Los pilares del Granada se 'enchufan' por el ascenso

Granada/Como cuando se echa una partida al popular FIFA con un amigo que va ganando y uno se 'espabila', el Granada se ha puesto en serio con el objetivo entre ceja y ceja de colarse entre los seis primeros.

Ya durante algunas horas cataron ese sexto puesto que llevan persiguiendo desde noviembre, quitándose las cadenas que lo llevan anclando a la octava posición más de media temporada. Sin embargo, la victoria del Almería ante el Cartagena y el gol en el último segundo que le dio el triunfo al Huesca contra el Málaga, devolvieron a la realidad al conjunto nazarí, que sigue un sólo punto por debajo de los indálicos y a dos de los aragoneses, sextos.

Sin embargo, los nazaríes encadenan dos victorias consecutivas y lo más importante, han vuelto a coger confianza a domicilio sobreponiéndose a la superioridad albaceteña en la primera parte y llevándose el partido en la segunda. Sólo el Elche, que suma cuatro, tiene una mejor racha de victorias que los nazaríes.

Prueba de esa confianza que está ganando el equipo, solventada con resultados y basada en el trabajo diario, es el gran nivel que están ofreciendo algunos efectivos de la plantilla nazarí. En primer lugar y por encima del resto está Lucas Boyé, que es el mismo futbolista de siempre pero al que las cosas parecen salirle mejor de cara a puerta. Por primera vez en su carrera tiene a tiro los dobles dígitos goleadores (lleva nueve goles), y el liderazgo que le están dando tanto el brazalete cuando no está Neva como la marcha invernal de Myrto Uzuni, está haciendo que viva sus mejores días como nazarí.

Lidera al equipo en trabajo y presión, abre mucho el campo con sus movimientos y habilita muchas veces a los suyos. Además, parece que su química con Stoichkov no deja de crecer en el verde, como se pudo ver en Albacete. En este último tramo de la temporada, suma 4 goles y 3 asistencias en los últimos nueve partidos. Por comparar, el curso pasado metió seis en todo el año.

También destaca el buen momento que viven Gonzalo Villar y Manu Trigueros. El primero está recuperando su mejor nivel y sobre todo la regularidad, sumando cinco titularidades consecutivas y sumando su segundo gol de la temporada contra el Almería, con la escuadra de la portería de Los Cármenes todavía agitándose. El segundo está ganando mucha importancia tras unos meses como actor secundario, y es que ha provocado que un nuevo sistema entre a compartir mesa con un 4-4-2 de Escribá que parecía inamovible.

La temporada dio un giro para el talaverano tras el partido contra el Oviedo, donde, Escribá apostó por él cambiando el esquema táctico. Desde entonces, encadenó dos titularidades ante Oviedo y Tenerife, y fue clave saliendo desde el banquillo en los siguientes encuentros. Frente al Almería, su entrada para la última media hora coincidió con los dos goles que dieron la victoria al Granada. Una semana después, en Albacete, repitió impacto: saltó al campo junto a Stoichkov y ambos impulsaron la remontada, este con una asistencia directa a la cabeza de Miguel Rubio. Suma un gol y tres asistencias, y ya hace que Fran Escribá se replantee cual es el sistema que viene mejor, porque con él sobre el verde el Granada controla mucho más.

También viven un buen momento los zagueros Loïc Williams y Miguel Rubio. El primero, una vez recuperado de sus problemas físicos, se antoja clave para los intereses del equipo nazarí a corto y medio plazo, porque no puede descartarse una suculenta oferta veraniega desde Primera este verano. Su rápidez en el corte y en el bloqueo ha salvado de varias al conjunto de Escribá. El segundo, poco antes de abandonar la entidad nazarí tras la expiración de su contrato, está a un gran nivel defensivo y se le ve mucho más sólido con el ex del Tenerife a su lado.