La brújula no orienta, pero golea

Llegaba tocado y Diego Martínez apostó por alinearlo por su importancia en el inicio de competición. Montoro volvió a formar con San Emeterio en el doble pivote. El rojiblanco acompañó tímidamente en la presión a Adrián Ramos en contadas ocasiones y se alineó con el bloque en el orden mantenido ante las acometidas rivales, sobre todo en la primera mitad, cuando más replegado estuvo el conjunto.

El valenciano se mostró como siempre: participativo en el juego del equipo, pero no tuvo la oportunidad como en choques anteriores en la búsqueda de pases más arriesgados y decisivos en tres cuartos de campo. Su aportación en defensa fue correcta, llegando incluso a jugarse el tipo para cortar un balón que no pudo patear Carles Gil en la frontal del área, cuando aún el partido estaba en empate a cero goles.

Tras encajar el primer tanto dio un paso adelante y arriesgó más en sus entregas. Intentó juntarse especialmente en la banda izquierda con Álex Martínez, pero no gozó de demasiadas ocasiones para enviar centros al área del Deportivo.

Con el partido agonizando pidió lanzar una falta cometida sobre Pozo en la frontal del área. El '19' nazarí puso el tiro libre en la misma escuadra, haciendo imposible la estirada de Dani Giménez, quien apenas tuvo trabajo durante los 90 minutos de partido. Poco pudo hacer más, como el equipo, sorprendido por los errores puntuales que condicionaron el choque.