Fran Escribá da una exitosa vuelta de tuerca a su sistema
El Granada jugó ante el Sporting con una defensa de tres centrales y dos carrileros que funcionó a las mil maravillas, dibujo que sacrifica a los extremos
Granada/Cuando Fran Escribá, entrenador del Granada, dijo en la previa del partido ante el Sporting de Gijón que tenía claro cómo iba a jugar y con qué jugadores, pero que no hablaba para no dar pistas, nadie se imaginaba que tenía en la cabeza una defensa de cinco jugadores.
El técnico se había mostrado tanto en su presentación oficial con el Granada como en diferentes entrevistas dadas a lo largo de su carrera, como un enamorado a la habitual defensa de cuatro y prácticamente huyendo de variantes como la zaga de tres centrales y dos carrileros.
Sin embargo, en el Estadio El Molinón demostró que no es cabezón ni inflexible y partió con una zaga de cinco que duró todo el partido porque le fue de maravilla, maniatando a un Sporting que apenas tuvo ocasiones de gol.
Recuperó Escribá a Insua, que volvía a Gijón, para ser el eje de esa línea de tres centrales, acompañado por Óscar y por Rubio, intocable en el centro de la zaga desde que llegó el técnico.
En bandas, los que habitualmente son laterales ejercieron como carrileros. Tanto Ricard como Brau atacaron y defendieron a partes iguales, aunque el costado zurdo se mostró más profundo que el diestro.
El hecho de incorporar a un efectivo más a la zaga lo pagan los jugadores de ataque. En este caso el técnico decidió jugar sin extremos, por lo que se quedaron en el banco los Corbeanu, Pablo Sáenz o Rodelas.
Entró Reinier, pero para ocupar una posición más centrada e intermedia entre los dos medio centros, que fueron Sergio Ruiz y Trigueros, con mucha mayor posición de pivote defensivo para el primero, y los dos atacantes titulares, esta vez Weissman y Lucas Boyé como los elegidos ante la baja de Uzuni.
El Sporting apenas tuvo ocasiones de gol en todo el partido, lo que habla muy bien de una zaga de tres centrales y dos carrileros que está por ver si perdura o fue un invento puntual del técnico para este partido, con mayor probabilidad de que sea lo segundo.
Hay que recordar que en sus últimos partidos en el Granada, el ex técnico Guille Abascal ya apostó por una defensa de cinco que no le funcionó y que, al final, fue la tumba sobre la que cavó su cadáver deportivo.
Para el próximo partido recupera el Granada a Tsitaishvili tras haber estado jugando partidos internacionales con la selección de Georgia y a Jozwiak tras cumplir dos encuentros de sanción, por lo que caso de mantener el dibujo de Gijón se puede dar el caso de tener hasta cinco extremos puros en el banquillo sin participación de ninguno.
Lo normal sería que Escribá regresara a la zaga de cuatro jugadores y recuperara su clásico 1-4-4-2 con extremos, aunque el buen papel de muchos jugadores en el último partido le abre grandes dudas a la hora de montar su once inicial.
Y es que la vuelta a zaga de cuatro y la recuperación de jugadores como Hongla invita a dejar en el banquillo a futbolistas como Insua o Sergio Ruiz que fueron de los más destacados del equipo ante el Sporting.
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