El Real Madrid hace lo justo para ganar a un Granada inofensivo (2-0)

El Granada perdió por 2-0 ante el Real Madrid en el estreno en el banquillo rojiblanco de Alexander Medina en un flojo partido de los rojiblancos, que no chutaron a gol en todo el choque y fueron superados con claridad por un equipo blanco que hizo lo justo para ganar.

Con el nuevo técnico se vio un equipo mejor pertrechado atrás, pero absolutamente inocuo e inofensivo en ataque, con Lunin como un espectador más del encuentro.

Brahim en la primera parte y Rodrygo en la segunda marcaron los goles de un Real Madrid que necesitó apretar el acelerador lo justo para ganar. Ya quisiera tener partidos tan plácidos más a menudo. El examen al uruguayo empieza el domingo ante el Athletic.

La primera parte, como todo el partido, se jugó a un ritmo bastante bajo y fue dominada casi por completo por el Real Madrid, pese al buen inicio de encuentro del Granada.

Tuvo el balón en los primeros minutos el equipo de Medina y hasta fue el primero que se acercó al área rival con un balón en profundidad a Lucas Boyé, que no encontró a nadie en el pase de la muerte.

Eligió el nuevo técnico uruguayo para la portería a Raúl Fernández, pero el vasco se lesionó en el minuto 8 (se quejaba de la espalda) y fue obligatoria la entrada de André Ferreira tras varios minutos de preparación.

Empezó poco a poco a monopolizar la posesión de balón el Real Madrid ante un Granada al que le costaba un mundo tener el esférico. Es desesperante lo poco que era capaz de tener el esférico el equipo ante un rival como el blanco que presiona con la intensidad justa.

No obstante, no generaba ocasiones el Real Madrid ante un Granada ordenado en bloque medio. Incluso fue visitante la primera gran ocasión del choque con una falta combada lanzada por Gumbau que casi se mete en su portería Fede Valverde.

La doble tarjeta amarilla por protestar a Bellingham y Rudiger confirmaba que el Real Madrid no estaba cómodo, pero acabó con las dudas Kroos en el minuto 26 asistiendo de la nada a Brahim para el 1-0. Se inventó un gol el alemán y no falló su compañero, tocando el balón con suavidad ante André.

Rompió el fuera de juego Carlos Neva, que hasta entonces lo estaba haciendo bastante bien en defensa. Otra jornada, y ya van quince, sin dejar la meta a cero. Con Medina tampoco.

No varió nada el guion de ahí al descanso. Nulo el Granada con balón y decente sin él. Sólo una ocasión local más, nacida en un antológico taconazo de Brahim para que esta vez no acertara en el mano a mano Bellingham, que remató fuera.

El inglés, ofuscado con el árbitro y los rivales, pidió después un penalti de Ignasi Miquel, que antes de tocar su pierna despejó el balón. No pitó nada el árbitro, muy protestado por los de casa.

Segundo tiempo

En la segunda mitad no varió nada el guion, con posesiones eternas del Real Madrid desde el primer momento. Brahim chutó fuera en la primera llegada.

Antes de la hora de juego llegó el 2-0. Otra larga jugada blanca acabó con Brahim regateando a un lento Ignasi Miquel y André obrando el milagro ante Bellingham, aunque en el rechace no perdonó Rodrygo, que fusiló la meta blanca.

Tampoco este gol varió nada. Al Granada le costaba la mismísima vida atravesar le medular con el balón controlado. Como en sus últimos partidos a domicilio, dio la sensación de que podía estar jugando tres días sin ser capaz de marcar.

En el minuto 63 entraron Petrovic y Weissman por Manafá y Uzuni, colocándose el serbio en banda y el israelí arriba junto a Boyé.

En el último cuarto del choque, con el Madrid convencido del triunfo y cansado a partes iguales, tuvo algo más el balón el Granada.

Tras los intentos de Lucas Vázquez y Rodrygo, André evitó el 3-0 ante Fede Valverde.

Para colmo de males, en el minuto 80 un desasistido Bryan Zaragoza se fue al suelo aquejado de problemas musculares. Tiene pinta de ser sólo un susto. Entró por él Álvaro y aprovechó Medina esa última ventana de cambios para reemplazar a Lucas Boyé por Antonio Puertas.

Ancelotti dio minutos a los más jóvenes y el partido acabó sin más pena que gloria, con la esperada derrota en un discreto debut del Cacique Medida.