El balón parado causa estragos en el Granada CF

Fútbol

A los rojiblancos les está costando defender con solvencia las jugadas de estrategia

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Luca Zidane está teniendo muchos problemas en el juego aéreo. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS

Granada/Si hay una faceta en el mundo del fútbol en la que la calidad y la técnica tiene poca influencia pero puede dar triunfos y muchos puntos, esa es la estrategia. El balón parado o, como mucho entrenadores le llaman, las jugadas de reanudación son acciones en las que influyen más el trabajo y la constancia que cualquier otro aspecto. En ellas la inferioridad numérica no es determinante pero sí que otorgan mucho rédito.

Habitualmente, los equipo llamados ‘grandes’ le prestan poca atención a este arte. Con el talento se bastan en su gran mayoría para ganar partidos aunque siempre hay excepciones como el histórico Atlético de Madrid de Radomir Antic con Pantic, que ganó una liga gracias, entre otras cosas, a la estrategia. Pero hay otros conjuntos, con menos calidad, que explotan sus recursos al máximo y uno de ellos son las acciones a balón parado.

Y sino, que se lo digan al Granada CF. A los rojiblancos les está costando en este arranque liguero defender esta faceta y ello ha traído consecuencias. Al margen de que sus delanteros en las tres primeras jornadas aún no han marcado y los tantos anotados los han materializado jugadores de corte defensivo como Miguel Rubio, Ricard y Martin Hongla, a nivel defensivo de los cinco goles encajados, salvo el tercero ante el Huesca y el penalti frente el Albacete, vienen precedidos de errores en la marca y falta de concentración. Y eso ha traído nefastas consecuencias para el equipo entrenado por Guillermo Abascal.

Todo comenzó ante el conjunto manchego en la primera jornada del campeonato. Un simple saque de banda prolongado al primer palo por Higinio permitió a Morcillo abrir en marcador en el estreno liguero. Los albaceteños anotaron otro tanto tras una falta lateral antes del descanso por medio Jon García pero finalmente el VAR lo anuló por fuera de juego. Fue el inicio de un calvario que se está prolongando en este arranque de la competición.

Frente al Racing de Ferrol se pudo mantener la portería a cero aunque concedió numerosos saques de esquina que, afortunadamente, no tuvieron consecuencias. Pero la pesadilla continuó frente a la Sociedad Deportiva Huesca. Fue en una acción similar al primer tanto del ‘Alba’ pero en vez de saque de banda el primer gol vino precedido de un córner. Y es que las prolongaciones al primer palo no las están defendiendo bien los rojiblancos. El envío desde la esquina al primer palo fue tocado entre Blasco y Ricard, que pugnaba por despejar, y el cuero le llegó a Joaquín sin marca para, con un remate muy dudoso entre el brazo y el hombro, hacer el 0-1.

Eso ha provocado que cada acción a balón parado genere pavor en la hinchada. Y más si en la segunda parte, una falta situada a más de 30 metros la ejecutó Sielva a la cruceta y la zaga de Abascal, demasiada pasiva, no supo defender el remate en plancha de Rubén Pulido para dejar encarrilado el duelo para los de Antonio Hidalgo. Lo peor de todo es que, en la previa, el preparador sevillano avisó del peligro de los oscenses, que estaban líderes fruto de su aprovechamiento de este tipo de jugadas, y que el objetivo era evitar que gozaran de ellas pero no fue así.

El balance es evidente que no está siendo nada positivo y la plantilla del Granada CF se debe poner manos a la obra para reducir las consecuencias de este arte que no todos manejan pero que está causando estragos en un equipo con las aspiraciones de los rojiblancos que, hasta el momento, no está cumpliendo con las expectativas y que tiene mucho que mejorar.

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