Raúl Torrente y Adri López se despiden de la afición

Las despedidas siempre son amargas en el fútbol, especialmente para dos jugadores que han pasado por el filial y por el primer equipo y que han visto de cerca lo amable y lo cruel que puede llegar a ser este deporte.

Tanto Raúl Torrente como Adri López aprovecharon sus perfiles en Instagram para despedirse de toda la afición del Granada. El murciano, algo más extenso, comentó que "Me considero afortunado por haber podido madurar en el Granada CF, a quien siempre sentiré. Me llevo para el recuerdo todos estos años, todo el orgullo de vestir su camiseta y todas las positivas vivencias que no me abandonarán allá donde juegue, y que me servirán como referencia.

Quiero agradecer por su implicación a todos los cuerpos técnicos y jugadores desde que me incorporé al juvenil hasta alcanzar el primer equipo. A los emplead@s del club por su cercanía y, de forma especial, mi sentido agradecimiento al servicio médico por todas las horas que nos hemos visto obligados a compartir juntos. Es la cara más ingrata de mi estancia aquí.

Afición, os pido perdón. Ha sido un año muy difícil y muy doloroso, pero estoy convencido de que muy pronto recuperaremos el terreno perdido. Gracias por todo el cariño que siempre he recibido y por todas vuestras muestras de afecto que me han conducido a ser más resistente.

Nunca imaginé esta salida, por eso admito que una parte de mí se va a quedar en Granada y eso me obliga a seguir fiel a los valores que he aprendido y que el club y su afición me habéis transmitido: esfuerzo, trabajo, sacrificio, dedicación y humildad. Me servirán de guía mientras confío en que algún día pueda volver para que os sintáis orgullosos de la persona y del futbolista que habéis formado", unas palabras que sin duda salen del corazón.

Por su parte, el portero catalán Adri López le dijo al granadinismo que "Hoy me despido de vosotros, Ilevando en el corazón todos los momentos vividos en este club. Debuté en el fútbol profesional con el Granada, un sueño hecho realidad. Juntos conseguimos dos ascensos inolvidables, uno con el primer equipo y otro con el filial, logros que siempre llevaré conmigo.

Granada no solo ha sido mi club, sino también mi hogar. Una ciudad espectacular que nunca olvidaré. Gracias por vuestro apoyo incondicional y por hacerme sentir parte de esta gran familia. Me llevo recuerdos imborrables y la satisfacción de haber dado lo mejor de mí por estos colores. Hasta siempre y ¡Eterna Lucha!".