Un Granada CF con el motor gripado

Granada CF | Análisis de la temporada (III)

La irregularidad y los cambios de dirección en el banquillo impidieron que el centro del campo rojiblanco se pusiera en marcha

Milla se marcha lesionado en el partido que certificó el descenso.
Milla se marcha lesionado en el partido que certificó el descenso. / PHOTOGRAPHERSSPORTS
Fabián Leyva

30 de mayo 2022 - 05:00

Granada/En el fútbol hay una máxima muy complicada de rebatir y es esa que asegura que el centro del campo es el corazón del equipo, pues actúa como válvula para activar y hacer funcionar al resto de las líneas. Más razón que un santo. Una medular pragmática no sólo ayuda a que la fluidez de la circulación sea mayor o a conectar con acierto la defensa y la delantera, sino que también ordena y oxigena cuando existe tal necesidad.

Teniendo claro todo esto, parece evidente que el resultado final en la tabla de clasificación de un club y la actuación de su centro del campo van cogidos de la mano. No iba a ser menos en el Granada CF, que cayó a la zona roja en la última jornada y pagó de manera merecida su irregularidad y la de sus futbolistas clave. Hasta trece jugadores han llegado a disponer esta temporada en la línea intermedia del terreno, siendo siete de estos mediocentros puros –contando pivotes e interiores–, dos mediapuntas y cuatro ‘bandas’.

Hay que tener en cuenta que, a lo largo de tan agitada campaña, con hasta tres entrenadores diferentes, el conjunto nazarí ha usado diferentes sistemas y esto, de manera inevitable, ha afectado tanto a la forma de jugar como a los activos empleados. Ya sea con el 1-4-4-2 (o 1-4-3-3) de Robert Moreno, el 1-5-3-2 de Rubén Torrecilla o el 1-4-2-3-1 de Aitor Karanka.

Frustración

Uno de los que fue fijo prácticamente sin importar el dibujo fue Luis Milla. El madrileño era una de las grandes esperanzas del curso y no ha cumplido con las expectativas pese a ser un indiscutible (36 partidos, 2.883 minutos 3 goles y 4 asistencias). Fue uno de los goleadores del equipo al ser el encargado número uno de lanzar las penas máximas, mas la falta de liderazgo en momentos clave y la discontinuidad en su rendimiento han sido dos de los aspectos que han emborronado su quizá último año como rojiblanco.

Otro de los habituales fue Maxime Gonalons, señalado por su falta de implicación en el tramo final y su usual poca participación, pues es más fácil dar con él en la enfermería que en el campo. El francés, con uno de los sueldos más abultados del plantel, apenas ha superado el millar de minutos y se ha visto relegado al banco en varias ocasiones por jugadores de menos experiencia como Isma Ruiz o discutidos como Yan Eteki. Todo apunta a que saldrá del club este mercado tras tres temporadas en Granada.

Uno de los compañeros de ‘Max’ en el parte médico fue Ángel Montoro, pues el valenciano apenas ha llegado a los 1.355 minutos este año para cuajar así su año más pobre como jugador rojiblanco. Pieza clave en el pasado, ha tenido un papel secundario este año tanto por su bajón de nivel como por sus molestias musculares. Fue uno de los señalados, junto a Aarón Escandell, del descalabro del equipo en el Estadio de Vallecas (4-0). Acaba contrato en junio y parece que será el fin de su estancia en la entidad nazarí.

Incertidumbre

El que estaba destinado a comandar el centro del campo del Granada CF durante esta temporada y las siguientes era Monchu Rodríguez. La dirección deportiva, con Pep Boada a la cabeza y Robert Moreno como principal valedor, peleó por hacerse con sus servicios y consiguió que el balear llegase libre a la plantilla. Comenzó siendo un fijo pero la precipitación y la falta de adaptación al club –se llegó a cuestionar su conducta dentro y fuera del verde– lo llevaron a perder más y más importancia en los onces del técnico de L’Hospitalet. El ambiente de crispación acabó por tener como consecuencia una salida en forma de cesión: firmó por el Real Valladolid y se convirtió en pieza importante del combinado pucelano, interesado en hacerse con sus servicios para la próxima campaña.

