El Granada tampoco gana con Escribá (2-2 en Burgos)

Burgos-Granada CF

Los rojiblancos suman su cuarto empate seguido en el estreno del nuevo técnico, repiten fragilidad defensiva, vuelven a encajar a balón parado y desperdician, otra vez, dos ventajas en el marcador

Gonzalo Villar regatea a un jugador del Burgos / Agencia LOF

Granada/El Granada empató este domingo en Burgos (2-2) en el debut de Fran Escribá en el banquillo rojiblanco. El equipo repitió errores del pasado, ya que recibió dos goles, uno de ellos a balón parado, y no fue capaz de vencer pese a ponerse dos veces por delante en el marcador.

Tras una primera mitad en la que no pasó nada, en la segunda mitad se desataron las hostilidades, con los dos equipos siendo bastante eficaces cara a la meta contraria y el Granada demostrando que con el cambio de entrenador no se ha puesto fin a sus problemas defensivos.

Fran Escribá tiró de lógica a la hora de confeccionar su primera alineación, con Mariño y Brau estrenándose en el once titular, Ignasi Miquel, zurdo, devuelto a la posición de central diestro, Hongla y Gonzalo Villar en el doble pivote para dejar en el banquillo a Trigueros, bandas puros como Tsitaishvili y Jozwiak a pierna cambiada y Reinier como segundo delantero acompañando a Uzuni arriba. Todo en el 1-4-4-2 habitual del preparador valenciano.

La primera parte fue soporífera, aburridísima, de quitar la tele si eres espectador neutral y estás en casa. Los dos equipos se sintieron mucho más cómodos sin balón que con él, neutralizándose respectivamente en ataque. Ni llegadas, ni ocasiones, ni siquiera acercamientos al área.

Si el primer objetivo del Granada de Escribá era no cometer errores groseros, no equivocarse, lo cumplió a la perfección. Sólo una vez Álex Sancris le ganó la espalda a Brau, que paró al rival en falta con amarilla, en los múltiples cambios de orientación que buscaron el extremo diestro local.

Está bien no fallar, aunque hace falta bastante más mordiente arriba, sobre todo si se va a ganar, como vendió el preparador granadinista en la previa. Sin desequilibrio, sin tiros, sin centros en condiciones, sin práctivamente llegar es imposible marcar.

Salió mandón el Burgos, que dominó en los primeros diez minutos. El Granada fue poco a poco igualando ese mando local a base de posesiones largas, tan bien elaboradas en la parte de atrás como inocuas a partir de Gonzalo Villar.

Sólo una vez rompió por la izquierda el entramado defensivo local, pero la acción acabó en un centro de Brau que se quedó corto, como todos los que puso el cartagenero. En eso no hubo diferencia con el lesionado Carlos Neva.

El único chut local del primer tiempo fue un intento de primeras de Álex Sancris que se marchó desviado. Después, una falta directa de Dani Ojeda al corazón del área fue desviada a córner.

El Granada, lento y previsible con balón, se cargó de tarjetas en el primer cuarto del duelo, con tres en 21 minutos. Ais Reig se mostró ‘tiquismiqui’ y ‘caserete’

La primera llegadita visitante fue en el minuto 36 con un remate de cabeza de Hongla en el primer palo que se marchó lejos de la portería tras un centro de un muy participativo Brau (36’).

El propio Hongla dio el susto poco después al choque con un rival y hacerse daño en la rodilla, aunque pudo recuperarse.

Los dos equipos se alternaban la posesión, aunque no les servía de nada. Justo en la última acción del primer tiempo, el único tiro entre palos antes del descanso. De Gonzalo Villar flojo a las manos de Cantero.

La segunda parte comenzó con la intención del Burgos de dar un paso adelante, lo cual no era una mala noticia para que se abrieran espacios en el campo local. De hecho, lo primero que pasó en la reanudación es que ese dominio burgalés no se tradujo en nada peligroso y en que el Granada marcó el 0-1.

