La apuesta de Tognozzi por Guillermo Abascal no salió bien.
La apuesta de Tognozzi por Guillermo Abascal no salió bien. / José Velasco / PHOTOGRAPHERSSPORTS

Granada/El Granada CF lleva tiempo rastreando el mercado con el objetivo de reforzar su plantilla de cara a una segunda vuelta que, presumiblemente, se hará larga y un posible play off que haría que la temporada se prolongase hasta el mes de junio. Es evidente que, aunque el plantel que tiene a su disposición Fran Escribá es amplio y con numerosos recursos, hay posiciones que, bien porque los que las ocupan no están rindiendo como se esperaba de ellos o por escasez de efectivos, se necesita mejorar.

El de este próximo mes de enero será el tercero del director deportivo de la entidad, el italiano Matteo Tognozzi, en el que deberá reivindicarse o, de lo contrario, su ya maltrecha imagen de cara a los aficionados quedará muy dañada. El máximo responsable de la parcela deportiva llegó a Granada hace poco más de un año. Fue el 27 de octubre del pasado año cuando se anunció por parte del club su incorporación tras la destitución de Nico Rodríguez, que fue el que construyó la plantilla que logró el ascenso a Primera División de la mano de Paco López.

La empresa no era fácil, pues el equipo se encontraba penúltimo con seis puntos tras la disputa de las diez primeras jornadas fruto de una victoria y tres empates y nada menos que 25 goles en contra. Tanto la afición como los propios gestores tenían claro que había que reforzarse y más tras la marcha en el mes de diciembre de Bryan Zaragoza, la principal arma ofensiva. El malagueño dejó una buena cantidad de dinero en las arcas con su traspaso al Bayern de Múnich, pero esos recursos económicos no se emplearon como se esperaba.

Fue el mercado más intenso de las últimas temporadas con numerosas entradas y salidas. En concreto, llegaron para reforzar la portería Marc Martínez (Cartagena) y Augusto Batalla (San Lorenzo de Almagro); en la zaga se incorporaron Bruno Méndez (Corinthians), Kamil Piatkowski (FC Red Bull Salzburgo) y Faitout Maouassa (Lens); Martin Hongla (Hellas Verona), Facundo Pellistri (Manchester United-cedido), Theo Corbeanu (Grasshopper) y Kamil Jozwiak (Charlotte FC) reforzaron el centro del campo y las bandas, siendo el repescado Matías Arezo (Peñarol) el único atacante.

Esto provocó numerosas salidas como la de Álvaro Fernández (Benfica), Manafá (Shanghai Greenland Shenhua), el citado Bryan Zaragoza, Petrovic (FK Vojvodina Novi Sad), André Ferreira (Real Valladolid), Famara Diédhiou (Cardiff) y Shon Weissman (Salernitana), los cuatro últimos cedidos para hacer hueco a las nuevas incorporaciones. Y, por si fuera poco, todas ellas trabajaron con un nuevo técnico tras la rescisión del contrato de Paco López y el fallido fichaje de Alexander ‘Cacique’ Medina un mes después de aterrizar en Los Cármenes.

Pero de todo lo que llegó, pocos ofrecieron el nivel que se esperaba de ellos, principalmente, porque muchos de ellos no tenían el suficiente talento para competir en Primera División y, algunos de ellos ni siquiera en Segunda como están demostrando esta campaña. Eso hizo que el crédito de Tognozzi fuera cayendo. Se apuntó en su haber un descenso pero sus decisiones este pasado verano no revertieron esa situación. La contratación de Guillermo Abascal, que tan sólo duró seis partidos, supuso un duro varapalo a su labor, y a ello se sumó el rendimiento de parte de los fichajes de esta temporada.

Por todo ello, este mercado invernal es la prueba definitiva para el que fuera jefe de scouting de la Juventus de Turín y trabajara antes en equipos como la US Pontedera, FC Zenit de San Petersburgo, Hamburgo SV y Bayer Leverkusen. Lo normal es que sean, como mucho, tres incorporaciones teniendo en cuenta que, a día de hoy, hay una ficha libre, el dorsal 21. Pero futbolistas como Marc Martínez, Ignasi Miquel, Manu Lama o Theo Corbeanu no cuentan en exceso para el técnico valenciano y serían los principales candidatos para hacer hueco en la plantilla. Cuando se abra el mercado, Tognozzi tendrá 31 días para que se pueda confiar en su trabajo por parte del entorno rojiblanco.

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