La cara y la cruz de la eliminación copera del Granada
Los rojiblancos compitieron y superaron a un Primera durante muchos minutos, pero la falta de gol y los pocos recursos disponibles dejaron a cero su marcador en Los Cármenes
Granada/El Granada CF cayó eliminado de la Copa del Rey en dieciseisavos contra el Getafe en el Nuevo Los Cármenes, pero el partido dio para mucho más que eso. Algunas conclusiones positivas, como el buen nivel general del equipo tras las vacaciones y la reivindicación de suplentes como Manu Lama, se contraponen a otras negativas, como la evidente 'Uzunidependencia' a la hora de generar gol y las pocas alternativas que propone la 'unidad B' cuando se les necesita.
La cara
En primer lugar y empezando por lo bueno, el Granada ya no solo plantó cara, si no que fue a ratos superior a un equipo de Primera División y, desde luego, no mereció irse a casa con un cero en el marcador, porque de las pocas ocasiones que tuvo el partido las más claras se pintaron en rojiblanco. Bien sabido es que el Getafe no destaca por su brillantez si no por su efectividad, pero los nazaríes igualmente ofrecieron más registros que el equipo azulón, muy dependiente ayer de Luis Milla.
Hablando de Milla, el público juzgó y dio su veredicto al respecto del exrojiblanco, silbado prácticamente cada vez que tocaba el balón y objetivo de varios cánticos que a buen seguro no le sentarían bien, de ahí su 'efusividad' celebrando el gol de su compañero Mayoral. A otros como Domingos Duarte, todo lo contrario.
Otra buena noticia es el partidazo que hizo el propio Manu Lama, acertado y correcto aunque tampoco es que el Getafe ofreciera un despliegue ofensivo apabullante. El central jugó su tercer encuentro con la camiseta del Granada, los tres de Copa, y convenció a muchos de que está preparado y con el merecimiento de tener más minutos.
La cruz
En la otra cara de la moneda está la 'Uzunidependencia' a la hora de meter gol. La larga ausencia de Boyé, que parece que volverá pronto, sumado al poco acierto de Shon Weissman y Reinier ayer, evidenciaron las carencias ofensivas del equipo cuando el albanés no está. Cierto es que Weissman anotó dos goles en fuera de juego, pero fueron en acciones aisladas y se le vio algo desconectado del resto de compañeros. Eso sí, llegó a hacer hat trick de goles anulados y las que tuvo las metió aunque no valieran.
Tampoco fueron decisivos el resto de atacantes, especialmente los extremos, una posición en la que el Granada debe reforzarse este invierno. Reinier, actuando como segunda punta, trató de generar peligro acompañado por Tsitaishvili y Pablo Sáenz en las bandas, con la intención de apoyar al '9' del Granada CF.
Sin embargo, ninguno de los cuatro jugadores logró ser decisivo. El error del brasileño con la portería para el tras el eslalon y el tacón de Jozwiak evidenció esta falta de confianza: el polaco pudo tirar también pero decidió dejársela a Reinier, y este con todo para hacer gol la manda fuera. Y a la contra, Mayoral mete un 1-0 que para el Getafe fue como encontrar un aparcamiento al lado de la playa en pleno agosto: algo que no se puede perder.
En la segunda mitad, el técnico buscó alternativas desde el banquillo con la entrada de Józwiak y Corbeanu, quienes ingresaron para intentar cambiar la dinámica ofensiva. El juego pasó a dársela al canadiense y que este 'inventara', aunque tampoco a la desesperada llegó el tanto del empate. No se sabe si por nivel, falta de regularidad o ansiedad por el resultado, pero a todos se les vio falto de ideas.
Por último, no fue el día para que el canterano Samu Cortés, recién renovado con el club, hiciera su debut. Escribá lo achacó a que otros cambios le hicieron falta antes y eso le dejó sin hueco, y habrá que esperar para ver en acción con el primer equipo a una de las últimas perlas de la cantera del Granada. Eso sí, el valenciano afirmó que si "sigue en esa línea", terminará contando.
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