Aficionados del Granada, en la previa.
Aficionados del Granada, en la previa. / Antonio L. Juárez / Photographerssports
Paco García Álvarez

20 de mayo 2023 - 16:15

Miranda de Ebro/La marea rojiblanca desembarcó en Miranda de Ebro pasadas las nueve de la mañana. Tras su salida a las 23 horas de la noche del viernes, los 17 autobuses fletados por el club llegaron antes de tiempo a la localidad burgalesa.

Mucho optimismo y cánticos antes de que los aficionados subieran a los buses. “Que sí, joder, que vamos a ascender”, entre otros, fue la frase más repetida de una afición que veló armas en el interior de los vehículos hasta la mañana de este sábado.

Fueron tres las paradas que realizaron los autobuses antes de plantarse en Miranda de Ebro. La peregrinación del granadinismo fue muy temprana, tanto que los bares o cafeterías a los que estaba previsto que los seguidores asistieran estaban cerrados.

Algunos aprovecharon para acercarse a las inmediaciones del Estadio Municipal de Anduva y otros realizaron turismo por la ciudad. Mientras, algunos otros granadinistas estaban camino del encuentro cruzando el país. En varias vías de servicio se pudo ver a alguno de ellos aprovechando para desayunar a primeras horas de la mañana: “Preferimos hacerlo así para luego no parar más. Este año no habíamos tenido la oportunidad de desplazarnos y esta era la ocasión perfecta”, confesaba Manolo junto a su hijo.

Otros seguidores optaron por la opción del vuelo a Vitoria. Algunos salieron el viernes por la tarde en un vuelo desde Sevilla a Vitoria, mientras que otros hicieron lo propio este sábado por la mañana desde el Aeropuerto de Málaga. Uno de esos seguidores es Aidan Shearer, que ha aprovechado para hacer turismo por la capital alavesa e incluso se ha encontrado con algunos aficionados malaguistas de la Peña Malaguista Superbasti, ya que el Málaga se jugaba apurar sus últimas opciones de permanecer en el fútbol profesional ante el Deportivo Alavés.

El ambiente en la cafetería Alhambra iba in crescendo. Todos los seguidores nazaríes pudieron sentirse como en casa, en parte, por la buena acogida de la afición local. “Ojalá el Granada ascienda. Me gusta llevar mis colores el día de partido. No nos jugamos nada y la afición granadinista ha demostrado merecer una categoría superior”, indicaba José, seguidor del CD Mirandés.

Con Miranda en fiestas, por la celebración de San Juan, la calle La Estación albergó distintos juegos populares y pasacalles que atrajeron la atención de los granadinistas desplazados. El propio entrenador del CD Mirandés, Joseba Etxeberría se dejó fotografiar con varios seguidores rojiblancos en los bares del municipio leonés. Una fiesta del fútbol teñida de rojiblanco.

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