Empate con sabor amargo del Granada CF en Grecia que no será cabeza de serie

Granada/No pudo ser. Pese a hacer méritos durante toda la fase de grupos, perdiendo tan sólo un encuentro, el Granada CF no será cabeza de serie en el sorteo de dieciseisavos de final de la Europa League que se celebrará el próximo lunes. El cuadro granadino empató a cero con el PAOK de Salónica, pero el triunfo del PSV Eindhoven ante el Omonia le otorga al cuadro neerlandés la primera plaza y evitar a duros rivales en la siguiente fase de la competición. En un duelo intenso, los nazaríes tuvieron sus opciones en la primera mitad pero no las materializaron y despiden la primera fase con un balance de tres victorias, dos empates y una única derrota.

Era evidente que Diego Martínez iba a arriesgar lo justo una vez conseguida la clasificación para dieciseisavos de final. Por ello formó un once con los menos habituales y algún que otro titular como Milla o Germán porque no le quedaba otro remedio. Pero a pesar de tanto cambio, fueron los rojiblancos los que dominaron en el primer tiempo, al menos en cuanto a oportunidades de gol.

Tres ocasiones

Los nazaríes quisieron llevar el peso del partido y trataron de dominar la posesión, con paciencia y con Milla y Soro asociándose para alegría de los hombres de ataque. Con un Pepe muy firme atrás y Kenedy profundo en la izquierda, el Granada CF se pudo adelantar antes del cuarto de hora en una clarísima ocasión de gol en las botas de Antonio Puertas tras un pase filtrado de Jorge Molina al almeriense, que se plantó solo ante Paschalakis pero el arquero heleno evitó con el tobillo el 0-1. Un primer susto para los de Pablo García que en el 15’ vio como Kenedy lo intentó con la zurda pero su intentó se marchó muy desviado.

Cada vez que Soro entraba en contacto con el cuero pasaba algo positivo para su equipo pero fue Jorge Molina, en el 22’, que tuvo otra clara oportunidad para adelantar a los de Diego Martínez en el marcador. El de Alcoy, muy pillo, aprovechó una mala cesión de Ingason de esas que la afición granadina conoce. Se plantó ante Paschalakis al que trató de regatear pero el central islandés reacción rápido y enmendó su error, lanzándose al césped y enviando el esférico a saque de esquina antes del que el veterano ariete pudiera rematar a puerta con todo a su favor.

Un disparo desde lejos de Pepe y un remate flojo de Molina antes de la media hora fueron los acercamientos antes de que, poco a poco, el PAOK fuera estirándose en ataque. Sin embargo, no fue hasta justo antes del descanso cuando los griegos gozaron de su mejor, y única, ocasión de batir a Aarón que debutó en Europa. Fue por medio de una falta lateral al punto de penalti que remató Varela con la testa tras imponerse por alto a Nehuén, pero su intento se estrelló en la cruceta del arco defendido por Aarón que salió muy mal por alto.

Poco peligro

Conscientes que el PSV iba ganando y eso suponía perder el liderato del grupo y, por tanto, medirse a rivales más duros en la eliminatoria de febrero, el Granada CF salió tras el receso sin una marcha más. Quizá no la tiene a día de hoy pero lo cierto es que el que puso algo más de intensidad fue el PAOK, que no se jugaba nada pues acudió a la cita ya eliminado. Si bien es cierto que los helenos no gozaron de excesivas ocasiones de gol, sí tuvieron más acercamientos al área de Aarón.

La entrada de Andrija Zivkovic le dio otro aire al ataque del conjunto de Salónica. Pero fue Molina, en una pifia de Paschalakis que se salió del área y terminó tocando el cuero con la mano, el que pudo hacer el 0-1 a centro de Milla pero remató como todos los granadinistas hubieran querido. Fue la más clara, junto a un remate en el descuento, de un segundo acto que con la entrada de hombres como Luis Suárez, Machís y finalmente Soldado le dieron algo más de profundidad al juego rojiblanco. No obstante, el cuadro de Pablo García tuvo buenas opciones. Murg, Douglas Augusto, Swiderski, en dos ocasiones, o Zivkovic gozaron de claros remates pero no estuvieron acertados.

La tuvo Suárez

Ya en tiempo de descuento, un disparo desde la frontal de Machís que rebotó en un rival y un remate de Suárez con Germán a punto también para rematar, fueron los últimos intentos en busca de una victoria que no llegó con todo el Granada CF volcado. No se logró el objetivo pero viendo el once que puso en liza Diego Martínez era complicado alcanzarlo. Ahora toca esperar a que el bombo sonría mas los rivales no serán precisamente fáciles. Es más, algunos de ellos, por no decir casi todos, ya lo habría soñado cualquier aficionado granadino. El lunes será otro día ilusionante e histórico y eso es lo que hay que valorar.