El Granada CF se reconcilia con su afición tras ganar al Córdoba

Granada/Cinco partidos han tenido que transcurrir para que el Granada CF haya logrado su primera victoria de la temporada ante su público. Fue con sufrimiento y con un jugador más durante casi una hora de partido ante un Córdoba que no le puso las cosas nada fáciles. El tanto de Siren Diao en tiempo de descuento permite a los rojiblancos acumular seis jornadas sin perder y sumar siete de los últimos nueve puntos en juego.

Las ausencias de los internacionales provocó que Fran Escribá tuviera que realizar cambios con respecto a sus dos primeros encuentros. Optó por Sergio Ruiz por Hongla, Corbeanu por Tsitaishvili y Lucas Boyé por Uzuni. Además, los problemas físicos de Ignasi Miquel hicieron que Miguel Rubio volviera al eje de la zaga. El resto de jugadores fueron los mismos que vencieron en Miranda de Ebro.

Gran ocasión

El choque arrancó con el cuadro cordobesista dominando el cuero y jugando en campo contrario ante el conjunto rojiblanco, que buscó en las transiciones la manera de hacer daño. Pero la primera gran ocasión la tuvo Lucas Boyé, el capitán, antes de que se cumplieran los diez primeros minutos tras un centro de Corbeanu cuyo remate de cabeza lo salvó, in extremis, Carlos Marín con una gran intervención.

El primer intento a portería de los visitantes lo realizó Álex Sala desde fuera del área (16’) sin que el cuero fuera entre los tres palos. Los locales, muy ordenados, no tenían prisa y esperaban su momento para hacer daño a los de Iván Ania. No les preocupaba que la posesión fuera cordobesa aunque a la afición granadina sí. Con Sergio Ruiz y, sobre todo Gonzalo Villar, muy vigilados, al Granada CF le costó iniciar las jugadas con claridad. Una presión alta que asfixió a los creadores de juego, optando por salir por las bandas como válvula de escape.

No fue hasta el minuto 29 cuando Weissman, a centro de Brau previo toque de Boyé, gozó de la segunda oportunidad de los rojiblancos pero el leve golpeo del argentino provocó que el esférico le llegara con poca fuerza al israelí, por lo que su remate llegó mansamente a las manos de Carlos Marín. La respuesta llegó con una bonita acción de Calderón por banda izquierda que culminó en el punto de penalti Théo Zidane por encima del larguero, con su padre viéndolo en uno de los palcos del Nuevo Los Cármenes.

Expulsión

Villar, a diez del descanso, probó fortuna con la zurda pero su chut se marchó junto al palo izquierdo del guardameta visitante. Pero el que debería ser el punto de inflexión del choque fue la roja directa que vio Zidane por una acción con Brau. El mediapunta elevó en exceso su bota derecha en su intentó por controlar el esférico tras un envío lateral, el canterano metió la cabeza y la bota del cordobesista impactó en el lateral. Sánchez López no se lo pensó y lo mandó a vestuarios a seis minutos del descanso.

Se le puso bien el partido a los de Escribá, pero el Córdoba no cesó en su empeño antes de irse al receso. Ania ordenó un 1-4-4-1 con Antonio Casas en punta. Sin embargo, fue en una contra cuando Corbeanu tuvo el 1-0 pero su disparo, tras dejar seguir el colegiado la ley de la ventaja, terminó por encima del larguero tras su intento con la diestra. Fue la última de una primera mitad de tanteo, con una única ocasión clara, la de Boyé, y con un cuadro cordobés que no le perdió la cara al partido en ningún momento.

Segundo acto

Había expectación por ver cómo afrontaría el Granada CF la segunda mitad con un hombre más. Lo principal era abrir el campo para poder generar espacios por dentro. Obviamente iba a haber más libertad para poder circular pero Iván Ania optó por adelantar la línea defensiva para tener a sus jugadores más juntos. El balón le duraba cada vez menos a los vestidos de beige. Era lógico. Tocaba tener paciencia pero había que romper líneas y jugar con un hombre entre la zaga y el centro del campo que pudiera surtir de balones a Weissman y Boyé.

Ricard, en el 54’, quiso reventar el cuero tras un centro de Józwiak pero remató muy alto. Un minuto después, Corbeanu probó suerte pero estrelló el cuero en el lateral de la red previo toque de un contrario. Poco a poco fueron aumentando las llegadas. Escribá movió ficha y optó por dar entrada a Manu Trigueros por Sergio Ruiz, que no es el mismo de la pasada campaña. Buscaba ese último pase y más claridad de ideas. La jugada le terminó saliendo bien.

Acoso

Un disparo del ex del Villarreal que repelió Marín y un nuevo remate de cabeza de Boyé, con todo a su favor que no fue al arco, comenzó a desesperar a la grada que no veía claro que su equipo pudiera ganar el choque. El míster valenciano optó por refrescar las bandas dando entrada a Reinier y Pablo Sáenz y éste último, en su primera acción, puso a prueba a Carlos Marín que detuvo seguro. Lo mismo que hizo Mariño en una jugada aislada en ataque del Córdoba que culminó a la media vuelta Obolskii, pero el gallego envió a córner con una buena mano abajo.

La sentencia

Restaban más de 20 minutos de partido y el Córdoba trato de dormir todo lo que pudo el encuentro. Con los cambios se bajó el ritmo, lo que más le convenía a los de Ania. Boyé, a siete del final, lo intentó con la zurda pero se encontró a su bestia negra, Marín, una vez más. Brau, tras un rechace de un saque de esquina, probó fortuna con la zurda sin premio. Fue el preludio del tanto del triunfo. Un pase interior de Pablo Sáenz a Manu Trigueros, que dio el pase atrás, lo remató Siren Diao en boca de gol con la zurda, haciendo estallar Los Cármenes que, al fin, vio ganar a su equipo en su regreso a Segunda División aunque fuese en tiempo de descuento. Ya llueve menos.