Al que parece que se la ha acabado el crédito como jugador nazarí es a Yan Eteki. El africano, que ha cumplido su tercera campaña como granadinista, no ha cuajado en casi setenta partidos con la horizontal ninguna actuación para el recuerdo o que siquiera se acerque al notable alto. Utilizado más como complemento o pieza para cerrar partidos, nunca ha logrado hacerse con el puesto de titular ni teniendo en cuenta las lesiones de varios de sus compañeros. Con sólo 433 minutos y un contrato que termina en junio se antoja una de las salidas más claras del verano.

Futuro

Sí estarán –y además se les considera parte importante del regreso a Segunda División– Petrovic e Isma Ruiz. El primero aterrizó en la ciudad en el mercado invernal y, aunque le costó hacerse al sosegado ritmo de LaLiga y su juego posicional, terminó convenciendo a los técnicos (15 partidos y más de 900 minutos). El canterano granadino, por su parte, tuvo que hacer frente a la peor cara del fútbol cuando mejor le iban las cosas: sufrió una lesión en la rodilla derecha en el momento que más estaba interviniendo sobre el césped. Sólo llegó a jugar 326 minutos repartidos en nueve encuentros.

Mediapunta

En la media punta sólo dos nombres y la cara y la cruz. La parte negativa la puso Rubén Rochina, fichado en el mercado invernal y, de nuevo, azotado por las lesiones. Los escándalos fuera del terreno de juego tampoco ayudaron a mejorar su imagen de esta campaña. Aun así, y gracias a la incuestionable calidad de su pierna izquierda, se las apañó para anotar un gol y repartir tres asistencias.

Collado, en su presentación-
Collado, en su presentación- / PHOTOGRAPHERSSPORTS

Sí sorprendió, este para bien, Álex Collado. El joven futbolista catalán, llegado en calidad de cedido por el FC Barcelona, fue una de las revelaciones del curso y cumplió con creces cuando Aitor Karanka le otorgó las llaves del ‘enganche’. De menos a más, empezó a carburar al alejarse de la línea de cal y acercarse tanto a la sala de máquinas con Rubén Torrecilla como a ‘tres cuartos’ de campo con el técnico vitoriano. Xavi Hernández se ha declarado fan suyo, por lo que parece más que probable que el próximo año forme parte del primer equipo del combinado culé.

Bandas

En las bandas fueron protagonistas dos de los ‘clásicos’ del Granada: Puertas y Machís. El primero fue uno de los que más minutos tuvo a lo largo del curso (2.313 en 34 partidos) y que mejores sensaciones dejó, pues fue capaz de marcar 7 goles y dar 1 asistencia a pesar de jugar en más de una ocasión como carrilero diestro. Está llamado a ser una de las caras del equipo en LaLiga Smartbank.

Todo lo contrario ocurre en el caso del venezolano, más preocupado por lo extradeportivo que por lo que verdaderamente importa. La falta de implicación y compromiso y su frustrada salida invernal al Charlotte FC de la MLS lo dejaron ‘fuera de juego’, llegando incluso a encadenar tres choques seguidos sin jugar en el tramo final de liga.

Completan finalmente la nómina de centrocampistas Dani Raba y Soro. El exjugador del Villarreal fue el gran fiasco de la temporada, pues sólo alcanzó a disputar 24 minutos y dos partidos en toda la temporada. Su infausta participación en el Santiago Bernabéu y las dificultades para aclimatarse al vestuario lo dejaron en el dique seco.

Algo más, y para terminar, pudo intervenir Alberto Soro. El joven aragonés disputó 16 partidos y 665 minutos en los que dio muestras de una sus principales virtudes: la polivalencia. Apareció como extremo o interior diestro y zurdo, como mediapunta y hasta como carrilero izquierdo. Cuenta con contrato hasta 2025 y el club debe valorar si darle salida en forma de traspaso o cesión o contar con él para tratar de volver a donde la ciudad merece. Hasta la próxima.

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