El Nuevo Los Cármenes se ha quedado pequeño

La campaña de abonados del Granada CF ha sido un absoluto éxito, que no hace más que confirmar la ola de granadinismo que vive la ciudad a pesar de que lo deportivo y lo extradeportivo deja mucho que desear. Este domingo, el club ha desvelado que ya se han alcanzado los 17.000 abonados, una cifra récord para los rojiblancos en Segunda.

El club ha informado de que tras un reajuste del aforo, se pondrán a la venta 100 abonos más, de forma presencial, y hasta agotar existencias, destinados a los aficionados que ya cuentan con cita previa.

Asimismo, si estos abonos se agotasen, y no hubiese suficientes abonos para atender la demanda de aquellos aficionados que tienen cita durante los próximos días, se habilitará una lista de espera -al igual que ocurrió en Primera- con el objetivo de, cuando el aforo lo permita, priorizarles en la obtención de un abono.

Tras un descenso bochornoso el año pasado y otro "tira y afloja" veraniego con la posible venta del club que, por ahora no se ha concretado sino enfriado, el granadinismo vuelve a dar un paso adelante y demostrar el significado de amor por un escudo. Cuando todo va en contra, esta afición no ha hecho más que animarse y, como se ha podido ver por las redes sociales, muchas familias enteras han logrado abonarse este curso.

En la última temporada en Segunda, al cierre en septiembre de la campaña de abonos, el Club sumaba 14.923 abonados, cifra de récord por aquella fecha y que, con la campaña de segunda vuelta, se elevó además hasta 15.222, cifra que ahora se supera marcando por tanto el récord histórico desde que existen registros. De hecho ya se superó al llegar a los 16.000, pero es que la cifra ha seguido subiendo hasta nuevos horizontes para demostrarle a la dirección del club y al Ayuntamiento de Granada que el Nuevo Los Cármenes se ha quedado pequeño.

Lo que querrán saber los aficionados rojiblancos es que le hace falta a las dos instituciones para 'meterse en faena' en un estadio que pide a gritos una remodelación y una ampliación de aforo que cumpla con las necesidades básicas de higiene e instalaciones, y sobre todo que esté a la altura del granadinismo, algo que por ahora desgraciadamente parece estar al fondo de la lista de preocupaciones de Li, Yang, Carazo y compañía.