El primer plan de Guille Abascal en el Granada hace aguas

Granada CF-Albacete

El equipo rojiblanco, inconstante y con fallos garrafales atrás, empieza el partido con un 1-4-4-2 y lo termina con un ofensivo 1-3-1-4-2

Weissman conduce el balón ante un jugador del Albacete
Weissman conduce el balón ante un jugador del Albacete / Photographerssports

Granada/El Granada comenzó una nueva temporada ante el Albacete y Guille Abascal demostró desde el primer once inicial que no se casa con nadie, formando con una alineación de la que se cayeron titulares claros, a priori, como Luca Zidane, Gonzalo Villar o Lucas Boyé, aunque el meta está recién salido de lesión.

El técnico metió dos cambios en relación al Trofeo Ciudad de Granada, que fueron la suplencia de los citados Villar y Boyé y la titularidad en su lugar de Weissman, una de las gratas sorpresas de la pretemporada, y del siempre regular Sergio Ruiz. Formó el Granada en un 1-4-4-2 con sólo dos caras nuevas respecto a la pasada campaña, que fueron Insua y Tsitaishvili.

El Albacete, por su parte, salió con un conjunto plagado de jugadores clásicos de Segunda también en un 1-4-4-2 que trató de incomodar al Granada desde el inicio con su presión alta.

La primera media hora del Granada fue aceptable, con llegadas de los laterales, los extremos activos, Uzuni participando más que un enchufado Weissman y ocasiones para los locales, como el tiro al larguero de Tsitaishvili y varias paradas de Lizoain.

Incluso marcó Rubio en una acción de estrategia gracias al balón perfecto que le puso Sergio Ruiz. Parecía que lo más difícil estaba hecho, pero el equipo se empeñó en dar vida al Albacete siendo un desastre en defensa.

Un gol en un saque de banda, otro en un penalti evitable y un tercero que no subió al marcador de milagro gracias al VAR. Todos con jugadores del Albacete ganando la espalda a los locales. Ver para creer lo mal que estuvo el Granada en el tramo final del primer tiempo.

Trató de arreglarlo Abascal en el descanso y dio entrada a Manu Trigueros por el amonestado e irregular Hongla, sin que variara nada en el Granada a nivel táctico. A la hora de partido, con el Granada acosando sin ocasiones claras y el Albacete perdonando a la contra, fue Jozwiak quien dejó su sitio a Corbeanu, que partió desde la derecha para dejar a Tsitaishvili la izquierda, su pierna natural.

Los siguientes en entrar fueron Pablo Sáenz y Lucas Boyé por Tsitaishvili y Weissman, con el Granada manteniendo el 1-4-4-2 pero cada vez más ofensivos, con los laterales siendo casi extremos.

La entrada de Gonzalo Villar ya en el tramo final del partido convirtió el 1-4-4-2 en un 1-3-1-4-2, aunque fue incapaz el Granada de crear ocasiones claras en el tramo final, salvo un tiro al paso de Manu Trigueros. Primer partido y primera decepción.

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