Abascal, la mierda, el jamón y el turrón

Granada/Un partido ha bastado al Granada para hacer lo que no hizo en toda su anterior temporada en Segunda: perder en casa. Un encuentro ha sido suficiente para recordar al equipo rojiblanco que por mucho que tenga un gran presupuesto y a algunos de los mejores jugadores de la categoría, esta división es jodida y cabrona como ninguna. Un solo choque para ya crear dudas, agarrarse al pesimismo, ver fantasmas. Fútbol. Granada.

Hizo el equipo lo más difícil de Segunda: abrir el partido. Falló cuando nadie lo esperaba, dando la terrible sensación de que el mal que le persiguió durante toda la pasada temporada sigue ahí: los errores defensivos. Subió hace dos años el equipo de Paco López a Primera siendo, en muchos momentos, inseguro atrás, pero eso es la excepción que confirma la regla. Si no eres firme en fase defensiva, en Segunda no te comes un colín. Por si alguien no lo tiene claro, lección uno de plata.

Habló Guille Abascal en rueda de prensa de comer mierda para saborear después el jamón. Aquí en Granada somos expertos en lo primero, porque si alguien ha comido mierda ha sido la hinchada rojiblanca durante décadas en los estercoleros del fútbol español. También ha catado el patanegra en los últimos lustros, con el ascenso de Segunda B a Primera, las temporadas en la elite y, sobre todo, la etapa de Diego Martínez, al que a medida que pasa el tiempo se le echa cada vez más de menos.

No me gustó la rueda de prensa de Guille Abascal tras el partido. Muy condescendiente con los suyos, endulzando la actuación del equipo hasta el punto de acercarse a contar un encuentro que muchos no vieron, cero autocrítico y poco menos que culpando al árbitro del resultado. Claro que el trencilla perjudicó al Granada, porque hay ‘penaltito’ de Sergio Ruiz y claro penalti a Rubio y uno lo pita y otro no, pero el equipo no perdió sólo por eso.

Cayó por los citados errores defensivos y porque tiene que hacer mucho más para ganar un partido, en defensa y también en ataque. Hubo tantas ocasiones claras, repito claras, para uno como para otro, y en ningún momento dio la sensación de que el equipo atosigaba o apretaba a un Albacete que vivió bastante tranquilo.

Bien haría el técnico en tranquilizarse, en no dejarse llevar por los impulsos, en contar lo que todo el mundo ha visto, en no ser optimista de más cuando no hay motivos para ello. A Robert Moreno se le recuerda, entre otras cosas, por su polémica rueda de prensa tras estrenarse en liga con derrota. Ojalá no haya que acordarse de Guille por el mismo motivo. El primer objetivo de un entrenador cuando llega a un equipo no es comer jamón, es comer turrón. Y no ha sido el inicio más prometedor para conseguirlo. Y no fue el único en analizar el partido a su manera. Dijo Carlos Neva que jugaron 85 minutos de gran nivel futbolístico. A veces son flipantes los análisis de los futbolistas.

No ayudó nada a la posible remontada que el Nuevo Los Cármenes fue un cementerio, con el ambiente más desangelado en cuanto a animación se refiere de los últimos años. Bien haría el club en resolver el conflicto con la grada de animación. O en montar otra. Hay que recordar que con los que ahora tiene el enfrentamiento es con aquellos que ellos colocaron allí cuando ya había un amplio grupo de animación en ese lugar. Otra más en el currículum de los principales dirigentes de la entidad.

Aunque parezca mentira, a veces también hacen cosas bien, como invitar a María Pérez a hacer el saque de honor. Fue, sin duda, lo mejor de la noche. Y la marchadora se llevó un más que merecido baño de masas. Ya que estábamos, no estaría de más que alguna de las virtudes que han llevado a la atleta a la elite mundial y a hacer historia se la apuntaran y la asimilaran algunos de los desconcentrados jugadores del Granada.

El club no se vende, por ahora, por lo que habrá que aguantar, por ahora, a los mismos necios al volante. Los de China y los de aquí. Una semana larga tiene por delante Abascal para ponerse las pilas y para ponérselas a sus jugadores. Mientras, los que siempre están ahí, los que nunca fallan, los que se lo merecen todo, han empezado la temporada como estuvieron toda la pasada: comiendo mierda. Por si no hubo bastante el curso pasado, empieza este con doble ración. Ojalá llegue pronto el jamón, aunque tal y como está la cosa, casi que nos conformamos con mortadela. Y el entrenador con el turrón.