla otro. Y, de nuevo, nada más iniciarse el choque te ves 1-0 abajo, esta vez con garrafal cagada de Ricard.

El mal hubiera sido menor si Sergio Herrera no evita el gol de Gumbau casi a renglón seguido en una jugada iniciada por Bryan.

Con el Granada sin volver a sufrir pero atascado con balón, no paso nada destacado hasta la media hora, cuando Bryan firmó otra jugada individual que no acabó en gol por la intervención providencial de Torró.

Sin continuidad y con errores a veces, como cuando se tiró en el área para fingir penalti y vio una amarilla, en el Granada sólo pasaba algo cuando la pelota la tenía Bryan.

Me llevó la contraria Melendo en su única aparición del primer tiempo, que fue la mekor jugada colectiva del Granada antes del descanso. Apareció entre línea y dejó a Lucas Boye ante Sergio Herrera, que le ganó la partida.

En el saque de esquina posterior volvió a lucirse el meta, primero ante Álvaro y después a chut de Bryan. Lo de celebrar cada parada suena a sobreactuación, mas lo cierto es que salvó a los suyos como poco del empate en el primer tiempo.

Tras el descanso

El Granada salió incisivo en el segundo tiempo, teniendo más la pelota y con Álvaro no llegando por milímetros a un remate franco en un saque de esquina.

Con todo, pudo marcar Osasuna el 2-0 en el minuto 50 en una buena acción entre Aimar y Budimir que salvó por los pelos Rubio.

Fue un espejismo y pasó como en el primer tiempo, que Osasuna no sólo recuperó el control sino que además marcó el 2-0.

En esta ocasión fue en un claro penalti que no pitó el árbitro de primeras pero sí de segundas tras llamarlo a monitor desde la Sala VAR. Tanto Ignasi Miquel como André llegaron tarde al pase al espacio de Chimy Ávila hacia Budimir y el luso derribó al punta, que no falló en el lanzamiento.

2-0 y media hora por delante. Casi imposible. La solución de Paco López fue meter en el partido a Antonio Puertas y a Uzuni por Melendo y Álvaro.

Con el partido encarrilado, Osasuna no dejó de presionar al Granada para seguir impidiendo su buena salida desde atrás, y al equipo rojiblanco le costó más trabajo que en el primer tiempo crear peligro.

Transcurrían los minutos como querían los locales, sin que pasara nada, con esa sensación de impotencia que tantas veces se tiene viendo a este Granada, enredado en su particular querer y no poder.

Para colmo de males, y para acabar con las pocas esperanzas rojiblancas que quedaban, en el minuto 77 fue expulsado Lucas Boyé con roja directa. Pisó a Aimar en el tobillo en una falta de amarilla, pero el VAR volvió a llamar a Busquest, que le mostró la roja al argentino tras mirar la acción en el monitor.

Con todo decidido, Paco metió a Callejón y a Sergio Ruiz. Quitó a Gonzalo Villar y a Ricard, pero ni así tuvo minutos Manafá. Después, ya en el 86’, entró Petrovic por Gumbau.

Para ahondar aún más en la herida, una jugada de Kike Barja acabó con el tanto del granadino Raúl García de Haro en el minuto 88, aunque el VAR anuló por fuera de juego el gol que inicialmente había dado el colegiado.

En el largo añadido, con el Granada ya con nueve por la lesión de Rubio, André evitó el 3-0 ante Barja.