La alargada sombra de Montoro

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La baja del medio condiciona a un equipo que sale como siempre y acaba con Germán de '9'

Antonio Puertas pugna por el esférico con Escassi.
Antonio Puertas pugna por el esférico con Escassi. / Alex Cámara
Javier Aguilera

12 de noviembre 2018 - 02:35

Granada/El Granada CF acusó ante el Numancia la baja de Ángel Montoro. El medio no pudo jugar por acumulación de amonestaciones y su ausencia empeoró al equipo. Eso y el buen trabajo defensivo del cuadro soriano, que cerró casi todas las vías de ataque de un conjunto nazarí que llegó bastante pero remató poco, que logró quitarle el balón al conjunto con más posesión de la categoría aunque no pudo administrarlo tan bien como en encuentros anteriores. La relación causa-efecto entre la falta de Montoro y el papel de los rojiblancos no se basa en el resultado final sino que en lo visto durante los noventa minutos, en, sobre todo, las pocas ideas de los locales en ataque. No fue un mal partido del Granada, simplemente estuvo por debajo del excelso nivel de otros días. Eso sí, mereció ganar, lo dio todo, dejó su meta a cero, sumó y sigue arriba, que no es poco. El empate no es un paso atrás, es un avance menor que el jornadas pasadas.

nico aguirre, el elegido

Tenía el técnico Diego Martínez tres opciones para reemplazar a Montoro: Nico Aguirre, Alberto Martín y José Antonio. Al final eligió al argentino pero no varió el sistema. Aunque casi siempre que actuaba Aguirre formaba el Granada con un 1-4-1-4-1, el preparador optó por repetir con el 1-4-2-3-1 de casi todos los partidos, con 'el Bicho' formando pareja con Fede San Emeterio en el medio centro. Jugó a buen nivel, hizo lo que se espera de él, aunque sus cualidades son muy diferentes a las de Montoro.

cambios de posición

Los tres jugadores de la media punta cambiaron varias veces de posición. Vadillo empezó en la derecha y Pozo en la izquierda, con Fede Vico de enganche. No fue el mejor día de ninguno de ellos, es evidente. Casi nunca recibieron el balón en condiciones de hacer un buen uno contra uno ni con superioridad por dentro. En detalles como estos es donde más se apreció la ausencia de Montoro. Ni ellos ni los laterales fueron capaces de poner buenos centros cuando pudieron colgar el balón al área.

todo igual

Apenas hubo variación en la segunda parte. En todos los partidos jugados hasta la fecha el Granada cambiaba su dibujo con alguna de las sustituciones pero este vez no lo hizo, ya que el equipo se mantuvo con el 1-4-2-3-1 casi hasta el final.

adrián ramos al campo

Rodri estaba teniendo muchos problemas ante los centrales visitantes y casi nunca salió ganador de los duelos, lo que motivó que fuese sustituido al inicio del segundo tiempo por Adrián Ramos, que dio más juego de espaldas pero poco más. Con la segunda sustitución sí que mejoró el Granada, ya que Antonio Puertas, que entró por Pozo, aportó verticalidad. El almeriense se atrevió mucho más que el sevillano y que Vadillo. Sus cabalgadas y regates no sirvieron para que llegara el gol, pero al menos lo intentó.

el último cambio

Quedaba poco tiempo y se había quedado el Numancia con diez, lo que llevó a los de López Garai a encerrarse en torno a su portería. Diego Martínez tenía en el banquillo a Juancho para meter más pólvora ofensiva pero optó por José Antonio, que llevaba muchos encuentros inéditos. La idea era buena porque el canterano es un futbolista con buen manejo de balón y visión de juego, algo que no tenía el plantel. Sin embargo, no se encontró cómodo en el cuarto de hora que estuvo en el campo y ni él ni sus compañeros, tal y como dijo el entrenador en la sala de prensa tras el choque, supieron leer el duelo en superioridad.

germán para arriba

En los últimos instantes mandó Martínez hacia arriba a Germán. El central está en un momento de forma sensacional y se las lleva casi todas por arriba, algo que no estaba haciendo ninguno de sus compañeros en el área rival. Se colocó arriba, de delantero 'a lo Alexanco' aquel inolvidable central del Barcelona que décadas atrás popularizó eso de mandar a un central a la desesperada arriba para buscar el gol con el juego aéreo. Este movimiento provocó que el Granada acabara jugando con un 1-3-5-2. No funcionó la jugada y no llegó el gol, ni siquiera hubo ocasiones, aunque poco o nada se le puede reprochar a este Granada que cuando no gana es capaz de no perder, que sigue sumando y que se mantiene con los mejores.

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