Un pobre Granada CF empata ante el Málaga y sigue sin ganar en Los Cármenes

Granada/El Granada CF volvió a jugar en Los Cármenes y mantuvo la misma dinámica que en pasadas jornadas. Pudo ganar y también perder, pero finalmente empató a dos tantos ante el Málaga CF en un partido que volvió a demostrar las carencias de esta plantilla y el momento de crispación que vive la afición. Shon Weissman pudo darle los tres puntos a su equipo pero falló un penalti en el último minuto del descuento. Son ya cuatro duelos en casa y ni una sola victoria.

Tan sólo dos cambios realizó Guillermo Abascal con respecto al duelo que empató a dos tantos en el Martínez Valero de Elche. Martin Hongla y Myrto Uzuni, dos de los tres internacionales, volvieron a la titularidad en un once en el que el técnico sevillano insistió en formar con tres centrales y dos carrileros. En el banquillo dejó a Shon Weissman y Gonzalo Villar, entre otros.

Pitada

Con una pitada al entrenador local cuando se ofrecieron las alineaciones por megafonía, comenzaron mandando los granadinistas que gozaron de más posesión aunque sin pegada. En concreto, el primer disparo, que no fue entre los tres palos, lo tuvo Antoñito a los diez minutos. Un minuto después, fue Rahmani el que lo intentó en una contra que terminó con un disparo al lateral de la red de Marc Martínez.

Con Aarón Ochoa muy pendiente de Manu Trigueros, al Granada CF le costó encontrarlo, buscando la velocidad de Uzuni y las internadas de Carlos Neva como principales armas ofensivas. De hecho, el único equipo que intentó el disparo en los primeros 20 minutos fueron los malacitanos. Y eso comenzó a escamar a la afición granadina. Sobre todo cuando los de Pellicer comenzaron a perderle el respeto a su rival y a tener el balón en sus pies.

Las aficiones de ambos equipos se mezclaron en las gradas del Nuevo Los Cármenes pero ambas colaboraron para pedir la marcha de los actuales propietarios. Y es que los hinchas comienzan a hartarse de lo que ven y la dinámica que lleva su club, aunque no sean sus dueños. Estaban viendo venir la que ocurriría.

Dominado

En cinco minutos, los blanquiazules sometieron a un contrincante que pareció ser el recién ascendido. En 40 minutos, Alfonso Herrero no atajó el cuero salvo un centro de Neva. Todo lo contrario que Marc, que se tuvo que emplear a fondo ante el empuje visitante. Y lo hizo ante la joven promesa Antoñito Cordero, que en el 32’ probó fortuna de libre directo enviando el catalán el cuero a saque de esquina. Dos minutos más tarde, el guardameta evitó el 0-1 tras una contra también a disparo del extremo malagueño.

Y los hinchas explotaron. Pidieron la marcha de Guillermo Abascal de manera mayoritaria. Dani Sánchez, desde la frontal, lo intentó sin fortuna ante un inoperante Granada que no supo cómo hincarle el diente a su rival. Los locales estuvieron en la recta final a merced del Málaga, que empequeñecieron a los rojiblancos cuyo único disparo a puerta llegó a cuatro del final por medio de Tsitaishvili tras una acción personal de Reinier, otro de los desaparecidos en la primera mitad. Cuarenta y un minutos sin probar a Alfonso Herrero. Tan sólo con esa acción, el público se vino arriba ávido de ver a su equipo generar peligro. Fue una raya en el agua. Y así terminó un paupérrimo primer acto de un equipo plano y sin mordiente, que no se sabe a lo que juega y que tenía que mejorar mucho tras el receso para llevarse los tres puntos.

Misma dinámica

La segunda mitad arrancó con la entrada al terreno de juego de Gonzalo Villar por Manu Trigueros, al que el sistema que implanta el míster sevillano no le ayuda en absoluto para ofrecer su mejor juego. Además, tenía cartulina amarilla por lo que era la excusa perfecta para dejarlo en los vestuarios. Eso sí, el sistema siguió siendo el mismo y, obviamente, la dinámica no cambió.

Rahmani, a los cuatro minutos, estuvo cerca de adelantar a los de La Rosaleda pero Ricard salvó casi debajo de los palos. Las ideas seguían siendo las mismas, o sea, ninguna. Pareció despertar el Granada CF con una contra entre Uzuni y Tsitaishvili que quedó en nada. Ricard, en el 54’, pudo adelantar a su equipo pero llegó muy forzado al primer palo. Lo volvió a intentar en el 55’ hasta que sesenta segundos más tarde, llegó el primer disparo entre los tres palos y fue adentro.

Neva manda callar

Un centro desde el extremo de Hongla, sí Hongla de extremo, lo remató Neva de volea con la zurda a la escuadra. Tras varios malos centros y los pitidos de su afición, se llevó el dedo a la boca mandando callar a la grada que no se lo perdonó cada vez que tocó el cuero. Pero la alegría duró tan sólo cuatro minutos. Los que tardó Antoñito en empatar tras una pérdida de Loïc Williams. El disparo del malacitano se lo comió al primer palo Marc Martínez. Otro al que pitar y ya eran dos.

El empate hizo mucho daño cuando se esperaba que, con el gol, se calmaran los ánimos. Todo lo contrario. Abascal movió ficha y quitó a Tsitaishvili y Reinier para dar entrada a Józwiak y Corbeanu. Cambió el dibujo para jugar con un 1-4-1-4-1. Y aunque el juego no mejoró, en una acción aislada, un centro de Gonzalo Villar al segundo palo lo tocó Corbeanu, Einar trató de despejar pero Uzuni entró con todo para volver a adelantar a su equipo.

El empate

Con la lesión de Neva salió al terreno de juego Brau, que gozó de los primeros minutos en el lateral zurdo. Ante la situación en la tabla, el objetivo era ya mantener la renta en los siete minutos de prolongación. Y cuando se tiene esa falta de ambición se paga. Y los rojiblancos lo hicieron como casi siempre. A balón parado. Un saque de esquina botado al segundo palo lo remató Nelson Monte pero pudo hacerlo cualquiera de sus otros dos compañeros que estaban solos para tocar el cuero (92’).

Pero el choque no terminó ahí pues en la última acción del partido, un penalti cometido por Nelson Monte sobre Miguel Rubio lo ejecutó Shon Weissman, ansioso por marcar y, como no podía ser de otro modo, lo falló. Lo lanzó al centro, raso, y Alfonso Herrero repelió el esférico con los pies dejando helada a la grada de Los Cármenes que, aunque hubiera ganado no se habría ido contenta a casa ante lo visto...una jornada más y van seis.