Luis Suárez protagoniza la batalla entre aficiones
La hinchada local se ceba con el colombiano, defendido por una bulliciosa grada visitante en una tarde de gran ambiente en el Nuevo Los Cármenes

Granada/Si Trigueros fue el nombre propio en el Granada porque su entrada al campo cambió el partido en el duelo andaluz de este sábado en el Nuevo Los Cármenes, el protagonista visitante del encuentro fue Luis Suárez, máximo goleador de la categoría y epicentro de la batalla entre aficiones que deparó el choque.
La hinchada local se cebó en distintos momentos del encuentro con el colombiano, ex futbolista del Granada que fue defendido por una bulliciosa grada visitante, que acabó criticando a los suyos por la derrota.
Tras dos entradas en el Nuevo Los Cármenes con menos de diez mil aficionados en las gradas, la afición del Granada recuperó las ganas de animar a los suyos, ya sin agua, frío ni horas nocturnas, y casi 17.000 espectadores acudieron al estadio para presenciar en directo el partido ante el Almería.
Para celebrar la semana de su 94 cumpleaños, el Granada puso en marcha diferentes actividades a llevar a cabo por su afición en los prolegómenos del choque.
Desde dos horas y media antes estuvo funcionando junto a la tienda del estadio una Fan Zone con juego destinados, sobre todo, a los más pequeños. Los aficionados más jóvenes pudieron disfrutar con un futbolín gigante, con un juego de afinar la puntería o pintarse la cara con los colores rojiblancos.
El bullicio de gente en esa zona alrededor del Nuevo Los Cármenes y el hecho de que determinados productos del club estaban en oferta provocaron también largas colas de entrada en las inmediaciones de la tienda oficial de la entidad antes del partido.
La aglomeración de aficionados se repitió en otro momento y lugar, en concreto a la llegada del autobús del Granada al estadio, que fue agasajada por un par de centenar de seguidores que encendieron bengalas y llenaron de colorido el momento. Escribá dijo luego en sala de prensa que este recibimiento había ayudado a los suyos.
La afición, pese a todo, demostró al principio que está muy dolida con el equipo por las últimas derrotas, sobre todo por la sufrida la pasada semana en el feudo de un Tenerife que ocupa puestos de descenso.
Ya cuando saltaron los jugadores al terreno de juego a realizar ejercicios de calentamiento media hora antes del inicio fueron recibidos con algunos pitos. Los silbidos se repitieron cuando el nombre del técnico Fran Escribá fue anunciado por megafonía.
La anunciada actuación a las seis de la tarde de Pepe y Vizio fue una canción del dúo granadino justo antes de que los jugadores salieran al campo para empezar el partido.
Con el balón en juego el centro de las críticas locales fue el ex rojiblanco Luis Suarez, al que se le cantó “hijo de puta” y “rata”. El primer insulto de la grada, que partió desde la Grada de Animación y fue pitado por parte del estadio, seguro que le cuesta una sanción al club.
La afición animosa del Almería trató de jalear al colombiano y respondió a la afrenta con gritos de ‘puta Granada’ y con uno novedoso de ‘Granada no tiene playa’. Lo último que faltaba por escuchar en un estadio es que Almería saque pecho y presuma de ciudad ante Granada.
El ambiente estaba caldeado y desde megafonía se insistió varias veces durante la primera parte en eso de que “está prohibido proferir insultos”, acompañando un sonoro abucheo al animador Argüelles cada vez que abría el micro para soltar la conocida retahíla.
Hubo más calma en la guerra entre aficiones en la segunda parte, aunque no faltó el “almeriense el que no bote” tras los últimos goles del Granada. La paz volvió con el 3-1 final y hasta hubo amago de hacer la ola. Por ahora, vale con que haya concordia. Ya habrá tiempos de olas.
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