Oasis rojiblanco a balón parado
PSV Eindhoven-Granada CF | La Pizarra
El Granada logra el empate gracias a la estrategia y arrolla con brillantez al PSV en la segunda parte
Granada/No hay por qué cambiar lo que está bien. Y a Diego Martínez, técnico del Granada CF, le está funcionando sobremanera el ya habitual sistema 4-1-4-1, con un centrocampista actuando como pivote defensivo y dos volantes, algo más adelantados, aportando tanto defensiva como ofensivamente.
El cuadro granadino, que completó un encuentro legendario, sometió al PSV en la segunda mitad con un juego de ensueño. Pero antes, cuando todo estaba en contra tras recibir un gol en el descuento de la primera mitad, Diego Martínez volvió a sacar la varita, lo que siempre suma para este equipo: la estrategia.
El once lo formó Rui Silva, que partió como titular en la portería y Foulquier, Germán, Vallejo y Neva en la zaga. Gonalons fue el faro del equipo –al menos hasta su lesión– y Milla, junto con Yangel Herrera, sus acompañantes en el medio. Puertas partió desde la derecha y Machís hizo lo propio desde el otro costado. Jorge Molina, que se jugaba la titularidad con Luis Suárez, acabó siendo el futbolista más adelantado del Granada CF.
Adelantados
Una de las novedades que Diego Martínez tenía preparadas para el estreno europeo del cuadro rojiblanco fue la posición, más adelantada de lo usual, de las líneas de su equipo. Gonalons quedó como centrocampista más retrasado, ayudando en la salida de balón a los centrales y Milla y Yangel Herrera se descolgaron con cierta libertad cuando la posesión era nazarí.
El valiente planteamiento de Diego se hizo palpable al observar la presión de los suyos cuando el esférico estaba en pies de los holandeses. Se buscaba recuperar muy arriba tras pérdida e incomodar la salida de los centrales con la presencia en la frontal del área de Machís y Molina.
Juntos
Una de las variantes tácticas del Granada, esta más normalizada en los partidos disputados por los rojiblancos, es achicar el terreno, jugar en pocos metros gracias a la casi unión de cada una de las líneas del frente nazarí. Diego Martínez adelantó la defensa pero también retrasó varios metros la delantera, con un Jorge Molina que se ofrecía constantemente en zonas más propias de un mediapunta.
El ariete del Granada CF oxigenó y recibió balones en largo que cedió a Milla, Yangel y Puertas para construir desde zonas más avanzadas del campo.
Variación forzada
Pasada la primera media hora de juego el conjunto de Diego Martínez recibió un severo revés. Maxime Gonalons figura trascendental en el esquema rojiblanco, cayó lesionado con molestias en la rodilla tras un choque con un jugador rival y tuvo que ser sustituido.
El técnico vigués del Granada CF tuvo que rearmar su dibujo y lo consiguió con éxito al colocar a Luis Milla en posiciones más retrasadas –donde brillaría en la segunda mitad– y a situar a Montoro, el recambio de Gonalons, en el volante izquierdo.
La estrategia
Hasta la entrada al césped de Ángel Montoro, Luis Milla fue el encargado de botar el balón parado. Apenas dispuso de oportunidades para demostrar su calidad con el esférico estático. Tras la entrada del ‘19’ rojiblanco, fue Montoro quien tomó esta responsabilidad. Al inicio del segundo tiempo se intentó hacer daño con balones bombeados al segundo palo.
Cuando casi se cumplía la hora de juego, Montoro cedió en corto para Luis Milla y el madrileño, en un envío genial al flanco derecho, cedió a Puertas para que el ya histórico jugador rojiblanco asistiese de volea y al primer toque, a un Jorge Molina que no perdonó el primer gol del Granada CF en la Europa League.
Camaleónico
Los registros del Granada CF son innumerables. En el primer tiempo, por tramos, cedió el esférico al PSV y esperó pacientemente contragolpes que llegaron pero no fueron efectivos. Abusó del conjunto holandés a balón parado y, cuando quiso hacerse con la pelota en el segundo tiempo, sometió a los locales con un juego incontestable. Tras el 1-2, gracias a un excelente Machís, condenó al PSV a perseguir la pelota hasta el pitido final,
Historia
El conjunto de Diego Martínez ni siquiera requirió de la acostumbrada defensa de cinco en los minutos finales. Esta vez, gustándose, el Granada CF acabó el partido dominando, como mandando un recio mensaje a toda Europa del que no se espera respuesta: somos el Granada de Diego y ganamos también en Europa.
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