El buen rollo regresa al Nuevo Los Cármenes

Granada/Como si de un mesías se tratara, da la sensación de que la llegada de Fran Escribá ha sido como un bálsamo que ha serenado todas las aguas que había revueltas en el Granada CF, que no eran pocas.

Se estrenó el técnico en casa y más allá del partido, la otra gran novedad de la tarde fue la presencia en el estadio, de nuevo, de una Grada de Animación local, conformada durante la semana y que, a falta de mejorar aspectos y de tener un poco más de seguimiento por parte de todos los presentes, provoca otro ambiente en el estadio.

Había varios cientos de cordobesistas en el Nuevo Los Cármenes pero esta vez, a diferencia de lo ocurrido cuando el Granada jugó ante el Málaga y los anteriores partidos, el estadio no fue ni un cementerio ni la casa del equipo visitante.

Cientos de jóvenes entusiastas devolvieron el buen ambiente a un estadio donde desapareció hasta el clásico “directiva dimisión” que se oía desde mediados de la pasada campaña.

Para que la fiesta fuera completa, el gol de Siren Diao en el tiempo añadido fue la guinda en la tarta, la confirmación de que hay otro rollo en el Nuevo Los Cármenes, de que ha vuelto la normalidad.

La previa del partido ya fue diferente a todo lo vivido esta temporada, ya que los aficionados retomaron la sana costumbre de recibir el autobús del equipo a su llegada al estadio.

Cientos de seguidores rojiblancos llenaron la calle hora y media antes del choque de banderas, bufandas y botes de humo rojo para recibir a los rojiblancos, a los que se les dio la bienvenida con una pancarta gigante que rezaba ‘Unidos por tus colores’.

También fue diferente en la previa que hubo una actuación musical antes del espectáculo futbolístico. En concreto la Banda de Cornetas y Tambores de Jesús del Gran Poder de Granada tocó en los momentos previos al choque en una iniciativa del club en su afán por seguir acercándose a la música granadina.

Impresionó ver sobre el verde a la banda, con un centenar de miembros, y escuchar esa música ‘semanasantera’ justo antes del inicio del encuentro. Además, su actuación, que duró lo que tardaron en cruzar el campo de un fondo a otro desfilando por la banda de tribuna, precedió a la salida de los equipos al terreno de juego y al canto al unísono del himno del Granada.

Todo eso lo vio desde un palco privado Zinedine Zidane, reclamado por muchos aficionados para hacerse fotografías. El ex jugador y ex entrenador del Real Madrid no trajo suerte a sus hijos, ya que Luca se quedó en el banquillo del Granada y Theo, que partió como titular en el Córdoba, fue expulsado en el minuto 39.