La campaña de abonados, clave para reenganchar a una afición desencantada con su Granada

Granada CF

El próximo día 2 de julio se presentará la campaña de abonados y unos precios injustos serían la gota que colma el vaso de una afición harta

Pancarta de un aficionado en el partido ante la Real Sociedad
Pancarta de un aficionado en el partido ante la Real Sociedad / Photographerssports

Si hay alguna palabra para definir los últimos años del Granada CF, es la inestabilidad. El equipo rojiblanco, que está cogiendo la peligrosa costumbre de convertirse en un equipo ascensor, lleva cuatro temporadas subiendo y bajando de categoría y en esta última varios acontecimientos han afeado la percepción de toda la directiva y DDMC en general por parte de la afición nazarí, que desde hace tiempo se muestra en contra de la gestión que está llevando al club a un cúmulo de subidas y bajadas.

La temporada 2023/2024 comenzó con ilusión, la de volver a Primera para quedarse ya que lo hacían como campeones, con una solidez y un buen grupo liderado por Paco López. Pero poco tardó la cosa en empezar a ponerse fea. La anterior campaña de abonados fue la primera piedra de esa catástrofe, con una incumplida promesa de mantenimiento de los precios a aquellos que estuvieron el curso anterior apoyando al equipo en Los Cármenes y en todos los campos de Segunda División.

Es evidente que la fractura entre la masa social y la propiedad es notable, y muchos aficionados se sientan traicionados o sin ganas de continuar yendo a Los Cármenes -más aun cuando les dan motivos de sobra-.

Sin embargo, con el tiempo, los incondicionales de un equipo se dan cuenta de la necesidad de unirse para reflotar el barco, apelando al sentido de pertenencia y a la importancia que tiene para la ciudad tener un equipo en Primera División. Como cuando uno llega a casa después de un mal día en el trabajo o en el lugar de estudio, el granadinismo está y estará ahí.

En este punto, es conveniente que la campaña de abonados toque la fibra sensible del aficionado granadinista y trate de atraerlo. Pero no con palabras bonitas o lemas llamados a la unión, sino fomentando realmente esa cohesión entre grada, equipo y directiva con medidas que de verdad premien a su afición tras una temporada donde fueron los únicos en estar a la altura.

Evidentemente, unos precios consecuentes con la temporada que acaba de cerrar el club (con la estadística bajo el brazo la peor de su historia en Primera) y el descenso como colista, ayudarán a que el estadio vuelve a llenarse. Lo que faltaba ahora es intentar sacar dinero de los que siempre están en la grada.

A priori, parece complicado que el Granada supere los 17.012 abonados de la temporada anterior. Esta excelente cifra se debió al impulso tras el ascenso como campeón de la campaña 22/23 y los más de 20 goles de Myrto Uzuni, así como el Zamora de Rául Fernández. El equipo transmitía solidez. Sin embargo, las cosas se torcieron: la falsa promesa sobre los precios y la marcha casi regalada de Samu al Atlético fueron las dos primeras piezas de un efecto dominó que ha terminado con una afición desilusionada, harta y decepcionada y un equipo otra vez en LaLiga Hypermotion.

Luego, están las noticias sobre posibles conversaciones para vender el Granada a un grupo de empresarios locales, sobre las cuales el club no se pronuncia. El año pasado, ocurrió algo similar cuando apareció la candidatura de la empresa MountainStar Sports Group, encabezada por Andrés Fassi, para hacerse con la propiedad del club. Finalmente, no pasó nada.

Las historias sobre ventas de clubes suelen repetirse. Generalmente, son negociaciones secretas que casi nunca trascienden. En la situación actual, no es fácil que dicha venta se materialice, ya que la 'Operación Líbero', que involucra a la entidad, está pendiente de resolución en la Audiencia Nacional.

Así como solo se están dando noticias fuera de los terrenos de juego y solo se han anunciado despedidas y bajas, la afición necesita ilusionarse con caras nuevas que vengan al equipo a sumar. La llegada de Pablo Insua, a priori una gran incorporación y más aun siendo gratis, es solo el primer paso, pero es difícil de negar que lo empresarial esté opacando a lo deportivo porque muchos otros equipos de la categoría ya se han reforzado en más de una ocasión.

Volviendo al tema de la propiedad, da igual quien esté al mando del club esta inminente temporada, ya que si es la actual DDMC, su personal debe ser consciente de la importancia de la masa social que rodea a los rojiblancos y cambiar su forma de actuar intentando remar todos en la misma dirección, y si son los nuevos empresarios granadinos los que finalmente cierran la operación, harán lo propio con la responsabilidad de devolverle el equilibrio a una institución como el Granada, y sobre todo la sonrisa a su aficionado.

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