El Granada CF logra un punto ante Las Palmas tras jugar en inferioridad numérica 80 minutos

Granada/El Granada CF rompió su racha de tres derrotas seguidas con un empate ante la Unión Deportiva Las Palmas (1-1) que jugó con un jugador más 80 minutos. Los rojiblancos, tras la expulsión de Piatkowski, se vieron obligados a hacer un sobreesfuerzo y llegaron a adelantarse en el marcador, pero finalmente los canarios igualaron el choque.

Sin Boyé, lesionado, y con las principales novedades de Hongla, Melendo y Pellistri, Alexander Medina trató de sacar un equipo que buscara quitarle el balón a su rival, empresa nada fácil. Pese a intentarlo, la mayor calidad de los canarios se fue imponiendo sobre el terreno de juego aprovechando, además, los errores defensivos de los locales que siguen siendo una sangría desesperante.

Primer susto

La primera mitad tuvo casi de todo. Tras unos primeros cinco minutos en los que ambos equipos quisieron imponer su ritmo, en el 6’ un grave error de Gonzalo Villar, que vio amarilla y se perderá la cita en Barcelona, dejó solo ante Augusto Batalla a Sandro pero el argentino se impuso en el mano a mano demostrando ser el mejor fichaje, de largo, hasta el momento.

Un primer susto que fue el preludio de una sucesión de ocasiones de gol por parte visitante. Raro fue que los de García Pimienta no se fueran al descanso venciendo. Porque oportunidades gozaron. Moleiro, al cuarto de hora, disparó desde la frontal pero se encontró con el arquero ex de San Lorenzo de Almagro. Dos minutos después, Loiodice remató un saque de esquina casi a placer pero Batalla repelió con el cuerpo como pudo.

Expulsión

El partido y la posesión era de Las Palmas y más aún cuando, en el minuto 21, el central polaco Kamil Piatkowski vio el camino de los vestuarios al ser expulsado. No controló bien un balón y Sandro, atento, se lo arrebató por lo que se vio obligado a derribarlo siendo el último defensor. El balear Busquets Ferrer le sacó en un primer momento cartulina amarilla pero fue llamado por el VAR en el que estaba el ‘querido’ Pizarro Gómez y cambió su decisión. Le retiró la cartulina y lo expulsó de manera directa.

Con uno menos, el ‘Cacique’ retiró del terreno de juego a Óscar Melendo para reordenar su zaga dando entrada a Ignasi Miquel. Optó por un 1-4-4-1 con Arezo como referencia ofensiva. No quedaba otra que defenderse y tratar de sorprender a su rival a la contra o en alguna acción a balón parado. Obviamente, el esférico pasó a ser por completo de los ‘pío pío’. Kirian, que fue el que logró el tanto de la primera vuelta, estrelló el cuero en el palo en una jugada de estrategia que dejó helado a Los Cármenes.

El tanto se los insulares se veía venir. Eran ya cuatro las ocasiones claras que gozaron sin acertar. Sergi Cardona lo intentó con la diestra sin fortuna. Y es que a este Granada le cuesta mucho generar peligro y con un hombre menos, aún más. De hecho fue Bruno Méndez el hombre más peligroso. Lo fue a balón parado. Lo intentó el intenso defensor uruguayo en el 39’ de cabeza al primer palo tras córner botado por Gonzalo Villar que se marchó alto.

Gol rojiblanco

Pero en la segunda ocasión que tuvo, no falló. A 120 segundos del descanso, una falta ejecutada por Sergio Ruiz al borde del área, le llegó al hombre de confianza del ‘Cacique’ que remató casi desde la frontal con la zurda de forma rasa batiendo a Valles. Los aficionados rojiblancos explotaron de alegría porque pocos se lo podrían creer que su equipo, con uno menos, fuera venciendo a uno de los conjuntos revelación de Primera tras el Girona.

Tras un alargue, con polémica por un codazo de Gonzalo Villar con Sandro que se saldó con un carrusel de amonestaciones, finalizó un primer acto pero aún quedaba toda una segunda mitad que se iba a hacer muy larga. Medina movió ficha tras el paso por vestuarios y dio entrada a Uzuni por Arezo, que tenía amarilla y su indolencia, por momentos, desesperó a los seguidores granadinistas. El albanés jugó en punta para, al menos, aprovechar su velocidad e incordiar en lo que pudiera a la zaga canaria. Pero la tónica siguió siendo la misma y fue en aumento. Los rojiblancos se pertrecharon atrás y acumularon hombres a nivel defensivo, cediendo por completo el cuero a su rival. Medina quiso refrescar las bandas y que ayudaran a Neva y Ricard y puso sobre el césped a Maouassa y Corbeanu, uno de los debutantes, por Villar que tenía cartulina, y Pellistri, otro que se estrenó ante su nueva afición.

El empate

Aunque las llegadas de los canarios fueron constantes, lo cierto es que no fueron excesivamente peligrosas pero en una acción aislada, un centro de Sergi Cardona, que ganó línea de fondo, permitió a Pejiño rematar de cabeza en el segundo palo para igualar la contienda. Uzuni pudo romper el empate tras una gran jugada personal de Sergio Ruiz, el mejor de los locales, pero estaba en fuera de juego tras encarar a Valles y definir con calidad.

Loiodice lo intentó de nuevo pero se volvió a encontrar con un excepcional Batalla, que tiró de oficio para frenar el ritmo de su rival simulando un problema físico. Restaban cinco minutos para el final y la consigna era, al menos, guardar el punto conseguido. Pero, con un Sergio Ruiz inmenso, los de Medina no renunciaron a sorprender a su rival a la contra a base, al menos, de casta. Tuvieron una acción en una contra que terminó con un centro de Hongla al que no llegó Neva. Fue lo último de un encuentro que dejó satisfecha a la afición al menos por las ganas que le puso su equipo, que jugó con un jugador menos 80 minutos con los descuentos incluidos. Pero punto a punto es imposible salvarse a esta altura de temporada.