La pizarra de Abascal comienza dejando más sombras que luces

Granada CF

Un planteamiento erróneo y la incapacidad de jugadores y entrenador de reconducir el plan de partido generó un final de partido caótico

El sevillano prometió una "reacción inmediata" de todo el equipo
El sevillano prometió una "reacción inmediata" de todo el equipo / Europa Press

El Granada CF dejó una imagen muy negativa en el partido del pasado viernes ante el Huesca, sumando así su segunda derrota consecutiva como local, después de la sufrida hace dos semanas contra el Albacete. A diferencia de aquel encuentro ante los manchegos, donde el equipo, a pesar de los fallos, mostró algún que otro momento de buen juego, ante el Huesca el conjunto nazarí experimentó una mala tarde en la que solo en el tramo inicial del partido fueron un equipo reconocible y con orden.

El aspecto más inquietante fue el desorden y la confusión general que resultaron de la propuesta táctica de Guillermo Abascal. El entrenador no encontró la fórmula correcta y lo que se vio en el campo fue un equipo sin brújula, incapaz de sostener un plan de juego coherente. El caos táctico se hizo evidente con decisiones inesperadas y cambios de posició que no hicieron más que desestabilizar al equipo.

La presión alta fue mal ejecutada, hubo una preocupante falta de cohesión entre las líneas, y la fragilidad defensiva quedó expuesta una vez más, y es que no termina de afianzarse la pareja titular y deberían. Además, el Granada se mostró incapaz de defender adecuadamente las jugadas a balón parado, siendo ahí donde perdió el partido, y su ataque se mostró ineficaz y falto de acierto a la hora de rematar jugada. La medular del equipo, que debería ser el motor del juego, estuvo totalmente desajustada y fuera de ritmo excepto momentos puntuales de Trigueros u Hongla. Gonzalo Villar, de nuevo sustituido al descanso.

En ciertos momentos, se pudo observar a Miguel Rubio, un central de oficio, actuando prácticamente como delantero centro; mientras tanto, Hongla, quien habitualmente juega como mediocentro, terminó desempeñando funciones defensivas como un cierre improvisado, e incluso como extremo derecho. Eso sí, el camerunés anotó un golazo en los minutos de reacción que tuvieron los rojiblancos y parece comenzar a demostrar por que el club desembolsó por el una importante cifra el pasado invierno.

Por otro lado, Rubén Sánchez fue utilizado como extremo izquierdo, un rol no habitual para él puesto que parte desde el lateral derecho, mientras que Loic Williams y Carlos Neva se convirtieron en una improvisada pareja de centrales. "Ellos el partido te lo hacen lento con un 5-4-1, lo que buscábamos con Rubén y Pablo es que pudieran entrar desde dentro, y que atacaran el área por detras de Shon y de Myrto, pero evidentemente no nos ha salido. Los centros no tenían peligro, ellos estaban con cinco o seis en el área", explicó Abascal. Esto generó una suerte de esquema desordenado que por momentos parecía un antiguo 2-3-5 o, en otros casos, un desconcertante 2-0-8, en el que los jugadores parecían no saber cuál era su tarea exacta.

El resultado un rato después del 2-1 fue un equipo completamente partido y sin equilibrio, lo que no solo facilitó el trabajo del Huesca, sino que además expuso al Granada a una goleada que, de no ser por algunos fallos del rival o intervenciones puntuales, podría haber sido mucho más contundente, terminando con la puntilla: el 1-3 en el último minuto. La situación deja a la afición preocupada y pone en el foco la necesidad de ajustes tanto tácticos como de cohesión en el equipo, si se quiere revertir esta dinámica negativa y aspirar a objetivos más altos en la temporada.

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