El Carlos Belmonte es el talismán del Granada CF

Granada/Ante unos mil aficionados rojiblancos, el Granada CF no falló una vez más en el Carlos Belmonte, donde venció al Albacete por 0-2 tras aprovechar un par de errores del cuadro manchego. Tras una primera parte no especialmente buena, los granadinistas esperaron su momento para seguir vivos en la pelea por jugar play off.
Una jornada más, Fran Escribá no quiso repetir el mismo once que se impuso al Almería. El valenciano sí que apostó por el trivote al dar entrada a Sergio Ruiz por Stoichkov. El cántabro fue la única novedad de un equipo que repitió la línea de cuatro atrás pese a estar disponible Manu Lama. Con Ruiz en el campo, Gonzalo Villar tuvo más libertad y menos obligaciones defensivas en el Carlos Belmonte al igual que Hongla, ocupando las bandas los ya habituales Abde Rebbach y Tsitaishvili, siendo Lucas Boyé el hombre más adelantado.
Desde el banquillo se quiso tener superioridad numérica en el centro del campo con tres hombres aunque sorprendió la posición de Hongla, que no ejerció de pivote y jugó tirado a la derecha, donde se le vio perdido. Sin embargo, en el primer tiempo el dibujo no tuvo los efectos deseados. El duelo en sus primeros diez minutos fue muy movido. Un ida y vuelta con llegadas por ambos conjuntos. Abrió las ocasiones Abde Rebbach con un disparo desde 25 metros que se marchó fuera. La respuesta llegó por medio de Pacheco con un remate desde la frontal tras un rechace de la zaga visitante fruto de un córner, pero el esférico se marchó por encima del larguero.
Un par de centros desde la izquierda de los rojiblancos que detuvo Raúl Lizoain y otro de Morcillo, que generó muchos problemas desde la izquierda con sus precisos centros, cerraron una primera fase del choque sin control por parte de ningún equipo. Al Granada CF le costaba hacerle daño a su rival. Y eso lo vio el conjunto de Alberto González, que supo aprovechar los errores del contrario. Una pérdida provocó una gran ocasión que culminó Riki con un disparo raso que no encontró portería.
Los tres centrocampistas que ordenó Escribá no fueron capaces de dominar el ritmo del partido. Hongla estaba demasiado perdido en su nueva posición y Villar tampoco entraba en exceso en contacto con el balón, al margen de perder varios balones que pudieron costar caro. Así, Boyé era una isla arriba (y fue de lo más salvable del primer tiempo) y los extremos tampoco lograban profundizar lo suficiente. El Albacete, sin hacer nada del otro mundo, era superior. Y Riki, llegando desde atrás solo y tras un centro lateral, obligó a Mariño a tirar de reflejos y sacar una mano providencial para evitar el 1-0.
Lizoain era un espectador más pues el juego se desarrollaba en campo granadinista, lo que dio lugar a varias llegadas al área. Fidel, tras una falta fruto de una nueva pérdida de Gonzalo Villar en una acción en la que vio amarilla, lanzó junto al palo derecho del guardameta gallego desde la media luna. La dinámica no cambió mucho en la recta final y tan sólo destacó un disparo de volea de Rebbach tras un despeje de Lizoain fruto de un córner, que no fue entre los tres palos. La última la tuvo Rubén Sánchez desde la frontal, pero el chut del catalán le salió demasiado centrado y el guardameta del cuadro albaceteño repelió como pudo ante la maraña de futbolistas que tenía delante.
Y así finalizó una primera mitad muy mejorable por parte granadinista en la que había que corregir varios aspectos del juego, como la concentración para evitar pérdidas absurdas y tener más personalidad cuando se tenía la posesión.
Tras el paso por los vestuarios, el primer susto llegó por parte de los manchegos. Una internada de Riki terminó con el dinámico centrocampista en el césped en su forcejeo con Gonzalo Villar que Ávalos Barrera no estimó que fuera penalti pese a las quejas de los locales. Salió mejor el Albacete, mucho más decidido. Mariño evitó el 1-0 con un disparo de Fidel. La respuesta, a la contra, que es como más le gusta jugar a los rojiblancos, llegó tras una acción de Rebbach que le llegó a Sergio Ruiz, pero el cántabro no pudo dirigir el cuero entre los tres palos.
El extremo argelino estuvo más activo asociándose con Boyé. Empero, pese a que pareció que el Granada CF trató de buscar más el área local, cada vez que los albaceteños atacaban, generaban peligro. De nuevo, un disparo de Morcillo obligó a Mariño a emplearse a fondo. El choque, con el paso de los minutos, se fue abriendo. Rebbach estaba siendo el mejor pero el técnico del Granada CF movió el banquillo y sentó al argelino una vez más. También hizo con Gonzalo Villar, dando entrada a Manu Trigueros y Stoichkov, lo que dio lugar a que Tsitaishvili pasara a banda izquierda y el gaditano partiendo de la derecha. En su primera intervención aprovechó un buen pase de Trigueros para ceder a Boyé pero el argentino no encontró portería.
Quedaban 20 minutos y el ‘Alba’ comenzó a acusar el cansancio. Y eso lo aprovechó el cuadro granadino que supo aprovechar dos errores de los de Alberto González. A 14 minutos del final, Stoichkov, que le dio otro aire al juego ofensivo de su equipo, buscó a Boyé. El argentino trató de controlar pero Pepe Sánchez, al tratar de presionarlo, tocó el cuero e introdujo el cuero en su propia portería que fue suya en la etapa de Diego Martínez. Un minuto más tarde, una pifia garrafal de Juanma que cedió el balón atrás, le llegó a Boyé que avanzó, entró en el área y cedió para la llegada de Hongla quien, con suma tranquilidad, controló y batió a Raúl Lizoain para dejar el cuero encarrilado.
Y ahí terminó el choque. Los dos tantos en menos de dos minutos dejaron muy tocados a los albaceteños y el Granada CF se creció con el apoyo de su público. No sufrió y menos cuando puso defensa de cinco. La fiesta se trasladó a la grada del Carlos Belmonte, ese campo talismán para el Granada CF.
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