Granada, Almería y Cádiz, juntos en un pésimo arranque de temporada

La paciencia de los aficionados de tres equipos del fútbol andaluz, como son el Granada, Almería y Cádiz, está llegando al límite, y es que estos tres equipos descendidos están protagonizando un arranque de temporada realmente impropio para conjuntos que, por haber jugado el curso anterior en la máxima categoría del fútbol español, deberían tener cierta ventaja competitiva y estar más arriba en la clasificación.

Este inicio de temporada está siendo un caso excepcional que no se veía en muchos años. Entre los tres equipos han logrado sumar un total de 22 puntos en las primeras siete jornadas, una cifra que resalta por lo escaso de su rendimiento, especialmente en sus partidos en casa. Estos estadios, como el Nuevo Mirandilla y el Nuevo Los Cármenes, que históricamente han sido auténticas fortalezas donde el apoyo de la afición siempre ha jugado un papel clave, están viendo cómo sus equipos no logran imponer su juego. Este arranque está siendo complicado y poco común, sobre todo en un fútbol nacional donde estos recintos suelen presionar mucho al rival. Todo esto está generando un ambiente de incertidumbre y preocupación entre sus seguidores.

En cuanto al Granada, la situación es bien conocida. El equipo ha vivido el enésimo cambio de entrenador en apenas unos meses, apostando ahora por Fran Escribá, con la esperanza de que logre devolver la calma y el orden a un equipo que, la pasada temporada, perdió ese carácter ganador que tanto lo había caracterizado. El problema, sin embargo, no es exclusivo del equipo rojiblanco. El Cádiz, dirigido por Paco López, ha mantenido a un gran bloque de jugadores que mentalmente parecen no haber superado la debacle del año pasado, en el que sufrieron incontables derrotas.

Esta inercia negativa está afectando al rendimiento de un equipo que, a nivel psicológico, no parece estar preparado para competir al nivel que se esperaba. Muchos de estos jugadores debieron haber terminado su ciclo la temporada anterior, pero la falta de ofertas por parte de otros clubes, o el cambio de opinión del presidente cadista, Manolo Vizcaíno, ha permitido que continuen en un equipo del que probablemente debieron haberse marchado, lo que agrava más aún la situación actual.

Por otro lado, la UD Almería ha seguido una estrategia similar, realizando pocas incorporaciones al equipo. El único fichaje notable ha sido el de Nico Melamed, quien, con criterio, ha demostrado ser una incorporación acertada, siendo actualmente el máximo goleador del equipo con tres tantos. Sin embargo, eso no ha sido suficiente para cambiar el rumbo de un equipo que sigue mostrando grandes carencias, sobre todo en defensa. Son la defensa más goleada de la categoría, con 15 tantos en contra, y han encajado 11 goles en los últimos tres partidos.

Equipos como el recién ascendido Castellón les marcó cinco goles en el Juegos del Mediterráneo, el Eibar les endosó otros dos, y el Levante, en su visita al Ciutat de Valencia, les marcó cuatro goles. Estos dos puntos obtenidos de los últimos quince posibles reflejan claramente que la plantilla almeriense está rindiendo muy por debajo de lo esperado, a pesar de ser una de las más valiosas en comparación con otros equipos de la Primera División. De hecho, las redes sociales han comenzado a llenarse de mensajes con el equivalente al popular "DDMC Go Home" pero versión almeriense, un clamor popular que pide la salida de Mohamed El Assy, CEO del equipo, al que muchos responsabilizan principalmente de la situación actual del club.

Un elemento que conecta a estos tres equipos es la falta de conciencia de que la Segunda División no se gana solo con nombres o plantillas de calidad, sino con la unión y cohesión del vestuario. El mal ambiente o la falta de conexión entre los jugadores está siendo un impedimento para que estos equipos puedan rendir al nivel esperado y pelear por el ascenso. Esta desconexión se está reflejando tanto en su juego como en la clasificación, y sus respectivas aficiones ya están comenzando a manifestar su descontento.