Manu Lama se marchó tocado tras reivindicarse una vez más

Manu Lama fue una de las novedades que presentó Fran Escribá en el once de cara al partido contra el Getafe en el cual cayeron eliminados de la Copa del Rey. No tan sorprendente fue su titularidad (los partidos de Copa han sido los únicos en los que se ha podido vestir de corto) como el gran nivel que ofreció contra un equipo de Primera División teniendo en cuenta su inactividad, la cual le jugó una mala pasada en los instantes finales que le obligó a pedir el cambio.

Sobre la derrota y el desarrollo del propio encuentro, el zaguero comentó a los medios del club que: "fue un partido de pocas ocasiones, el que encontrara el gol se lo iba a llevar y esa ha sido la tónica. Nosotros merecimos un poco más pero así es el fútbol". A la afición le agradeció mucho el apoyo "entre el entrenamiento y el partido", así como el apoyo que le han dado en la Copa, porque aunque fuera un solo partido en casa la gente dio "muy buen nivel". Lama confesó que el equipo se iba con "la espinita por estar ilusionados con la competición y el gran trabajo que hicimos", pero que seguirán concentrados en la liga para poder sumar los tres puntos.

Lo cierto es que el defensa de 23 años ha cumplido siempre aun habiendo aumentado la exigencia del choque: primero un Segunda RFEF, después un Segunda y ahora todo un Primera División, aunque no estuviera pasando por su mejor momento. Ayer se le vio especialmente suelto, con capacidad para levantar la cabeza y buscar a compañeros que construyan la jugada, así como acertado en las marcas y bien posicionado. Además, la posición de central es algo en lo que el Granada no escasea en número pero sí en calidad, con Williams siendo el único en encontrar la regularidad en un nivel alto. Ni Miguel Rubio, ni Insua ni Ignasi Miquel han sido sólidos este curso, y Oscar parece no contar demasiado por ahora para Escribá.

El encuentro del zaguero no pasó desapercibido para nadie, y es que su gran actuación demandó que tuviera más minutos, algo que evitaría precisamente lo que terminó sucediendo: tuvo que ser sustituido en los últimos minutos del tiempo reglamentario porque no podía más y terminó tocado. Jugar tres partidos en tres meses es lo que tiene. Está por ver si el joven central cuenta a partir de ahora con más minutos en la Liga, porque solo ha jugado en Copa y ahí el Granada tiene ya poco que hacer.