El Granada CF deja vivo al Elche

Granada/El Granada CF no pudo sumar su cuarta victoria de manera consecutiva tras empatar a un tanto con el Elche, en un duelo equilibrado. Los locales fallaron un penalti al inicio del segundo tiempo tras adelantarse pronto, pero su ventaja le duró muy poco. En función de lo que haga el Huesca en Zaragoza, se quedarán en zona de play off o no.

Fiel a su costumbre, Fran Escribá no repitió once con respecto al duelo ante el Cartagena. Esta vez fue Manu Trigueros el que se quedó en el banquillo para que jugara de inicio Gonzalo Villar en el trivote con el que mejores resultados ha cosechado su equipo. El resto fue el mismo que venció en Cartagonova, una vez que se recuperaron de sus respectivos problemas físicos tanto Miguel Rubio como Lucas Boyé.

El choque, con un gran ambiente en las gradas y piques entre aficionados, arrancó con mucha igualdad. El conjunto rojiblanco buscó juntar líneas con un 1-4-4-2 con Villar ayudando a Boyé en la presión. Pero pronto se vio que los de Eder Sarabia tenían muy claras sus ideas. Con paciencia, comenzaron a tocar el balón, sin prisa, buscando la mejor opción a la hora de atacar. Fue el dinámico Nico Fernández el que, a los 12 minutos, gozó de la primera ocasión del choque con un disparo con la zurda desde fuera del área que atrapó Mariño sin problemas.

Pero la respuesta de los locales fue mucho más contundente. Una pérdida en una entrega fácil, permitió a Tsitaishvili robar el cuero casi en la línea del centro del campo, tirar de velocidad y una vez que pisó área, batió a Dituro con la derecha para hacer explotar Los Cármenes (13’). Se tuvo la pegada que no se tuvo en otras citas. Sin embargo, la alegría duró muy poco pues tres minutos después, Óscar Plano estableció la igualada tras un centro al segundo palo para Álvaro Núñez que cedió de cabeza al ex del Valladolid, que hizo el 1-1 en el área pequeña sin que el guardameta rojiblanco pudiera hacer algo por no encajar el tanto.

El tanto otorgó mucha confianza al Elche, que comenzó a dominar el choque. Cuando atacaba, jugaba con todos sus jugadores en campo contrario salvo Dituro. Pero cuando defendía, tenía muy claro que la clave era apretarle tanto a Hongla como a Villar, casi con marcas individuales, lo que asfixió a los de Escribá. Pese a tener tres centrocampistas, había pocos recursos futbolísticos para arrebatarle el cuero a los ilicitanos. Sergio Ruiz trataba de retrasar su posición para comenzar a jugar desde atrás, pero estaba claro que como más cómodos se encontraban los granadinistas era a la contra.

La única manera de desarmar al líder era desequilibrar por banda a base de calidad o por medio de conducciones, como hizo Rubén Sánchez que hizo mucho daño por la derecha. En la recta final del primer acto, el Granada CF dio un paso adelante y tuvo más la posesión. Y en una acción del lateral catalán pudo volver a adelantarse pero su centro, al segundo palo, no fue rematado ni por Rebbach ni por Boyé, que se estorbaron. Y así terminó un primer tiempo en el que se vio lo trabajados que estaban a nivel táctico uno y otro conjunto.

La segunda mitad, con Brau en el campo por Carlos Neva, se inició con una arrancada de Gonzalo Villar que se marchó de todos los que le salieron a su paso siendo derribado por Affengruber cuando entró en el área. Penalti claro que Lucas Boyé mandó muy desviado, demasiado, en una acción que pudo ser el punto de inflexión del choque. El argentino tuvo, dos minutos después, otra ocasión pero su chut se marchó por encima del larguero. Posteriormente, Rebbach también pudo marcar pero se encontró con Dituro.

El Granada CF arrancó enchufado la segunda mitad y su afición lo palpó, que apoyó sin cesar a un equipo que, esta vez sí, salió más decidido. Pero no podía descuidarse porque los de Sarabia tenían calidad arriba. En una buena combinación, Germán Valera cedió a Nico Fernández quien remató desde la frontal, pero el esférico se marchó junto al palo izquierdo de Mariño. Gonzalo Villar comenzó a tener más protagonismo y su equipo lo agradeció, muy bien escoltado por Sergio Ruiz en las tareas defensivas. Se reclamó un penalti sobre Tsitaishvili que Mallo Fernández no estimó punible, siendo esa acción el inicio de una nueva fase de control de los levantinos.

Con el carrusel de cambios, bajó un tanto el ritmo del partido. Al Elche, que hizo tres cambios de una tacada, le valía el empate. Pero al Granada CF, que introdujo a Rodelas en el césped, no. Escribá quiso refrescar su once dando entrada a Stoichkov y Ricard por Sergio Ruiz y Tsitaishvili. Posteriormente metió en el campo a Borja Bastón. El Elche bajó mucho enteros tanto físicamente como en ambición y se conformó con el punto que tenía. En el descuento, el cansancio hizo mella y los riesgos fueron los justos, por lo que hubo reparto de puntos, aunque fueron los rojiblancos los gozaron de una falta peligrosa en la frontal que no supo materializar Stoichkov, y un último saque de esquina final que no aprovecharon.