Golpe de autoridad del Granada en La Rosaleda

Resultado Málaga-Granada CF

Los rojiblancos se imponen 22 años después en Málaga, donde nadie había ganado esta temporada, en un gran partido de los de Diego Martínez

En torno a 2.000 espectadores granadinos acuden al campo malacitano

El portero del Granada CF Rui Silva es objeto de falta en uno de los últimos ataques del Málaga. / Marilu Báez / Málaga Hoy
Enrique López

01 de diciembre 2018 - 21:54

Se intuyó en Alcorcón, lo demostró en Zaragoza, pudo ganar en Las Palmas y en Málaga lo volvió a repetir. El Granada CF de esta temporada dio un golpe sobre la mesa en uno de los escenarios de más prestigio de la categoría y donde nadie lo había hecho: en La Rosaleda, que se visitó de rojiblanco por un día. Un campo que en siete partidos había visto encajar tan sólo un gol, del que no había volado ni un sólo punto y donde el Málaga se encuentra comodísimo.

Competitivo

Pero los de Juan Ramón López Muñiz se encontraron con un rival que demostró, una vez más, que está capacitado para ganar en cualquier estadio de LaLiga 1|2|3. Y lo hizo con un gran espíritu de sacrificio, reduciendo al máximo las ocasiones de un equipo con poco juego combinativo y mucho fútbol directo y, sobre todo, con una capacidad competitiva que no se recuerda en los últimos años en Granada.

Seguramente no fue el partido más vistoso de ambos conjuntos en la temporada, pero el ambiente que se vivió en La Rosaleda fue de superior categoría. En torno a 2.000 espectadores rojiblancos disfrutaron de lo lindo con los de Diego Martínez, que tuvieron un susto nada más comenzar el encuentro tras un centro de N'Diaye que Gustavo Blanco no logró dirigir a portería. Fue el primer intento peligroso. El otro, y único disparo entre los tres palos de los locales en todo el choque, llegó en el minuto 65 con un disparo de Harper desde la media luna que Rui Silva detuvo sin problemas.

Quini trata de frenar una acción ofensiva de Renato en el duelo entre el Málaga y el Granada. / Marilu Báez/Málaga Hoy

Montoro, la brújula

Entremedias, el control del juego fue de los visitantes, con un Montoro dando el ritmo que más convenía y empleando en numerosas ocasiones los cambios de orientación. Aunque fue la consistencia defensiva de la dupla de zagueros la que marcó la diferencia. El partido que realizaron tanto Germán como Martínez fue excelso, no dando prácticamente opciones a Gustavo Blanco y Harper.

El único disparo entre los tres palos de los locales en todo el choque llegó en el 65’

Pero además, el trabajo de Adrián Ramos en punta de lanza, que se desfondó en la presión, o el de Pozo y Vadillo en banda ayudando a los laterales, provocaron que en cada jugada en los flancos los rojiblancos tuvieran mayoría, robando con facilidad el cuero para salir a la contra cuando tocaba o hacer circular el esférico para empezar desde atrás, con paciencia y, sobre todo, personalidad.

Y así transcurrió una primera mitad con escasos acercamientos peligrosos a ambas áreas pero con ritmo y un nivel competitivo de otra categoría. Por bando local tan sólo Ontiveros pudo adelantar los blanquiazules, siendo Ramos, tras robo de Vico en el 25', el que pudo hacerlo para el Granada CF pero Munir desvió a córner su disparo con solvencia.

Todo igual

Tras el paso por vestuarios, la situación no varió mucho. Aunque fue el Málaga el que de nuevo avisó nada más arrancar con centro de Pacheco, que le dio otro aire a su equipo por el fútbol que tiene en sus botas, que Gustavo Blanco Leschuk, con la testa, no supo dirigir hacía el arco de Rui Silva. Fue un espejismo porque los rojiblancos no se achantaron y, de hecho, su reacción fue a lo grande.

Por delante

Lo hicieron batiendo por segunda vez el arco del Málaga en casa, el primero que ve Munir pues el otro tanto lo encajó Kieszek ante el Albacete. Fue tras un saque de esquina que Blanco despejó a las botas de Montoro, que golpeó de primeras desde más allá de la media luna, tocando el cuero en Lacen y despistando al guardameta marroquí del Málaga, que cuando quiso reaccionar ya era tarde. La Rosaleda quedó silenciada y en una esquina saltaron de alegría los casi 2.000 espectadores que se dieron cita en el campo de la avenida de Martiricos.

Con ventaja en el marcador, lejos de echarse atrás, Diego ordenó a sus jugadores seguir con la línea defensiva adelantada, presionando la sala de máquinas de los de López Muñiz y obligando al rival a lanzar envíos en largo frontales en los que la dupla de centrales del Granada CF demostraron que están a un nivel impresionante.

Registros

Tocaba remangarse, vestirse con el mono de trabajo y ordenarse más aún. Y si algo está demostrando el Granada CF esta temporada es que sabe manejar distintos registros, sea cuando va perdiendo y tiene que ir a por el partido o bien cuando necesita defender un resultado. Quini, que salió por un lesionado Álex Martínez en el primer acto, se multiplicó, Aguirre le ayudó y Vadillo y Pozo se olvidaron de atacar para echar una mano atrás para alegría de su técnico, que ve como todos sus jugadores están comprometidos con una causa que cada vez se creen más.

Los jugadores del Granada CF con su presidente, Jiang Lizhang, celebran el triunfo en Málaga. / Granada CF

La victoria no parecía peligrar pero el Málaga ha ganado esta campaña muchos encuentros en la recta final de sus partidos, por lo que el nivel de concentración para no conceder faltas laterales era fundamental. Un mínimo error metía en el choque a un equipo que no hizo méritos para sumar pero que con más de 20.000 espectadores en la grada es capaz de cualquier cosa como ya ha demostrando. Sin embargo, enfrente tuvo a un grupo de jugadores que volvieron a demostrar que este año, salvo que la cosa se tuerza mucho, van a dar muchas alegrías a una afición que apenas sufrió en la recta final del choque pese a los intentos de N'Diaye o Pacheco en el último cuarto de hora.

No fue el día de los 'boquerones'. Y sí de un grupo de chavales que hizo soñar a la afición que lo vio en directo y a los que lo hicieron por televisión con algo más que la permanencia. Y todo bajo la presencia del presidente chino Jiang Lizhang, que celebró la victoria en el vestuario como un seguidor más. El pasito a pasito sigue funcionando.

Puede ver el resumen del encuentro en el siguiente vídeo.

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