Diego Mariño demostró que los porteros también son importantes en fase ofensiva. Atrapó bien el balón en un envío local al área y puso el esférico en largo sin demora para Uzuni. El defensa dudo y el albanés lo hizo a la perfección con el control orientado y el pase en profundidad a Tsitaishvili, que de primera remató ante Cantero por abajo y de puntera para el 0-1 en el minuto 51.

Lejos de conformarse, apenas un par de minutos y con los de Bolo sin poder reponerse, cabezazo fuera de Jozwiak a centro de Ricard en acción que olía a 0-2.

El Burgos, con cuádruple cambio tempranero, estaba obligado a mandar y a llegar, mientras que el Granada se marcó como premisa no perder el orden ni el control. Si podía ser con la posesión de balón, mejor.

Para eso y para reforzar la medular, superada ya la hora, salió al campo Manu Trigueros por Reinier. Antes había tenido el Burgos una ocasión peligrosa con un mal remate en el segundo palo de Borja cuando estaba en franca posición para marcar.

Lo estaba haciendo casi a la perfección el Granada hasta que llegó el maldito balón parado. Da igual que se haya cambiado de entrenador porque la lacra de este inicio de temporada volvió a golpear al equipo.

Falta de Jozwiak, lanzamiento al segundo palo, jugador solo para cabecear y aparición libre de marca en boca de gol de Lisandro para empatar la contienda. 1-1.

Era el minuto 72 y lo único bueno es que el Granada marcó el 1-2 en la siguiente acción, con una pérdida local, una buena triangulación entre Ricard y Trigueros y remate de este último en el área para volver a colocar a los suyos por delante.

Sin embargo, como si el partido se jugara en Elche en vez de en Burgos, los locales volvieron a empatar, esta vez en el minuto 77, con un voleón impresionante de Borja tras despeje de puños a la frontal del área de Mariño.

Escribá respondió cambiando sus dos bandas: Pablo Sáenz y Corbeanu por Jozwiak y Tsitaishvili. Y hasta el final los dos equipos quisieron ganar. El Granada tratando de llegar con posesiones más elaboradas y el Burgos atacando con más verticalidad y cambios de orientación constantes.

Con el Granada dominando, Uzuni remató de cabeza el centro de un enchufado Corbeanu. Entraron Rubén, que se colocó en el lateral zurdo, y Weissman por Brau y Uzuni para jugar los últimos minutos. El tiro desde fuera del área de Pablo Sáenz no encontró portería.

La última fue del Burgos, con un balón suelto en el área que acabó en las manos de Mariño.

Cuarto empate seguido del Granada, que seguirá más cerca del descenso que de la parte de arriba, y fin a la racha de tres victorias del Burgos. El fin de semana próximo en Miranda, segundo prueba para el nuevo técnico.

Ficha técnica:

Burgos: Cantero; Pipa (Arroyo, 84’), Córdoba, David López (Borja, 58’), Florian; Atienza (Lisandro, 58’), Morante; Álex Sancris, Appin, Dani Ojeda (David González, 58’) y Fer Niño (Edu Espiau, 58’).

Granada: Mariño; Ricard, Ignasi Miquel, Lois Williams, Brau (Rubén, 88’); Hongla, Gonzalo Villar, Tsitaishvili (Corbeanu, 79’), Jozwiak (Pablo Sáenz, 79’); Reinier y Uzuni (Weissman, 88’).

Goles: 0-1, (51’) Tsitaishvili. 1-1, (72’) Lisandro. 1-2, (73’) Trigueros. 2-2, (77’) Borja.

Árbitro: Ais Reig (C. Valenciano). Mostró cartulina amarilla a los locales David López (45’), Lisandro (61’), Córdoba (91’) y Borja (92’), y a los visitantes Gonzalo Villar (18’), Uzuni (21’), Brau (21’), Jozwiak (71’), Pablo Sáenz (93’) y Loic Williams (95’).

Incidencias: Partido correspondiente a la séptima jornada de Segunda División disputado en el Estadio El Plantío ante 9.850 espectadores, medio centenar de ellos aficionados del Granada.

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